Relatos de un abuelete cahondo

Los "milagros" que puede hacer una prótesis de pene

Relatos de un abuelo cachondo

PARTE PRIMERA - Mi prótesis de pene

¡Joder! ¡Joder! ¡Y tres veces joder! Eso de tenerme que ir de este mundo sin saber lo que siente un mujer cuando es penetrada por una hermosa polla de 22 cms. ¡Por lo menos! y del grosor de una "morcilla de Burgos", me subleva y me enajena tanto, que a veces no lo puedo resistir.

El caso, es que no soy maricón. ¡no, no! ni mucho menos; he follado tanto en mi vida, que he llegado al éxtasis de los placeres del macho; p...

Flor, mi psico

De como inspeccionando mi inconsciente ella comenzó a desearme.

Hace ya unos años que Flor me aconseja. Ella es de pelo castaño, tiene lindos pechos y un cuerpo aceptable para su edad y sus hijos.

En un principio no le di mayor importancia a su aspecto ya que cuando empecé a atenderme estaba enamorado aún de otra chica. Aunque sí me detuve en el detalle de que fuera mujer. Eso en algún punto era importante para mí.

Luego de muchísimas sesiones donde se trataron temas diversos, nuestros saludos comenzaron a ser más amigables, abundantes de besos y abrazos. Ob...

Lo que pasa en Italia se queda en Italia (o no)(3)

Lola en FLorencia, el impertienete de su marido sigue molestando, Lola recibe el consuelo de sus compañeras y la reconfortan...

Repuesta del rato pasado con su alumno, repuesta de braguitas y volviendo al plan original de desayunar, Lola se bajo al comedor donde el panorama era desolador, los alumnos ni habían madrugado (por lo menos para desayunar) ni los acompañantes se les veía con ganas de empezar a organizar el desbarajuste.

Julia su compañera y Carol la guía, desayunaban ajenas al resto de la sala, con sus ojos clavados la una en la otra y haciéndose bromas con la comida.

En otra mesa Juanjo, Gema y Rosa giraron la...

Lo que pasa en Italia se queda en Italia (o no)(2)

Sigue el viaje por Italia,... presentados los personajes Lola tiene que hacer de maestra responsable...

Lola se durmió relajada, y despertó por primera vez en mucho tiempo sin sus braguitas y con el camisón casi enrollado alrededor de su cuerpo,… un pecho salía por su escote y su sexo se mostraba impúdico y brillante fruto de la humedad.

No habían dado las siete, hora a la que abría el buffet de desayunos así que decidió levantarse para aprovechar el día antes de que los 30 alumnos y los 3 acompañantes se levantasen.

Se puso la camisola que había traido y que le cubría medio muslo, no se puso su r...

Desperte tarde al sexo VIIII

Mi primera y unica relacion lesbica.

Quede traumatizada por culpa de aquellos chicos que despues de follarme los dos a la vez me dejaron tirada como a un perro, a pesar de que mi coño seguia hirviendo a la minima, no tenia ganas de volver a hacerlo con nadie, calmaba mis calenturas pajeandome y metiendome en el chocho cualquier cosa, llego a entrar dentro de mi hasta un bate de beisbol por la parte ancha. Ni siquiera me anime a follar durante la boda de mi hija, y eso que tuve muchas oportunidades con los amigos del novio.

Sin embargo mi...

Adicto al sexo (Parte quince).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la quince de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Aquel periodo terminó cuándo empecé a mantener contactos regulares con Yanet, una joven de origen centroamericano y piel mestiza que, después de disfrutar de un primer periodo de estancia de tipo turístico para poder pasar unos meses con su hermana Tania, había conseguido un permiso temporal de residencia. La chavala acudió a mi domicilio para entrevistarse con mi madre después de leer en un periódico el anuncio que mi progenitora había puesto en demanda de una asistenta que, por la tarde, se ocupara de det...

Desperte tarde al sexo VII

Dos dentro de mi que gusto

Mi hija sabia y aprobaba que le pusiera los cuernos a su padre, aunque no sospechaba la frecuencia con la que follaba a extraños. Mi vecinita Yudi a la que ya consideraba como otra hija (venia a mi casa a cambiarse para salir pues sus padres eran muy conservadores), si que lo sabia aunque no entendia porque no lo hacia con el putero de mi esposo, ella lo veia todavia atractivo y yo le decia que cuando quisiera podia tirarselo.

Llego la despedida de soltera de mi hija, al ser la mayor de todas decidi v...

Adicto al sexo (Parte catorce).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la catorce de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Aún no había roto con Yolanda cuándo conocí a Carolina ( Carol ), una preciosa joven de cabello claro, altura y complexión normal, que era unos meses mayor que yo y vivía a casi doscientos kilómetros de distancia pero que tenía familia en la ciudad en la que yo residía a la que solía visitar dos ó tres veces al año. Al sentirnos fuertemente atraídos, el tener que vivir separados y muchas veces sin otro contacto durante semanas que el postal y el telefónico, no fue ningún obstáculo para que decidiéram...

El hombre sin miedo VI

Nuestro amigo Montoya empieza a unir las piezas del puzzle. Final de esta serie, Espero que os haya gustado.

El hombre sin miedo VI

No pude descansar mucho, después de todo lo ocurrido durante el día de ayer, aunque estaba cansado, no podía deja de pensar en la conversación del sargento aquél desconocido, no pude verlos porque suponía exponerme demasiado, pero estaba cada vez más cerca.

El insomnio hizo que decidiera ir un rato a una especie de gimnasio improvisado en un barracón cercano, por razones de seguridad no podía salir a correr por ahí que era lo que más me gustaba, por lo que tenía que de...

El poker de la muerte. Lupe Vargas 3.

El amor y el sexo cambia las prioridades de Lupe, tiene miedo a morir. Un wester porno erótico

El poker de la muerte.

Lupe Vargas 3.

Lupe no sabía cómo atacar a Alan Taylor. Antes no le hubiera importado morir matando, pero había cambiado con el amor de Kate y deseaba vivir. Por eso había aumentado su prudencia, y si bien seguía practicando con las armas, dedicaba casi todo su tiempo a pergeñar planes para poder acabar con su venganza.

Lily les vino a ver. Aprovechó un viaje por vestidos y lencería para quedarse una noche con las mujeres. Durante la cena, las cinco fueron haciendo...