Evocando a Mariluz II

Recuerdos inolvidables de la niñez, adolescencia, juventud y madurez

JUVENTUD

No nos volvimos a ver Mariluz y yo hasta pasados unos diez años o algo así. Me acuerdo perfectamente, no solo del día, sino del momento exacto. Fue justamente en el portal de mi casa, cuando salía para acudir al examen de la última asignatura que me quedaba para terminar la carrera de perito industrial.

-          ¡Coño!, pero si eres Mariluz, ¿qué haces por aquí? Cuanto tiempo sin vernos.

-          Mucho, mucho.

-          Estás muy guapa.

-          Gracias.

-...

Evocando a Mariluz I

Recuerdos inovidables de la niñez, adolescencia, juventud y madurez

Mariluz era una vecina mía, de mi edad aproximadamente. Vivíamos en el barrio de Santa Casilda, ubicado en la periferia de la ciudad, y que era más conocido por “las casillas”, debido a que eran casas de planta baja, que tenían cada cuatro o seis una zona común, donde había cobertizos o trasteros y un espacio bastante apropiado para jugar los niños y tomar el sol los mayores.

Este relato quiere reflejar mi relación con Mariluz  en varios momentos de la vida: niñez, adolescencia,  juventud y madurez. ...

Laura

Una historia real en un pub existente en Madrid

El pub en cuestión, llamado “La Selva”, parecía siempre la cantina de un cuartel por la cantidad de hombres, unida a la escasez de mujeres, que siempre había en él. Pero como estaba muy cerca de mi casa y no había ningún otro con mejores perspectivas cerca, lo visitaba casi a diario.

Lo normal era que me dejase caer por allí a eso de las siete o siete y media de la tarde, que me tomase un par de copas mientras intercambiaba algunas opiniones de fútbol con los camareros, y una hora u hora y media más t...

Una buena suegra

Las madres antes que las hijas

Me iba a casar con Irene dentro de quince días, después de casi dos años de noviazgo. Éramos unos novios ‘tardíos’, puesto que ella tenía 28 años y yo 30, lo que quiere decir que la noche de bodas no sería, por supuesto, nuestra ‘primera noche’.

Casi cada día, a eso de las seis de la tarde iba a su casa, unas veces para salir a algún sitio, otras par quedarnos allí viendo televisión a alguna película en el vídeo. Aquel jueves también lo hice, pero Irene no estaba, fue mi futura suegra quien me abrió l...

El complaciente marido de pili

Continuación de "PILI LA EXHIBICIONISTA"

No había olvidado que, al principio, me había dicho que a su casa no podíamos ir porque estaba el marido, así que pregunté:

-¿Pero no está tu marido?

-Creo que sí, pero dormirá profundamente, no te preocupes.

-Si no te preocupas tú. A mí no me va a pedir el divorcio, te lo aseguro.

-Venga, vamos.

Conduciendo yo, que iba un poco menos exaltado que ella, emprendimos el camino de su casa que, por cierto, estaba muy cerca de la mía.

Subimos, era un cuarto piso, y en el ascens...

Día caliente con minifalda en la disco

Un día de de muchos en los que me despierto muy, muy caliente y me muestro y dejo tocar "inconscientemente" con desconocidos, eso me pone a mil !! Léeme no te arrepentirás.

Día caliente con minifalda en la discoteca (con foto)

Hola que tal, mi nombre es Indira y para que me conozcan me describiré aunque anexo una foto mía. (¿no sé como subirla me ayudan?)

Soy una chica de mediana estatura, tez blanca, cabello castaño claro muy bonita de cara, he trabajado en televisión y radio, tengo unos senos grandes, piernas hermosas y unas nalguitas muy ricas, tengo 28 años, actualmente estoy casada y me atrevo a hacer este relato puesto que tengo permiso de mi marido, adem...

Clases de química

En esa ocasión aprendí que no se debe jugar con fuego...

Hola! Mi nombre es Daniela, tengo 18 años recién cumplidos y vivo en la Ciudad de México. Este es mi primer relato y espero que les guste, como ven, soy primeriza así que si notan que falta algo, por favor dejenme sus comentarios.

Empezaré por hacer una pequeña descripción de mí. Soy alta (1.75m), de tez clara, no gorda pero sin llegar a ser extremadamente delgada, muy buenas piernas, un culo redondito y unas tetas de ensueño según algunos amigos. La verdad no me puedo quejar de mi cuerpo. En este rel...

Mi novia permisiva y el adolescente

Una antigua novia, muy caliente, morena, tetona (115) y culona, me confiesa follando que mantiene algunos roces con el hijo del matrimonio que le alquila la casa a su padre... el aprende a masturbarse y a tocar a una mujer, ella disfruta por su calentura y yo tengo la excusa para llenarla de semen.

Bien podría decir que esta historia es tan real como la vida misma, como que en mis días de onanismo la recuerdo y sigo haciéndomelo con el mismo gusto y excitación que nacía cuando ella me lo contaba y me lo hacía… es la historia de una cubana emigrada en España con unas condiciones difíciles que no le eran un impedimento para disfrutar de su cuerpo.

Para que no se reconozca, dado que es un caso muy particular, la llamaré Ninfa. Ninfa era una joven cubana de dieciocho años que había venido a España a...

Radiografía de una mamada

Vamos a intentar componer aquí un relato imaginario de una de las fases normales de una relación sexual: la mamada, bajo el punto de vista de las dos partes.

EL: Tenía el pene duro y erguido, con esa pequeña humedad lubricante que pone en él la excitación extrema, al verla a ella desnuda, sobre mí, a horcajadas sobre mis piernas, sabiendo que muy pronto iba a sentir su labios besándome la punta, introduciéndolo poco a poco en su boca, primero un poco, luego totalmente, hasta empezar a masturbarme con ella, con sus labios mientras sus manos acariciaban mis testículos. Sólo de pensar en el momento tan cercano sentía una especie de miniorgasmos continuados. La poll...

Mi vecinita

Es la historia de un chico que un día tuvo suerte...

Mi vecinita

Capítulo 1

Nunca me he considerado un hombre con suerte. Cuando he tenido que buscar aparcamiento, nunca he encontrado un hueco cerca de mi casa. Siempre que me he puesto en una cola en el supermercado o en otro sitio, he escogido la más lenta. Cuando he comprado alguna oferta en las rebajas, al día siguiente encuentro otra mejor… En fin,  me he sentido más un gafe que un hombre afortunado. Bueno, en realidad, me he sentido un gafe hasta ahora. Para ser más precisos, hasta el...