La chica de la limpieza

Una historia real

Clara venía a limpiar a casa un día a la semana. Aunque era una mujer de muy buen ver, de unos 38 años, yo nunca le había prestado atención en el aspecto físico, pues ella hacía su trabajo y yo estaba a lo mío.

Pero aquella mañana pasó algo distinto. En todo mi círculo de amigos y conocidos se sabe de mi liberalismo y de mi claridad para decir las cosas llamándolas por su nombre, y aquella mañana me había contactado una amiga por Messenger diciéndome que tenía muchas ganas de una sesión de Cibersexo c...

El taxista, lucía y yo

Una historia real

Todo empezó en una noche como tantas otras en las que la suerte me sonreía. Cuando yo llegué al local la mujer ya estaba allí, sentada en una mesa próxima al piano, con una copa de cava en la mano y la botella dentro del cubo de hielo a un lado de la mesa. Una botella de cava en ese sitio es cara, luego o la mujer tenía dinero, o lo hacía por encima de sus posibilidades para aparentar. Tendría unos 45 años, y físicamente era del montón, aunque un poco de la parte de arriba.

Pues le debí caer bien, por...

Las aventuras de Adela IV

En la habitación del hotel donde le ha citado, el misterioso amante tiene una nueva sorpresa para Adela.

SOMOS TRES

Eran las nueve en punto, cuando llamé a la puerta de la habitación 101. Estaba ya excitada de pensar lo que pasaría allí dentro, me había puesto un vestido superajustado e iba sin ropa interior como mi misterioso amante me había indicado días antes que debía vestirme.

La puerta se abrió, pero no pude ver a nada ni nadie porque la habitación estaba completamente a oscuras.

-          Entra preciosa – me dijo la conocida voz de mi amante.

Entré y la puerta se cerró tras...

Chica nueva en la oficina

La lluvia siempre hace que me ponga nostálgico. Los recuerdos más aparcados surgen en mi mente, mientras veo las gotas de agua resbalar por los cristales de mi ventana, y me arrebujo en la manta buscando un poco de calor. Uno de esos recuerdos trataba sobre aquella chica con la que estuve trabajand

La lluvia siempre hace que me ponga nostálgico. Los recuerdos más aparcados surgen en mi mente, mientras veo las gotas de agua resbalar por los cristales de mi ventana, y me arrebujo en la manta buscando un poco de calor. Uno de esos recuerdos trataba sobre aquella chica con la que  estuve trabajando una temporada. Recuerdo que los primeros días realmente pensé que le caía mal, y cómo tuve que trabajar para que eso cambiara.

Si no recuerdo mal, corría el mes de marzo. La redacción bullía de actividad,...

Noche de suerte

Revisión del relato publicado en la cuenta del ejercicio. ¿Qué harías si tuvieras toda la suerte posible durante una noche?

Seis y media de la tarde, última silla del rincón más oscuro del tugurio más sórdido de la ciudad más bizarra, una cerveza sobre la mesa y los errores cometidos repitiéndose una y otra vez en mi cabeza.

  • ¡Nacho! ¡Otra!- grité sin separar la vista de la foto que tenía en la mano. En ella, una chica rubia, guapa y alegre besaba la mejilla de un hombre parecido a mí. Un hombre que no tenía mi barba descuidada de una semana, ni el pelo grasiento y despeinado como yo, ni ojeras bajo los ojos, ni esa palid...

Las Aventuras de Adela 3

Por fin el esperado encuentro con su misterioso amante, pero ¿podrá verle la cara?¿sabrá por fin, quien es?

A oscuras

Traté de forcejear hasta que oí su voz diciéndome:

-

Tranquila, soy yo.

Enseguida le reconocí, era mi amante vouyer. Con sólo oir su voz empecé a sentirme excitada.

-

Me has pegado un susto de infarto – le dije cuando apartó su mano de mi boca.

Intenté darme la vuelta para verle la cara pero él no me dejó.

-

No señorita, recuerda que soy yo quien manda. Ahora voy a follarte, pero antes quiero ponerte esto – dijo, poniéndome un p...

De magreos en la piscina a una follada descomunal.

Cuándo la pluma pasaba por mis pezones no podía evitar gemir de placer y ni decir cuándo acarició mi clítoris ya crecido de mi orgasmo anterior. La única parte de su cuerpo que entraba en contacto conmigo eran sus labios cuándo me besaba. Nunca había tenido tanto placer concentrado y el hecho de no poder hacer nada al estar atada lo acrecentó aún más.

Era una mañana calurosa del mes de julio, ya no había clase y celebrábamos la típica comida de despedida  en el jardín de un amigo de la universidad.

La fiesta tenía una temática hawaiana así que me podría deleitar con los cuerpos de mis compañeros en bañador y decidí ponerme un bikini bastante sugerente sobre un vestidito de playa que apenas me cubría media pierna.

Llegué bastante temprano para ayudar, ya que Nico, el dueño de la casa y yo nos habíamos hecho bastante amigos  al compartir el coc...

Juntos

Una noche de placer en tu compañía

Vivimos juntos, aunque cada uno tiene su propia habitación, en un pisito céntrico de 85m cuadrados con salon-cocina con barra americana y una terracita, en la que muchas noches repletas de alcohol y locura hemos cumplido muchas de nuestras fantasías, claro está, rodeados de nuestras plantitas algo más que decorativas que con tanto amor cuidamos y podamos. Estoy durmiendo placidamente en mi cama de 2x2, probablemente soñando con mis dedos enredados en el pelo de su cabeza que descansa entre mis piernas, cuyo...

Junto al rumor de las olas

-Libérate conmigo, no tienes nada que perder, excepto un montón de recuerdos dolorosos, y una larga agonía tras su despedida

JUNTO AL RUMOR DE LAS OLAS…

Seguía lloviznando bajo el cielo encapotado de Donosti. Volvía a perderme en sus calles, donde todavía quedaban algunos músicos habituales empapándose en algún portal y dándole un encanto característico a las callejuelas donostiarras… Mientras acudia a el local donde cada noche acudía, el sonido triste de un violín se adueñaba de mi alma y hacia que recordase todas las veces que al pasar por allí el volvía a abrazarme, aunque hoy, otra vez iba sola…

Llegue a la puerta...

Despertares

Rozando tus costados con mis dedos, ya sientes que tu excitación sube por momentos al notar como mis pezones se van poniendo duros con el roce de tu piel, tus manos quieren actuar, pero las mías no les dejan, te cojo de las muñecas aquí comienza nuestra lucha

Abrazada a mi almohada me despierto, viendo el perfil de tu cara bañado por los primeros rayos de sol que entran por las rendijas de la persiana de mi habitación, sintiendo tu respiración muy cerca como a mi me gusta, respirando tu olor ese que hace que me duerma soñando que me despertare a tu lado, mirando tus manos esas que acarician llevándome al mismo cielo. Siento el calor de las sabanas de nuestra cama, el silencio reina en nuestra habitación  solo un descarado tic-tac se atreve a irrumpir nuestro des...