¿Por qué a mí? – 2

Sigo con mi suerte en plan caballo de Atila… y cada vez peor, cada vez a mucho peor… ¿De verdad que ninguno os la queréis quedar?, en serio que os la regalo. (La verdad es que este capítulo podría ir en Infidelidad también, ¿no?)

¿POR QUE A MI? - 2

Ese sábado parecía que todo me iba viento en popa, me había librado hasta de un control de la guardia civil, seguro que el lunes seria más de lo mismo con mi "adorable" compañera, pero por lo menos ese sábado sería algo memorable. La chica en cuestión tendría unos treinta a treinta y tres años, melena castaña, cabello lacio, ojos verdes, labios rojos muy carnosos, unos labios que parecían diseñados para chupar cosas, lo que fuera, pero chupar, un culito respingón y apreciablemen...

Yo ERA uno de esos amantes...

Zorra con suerte y Tony se siguen viendo a escondidas de Pastor, el hermano de ésta, y mientras Tony se suelta en el sexo por primera vez, deciden buscar una novia para endulzar el carácter de "Melocotón..."

“¿Qué es eso que viene por ahí…? ¿Un robot con una escoba metida en el culo…?” Eso, fue lo primero que pensó Traviesa la primera vez que le vio. Un chico que aparentaba más edad de la que tenía, muy alto, con el cabello corto y ondulado, casi rizado, y de color anaranjado, con gafitas redondas, chaleco escotado de punto, pantalones caqui, y que caminaba muy erguido. Demasiado erguido, estirado sería la palabra. Y serio, muy seriote. Traviesa estaba caminando por los terrenos de la universidad, buscando el e...

Aquella mujer que conocí después de tener sexo

La vida actual está llena de rapidez, carreras, urgencia por terminar cuanto antes. Optimizar el tiempo, dicen. Eso hace que el juego de la conquista a veces se invierta.

Adelaida me cubrió de besos antes de llevarme a su casa, cogido de la mano, en un simulacro de complicidad entre dos amantes cuando en realidad éramos solo un hombre y una mujer recién encontrados con la urgente necesidad de aliviar nuestros anhelos sexuales.

Entré en su hogar sin descalzarme. Y ello fue algo que me advirtió con voz bien alta mientras subíamos en el ascensor, a la vez que me bajó la bragueta y me espachurró entre sus dedos mis testículos.

—Los zapatos, por favor —me recordó con...

Pueblos blancos

Es es un relato en el que homenajeo a la Andalucía blanca, la de fachadas encaladas, flores multicolores y mujeres de ojos negros. Ojalá Disfrutéis tanto leyéndolo tanto como lo hecho yo al escribirlo.

—————

——1——

—————

La psicóloga se acercó al gran ventanal que tapizaba toda la pared de su consulta, situada en el piso 48 de un edificio céntrico de la ciudad.

Afuera, el resto de edificios y casas que se fundían en la oscuridad del atardecer del otoño se vislumbraban confusss entre la lluvia gruesa y densa que caía. Las gotas golpeaban contra el cristal con miles de toques apagados.

Dentro de la consulta, la melodía especial que estaba terminando hizo que la psicóloga se alej...

Ibiza

Aquel verano del 82 en Ibiza fue uno de los que mejor recuerdo. Allí despertó en mí una insaciable necesidad de mostrar mi cuerpo y mi sexo en público...

De aquella experiencia guardo un buen recuerdo.

Ocurrió durante nuestro viaje a Ibiza. La Eivissa de antaño. La teníamos muy cerca —la ciudad— del conglomerado de pequeñas casitas encaladas y tejados de rojo anaranjado que brotaban como setas albinas de las faldas de un acantilado verdoso, una de las cuales habíamos arrendado. Sol enorme desparramándose a base de lametazos ardientes, refulgiendo en el encalado como rayos cósmicos, cegadores. Calor bestial, de los que invitan a tumbarte desnuda sobre e...

Deseo entre las dunas

Trata de como una pareja de jóvenes "pasa el día" un caluroso mes de Junio en la playa.

Deseo entre las dunas

Todo comenzó un caluroso día a principios de Junio, donde ya se habían acabado las clases y  en el que mi novia y yo teníamos planeado ir a la playa con una pareja de amigos, todos con 18 años y universitarios. El plan era coger el coche y conducir los escasos 30 Km que hay desde nuestro pequeño pueblo hasta llegar a la playa, pero el día no empezó todo lo bien que habíamos planeado. Eran las 9 de la mañana y estábamos ansiosos por aprovechar el día, teníamos programadas un montó...

Haciendo travesuras

Su humedad me había mojado las piernas y mi vagina la sentía a punto de estallar, mi temperatura aumentó un poco debido a que algunas gotas de sudor comenzaron a invadir mi frente. Tome sus manos y las lleve hasta mis senos para que me acariciara, jugaba con mis pezones y cerré los ojos a tan agrada

HACIENDO TRAVESURAS

Los días siguieron pasando y los “juegos” con mis amigos ya empezaban a ser para mí algo normal y cotidiano que en verdad disfrutaba. Las caricias que recibía y las tardes donde masturbaba a mis amigos se hacían una delicia y cada vez que anochecía ya deseaba que fuera otra vez de día para seguir practicando esas sesiones de besos, caricias y semen.

Ya sabía que no faltaba mucho para que perdiera la virginidad pero aún no sabía cuál sería el momento adecuado para hacerlo ni c...

El ascensor

Alguna vez la propia realidad supera la fantasía.

Puede parecer fantasía, no lo es. A veces muy pocas, la vida nos da inexplicables sorpresas  tan sorprendetes como un sueño .

Fué tan real como posiblemente irrepetible. No soy un adonis, caigo bien solo eso. Ambos sabíamos que jamás volveríamos a vernos.  Quizá por eso y solo por eso, ocurrió lo que ocurrió.

Era el ascensor de un edificio de oficinas en la zona de Azca, donde me encontraba ocasionalmente haciendo unas gestiones, no se me olvidará martes  17:30 horas. Me subí camino de la planta...

Zona wi-fi

Una historia real

No es que me gusten mucho los portátiles, pero alguna mañana, con el buen tiempo, cojo el mío y me voy a una terraza de un bar del pueblo que tiene zona WIFI, allí me entretengo un par de horas con mis cosas mientras me tomo un par de cafés. Al tiempo que salgo un rato de mi casa.

Naturalmente a esas horas, salvo un par de despistados y la gente que desayunaba antes de ir al trabajo, apenas había nadie, y menos en la terraza exterior, lo que me permitía concentrarme en mis cosas.

Pero aquella ma...

Mada, mi diosa

Primera historia de Mada y yo, donde os hago partícipes de un polvazo que echamos con tintes de dominación light

El tren llegaba con retraso, como siempre, no demasiado retraso pero el suficiente para que se me antojara eterno. Llevaba más de veinte minutos esperando cuando la megafonía de la estación anunció la llegada del tren, ¡¡por fin!!; En breves minutos vería a mi chica...

Mada, mi novia, venía este fin de semana después de tres semanas sin poder hacerlo por culpa del trabajo... Pero, os pongo en antecedentes: Mada y yo (me llamo Dani) llevamos saliendo poco tiempo, concretamente cuatro meses, pero nos co...