Hotel II
Terminando con la aventura de la excursión fin de curso, o no?
Allá iba yo con toda la corrida en la boca.
De la mano llevaba a mi acompañante, ignorante de todo lo que tenía en mente hacer.
Cuando llegué a la otra habitación todo lo que fui imaginando lo descarté y comencé a maquinar otras situaciones que nada tenían que envidiar a las primeras.
Senté a mi amiga en la butaca negra que había en la habitación.
Escupí un poco de corrida sobre sus tetas, dejando que se deslizase hasta su ombligo.
Mientras iba resbalando lentamente yo había d...