¡Sorpresa!
Ve a casa y descubre la sorpresa que te espera
Un día de tantos que hablamos disimuladamente consigo sonsacarte la dirección exacta de tu casa.
Es viernes, al salir de clase, se me ocurre pasar a hacerte una visita.
Timbro. Me abre la chica que limpia. Pregunto por ti, no estas pero me deja pasar.
Ella se va.
Me siento en la mesa de tu despacho, cojo en la mochila las tareas y me pongo a hacerlas.
Pronto me aburren y pensar que pronto llegarás a casa me excita mucho. Aparto las cosas, me reclino en la silla, separo las pie...