Una Mano Fortuita
Como por solo un gesto pueden cambiar todos los planes, solo dos desconocidos que en la oscuridad de una discoteca, se dan la mano y entrelazan sus dedos, sin saber adónde les llevara ese camino, sin importarles, pensando más que en el hoy, pensando en el ahora, en el instante que sus manos se unen.
Una Mano Fortuita
Estaba bailando solo como siempre, ya que con la edad había entendido que no podía contar con nadie más que conmigo mismo, a mis amigos no les gustaban las discotecas y no había forma humana de convencerlos de ir, ni un solo día. Así que me iba yo solo al pueblo de al lado, que había más marcha y nadie me conocía para meterse conmigo luego después por ir solo a las discotecas. Que la verdad sí que era un poco triste, la única pega del plan era que si bebía mucho tenía que coger...