Con mucho vicio dentro de mí (Parte 01).

Esta semana comienzo a publicar una nueva historia que espero sea del agrado de mis lectores y esta vez es en riguroso estreno. Espero vuestros comentarios.

A pesar de que las damas me consideran arrogante y atractivo y que, al encontrarme dotado de unos meritorios atributos sexuales, me suelen decir que soy un tío cojonudo y que estoy “buenísimo” ó “para mojar pan”, mis inicios no fueron fáciles y me resultó complicado conseguir que se abrieran de piernas para ofrecerme su “arco del triunfo” con tanta asiduidad como demandaba mi libido.

Debo de comenzar reconociendo que, siempre que me cruzo por la calle con una fémina de buen ver y la miro con detenimie...

Haberlas, las hay (Parte 3).

Tercera parte de una nueva historia más breve pero no, por ello, menos interesante que las que hasta ahora han podido leer mis lectores. Espero vuestros comentarios

Cansado de metérsela una y otra vez y habiéndome dado cuenta de que el ojete de la agraciada camarera se me ofrecía considerablemente abierto y dilatado, en cuanto mi verga volvió a salirse de su apetitosa cueva vaginal, se la coloqué en el orificio anal y sin tener que realizar mucha presión, se la conseguí “clavar” entera. Bárbara emitió algún leve quejido según se la iba introduciendo mientras Andrea, en pleno orgasmo, la agarrara con fuerza del cabello para obligarla a intensificar más sus lamidas y la...

El viaje que me cambió la vida (Parte 23).

Fiel a mi cita semanal publico la parte veintitres y última de una de las historias que he escrito más recientemente y que espero haya sido del agrado de mis lectores.

Pocos días más tarde conocí a Zoraida, una fascinante joven de cabello moreno a media melena, alta y delgada, que, aunque había nacido en España, era hija de madre asiática y padre árabe por lo que conservaba en su rostro la mayor parte de los atractivos orientales. Una tarde me paró en la calle y me pidió educadamente un cigarro. A cualquier otra mujer se lo hubiera negado por muy atractiva que fuera diciéndola que era un vicio caro pero, en cuanto me fijé en sus facciones, se lo di, la ofrecí fuego y me d...

No existen límites...(segunda parte)

No existen la vergüenza, no exista la moral, no existe las normas de la sociedad, no existe un NO por respuesta...

Mi cuerpo buscaba el roce de sus dedos en mi interior, buscaba que ellos se introdujeran más y más en el fondo de mí, buscaban más el placer del roce en mis paredes vaginales, él movía sus dedos en mi interior de forma circular y hacía arriba, en dirección a mi clítoris, mi cuerpo sufría de espasmos por el placer que me daban sus dedos y boca, yo jadeaba, quería más…mucho más…

Mi cuerpo hacia que cada embestida fuera más salvaje, más fuerte, más posesiva, estaba mojadisima, el gemía y yo también, ahog...

No existen límites...

No existen la vergüenza, no exista la moral, no existe las normas de la sociedad, no existe un NO por respuesta...

Soy una chica que tiene 25 años, de contextura delgada, pelo largo castaño y ojos de color café, de piel pálida, estatura: 1.57, de bonitas piernas y lindos ojos, según mis colegas y los piropos que me lanzan los hombres en la calle, mis medidas son 96, 72, 94. En resumen, me considero una mujer normal físicamente. Soy una persona de carácter fuerte, directa, decidida, risueña, amable y honesta.

Soy secretaria de una gran empresa, mi jefe, el dueño de ésta. Un hombre de 40 años, abogado, físicamente d...

El secreto de mi sirvienta

Una chica de quince años vive una vida normal sin darse cuenta de lo que la ama de casa hace a escondidas

Me llamo Camila y tengo quience años, vivo en con mis padres en un apartamento de clase media alta asi que nos va bien aunque no los vea mucho en la semana, mi vida no se sale de lo usual pues voy al colegio y salgo con mis amigos.

Hoy no iba a ser la excepcion pues usualmente llegaba como a la una de la tarde a mi casa donde me resivia Marta, la empleada de nosotros, una mujer de treinta y tantos años muy amigable, ella era de piel morena clara y cabello rubio castaño; poseia unos ojos penetrantes de...

El viaje que me cambió la vida (Parte 22).

Fiel a mi cita semanal publico la parte veintidos (la penúltima) de una de las últimas historias que he escrito y que espero sea del agrado de mis lectores.

Para aumentar aún más mi desasosiego me vi en la obligación de viajar a cierta capital europea por motivos laborales. Aunque mi estancia fue corta, cuatro días, pude comprobar que las asiáticas que residían en esa ciudad se comportaban de forma similar a las que vivían en su país de origen puesto que, cada vez que subían al Metro, se emplazaban cerca de una de las puertas de acceso y manteniendo la mirada baja parecían esperar a que algún hombre decidido se acercara a ellas con intención de acosarlas, sobar...

Haberlas, las hay (Parte 2).

Segunda parte de una nueva historia más breve pero no, por ello, menos interesante que las que hasta ahora han podido leer mis lectores. Espero vuestros comentarios

A la mañana siguiente ninguno de los dos oyó el despertador y nos dormimos. Fue Andrea la que me despertó cuándo se levantó para ir al cuarto de baño, lo que me obligó a quitarla mi mano de la raja vaginal y se dio cuenta de la hora que era. A pesar de las prisas aún tuvo tiempo para “bajar al pilón” con intención de beberse mi primera meada del día mientras me chupaba la pirula antes de que me la meneara, me sacara una nueva lechada y me viera echarla al ducharnos juntos.

Como suponíamos que nos íbam...

Por fin el encuentro

ENCUENTRO EL: Amada mía, el día que ya estés lista quisiera que mis manos escribieran historias en tu piel y quisiera darte besos y caricias en la espalda diciéndote las más grandes verdades sobre ti, con palabras sencillas y candentes y que con el paso de mis dedos, poder medir cada parte de tu cue

Cariño, llegó el momento que estábamos los dos esperando desde tanto tiempo. El momento que estuvimos charlando, fantaseando, ilusionando. Por fin llegó a ser realidad. Hoy deseo que no te preocupes por nada. Seré lo más dócil, gentil contigo, para que te sientas como una verdadera mujer. Para que todo el tiempo que no has sentido placer, amor, entrega, pasión hoy sea el día que más recuerdes en tu vida.

Amor, nuestra primera cita debe comenzar con un brindis a nuestra amistad, a nuestros sueños y a...

Un trío inesperado II (¿y fin?)

La noche, que comenzó bien, continúa.

Esta es la segunda parte de la historia. Te recomiendo leer la primera si no lo has hecho para no perder el hilo: http://www.todorelatos.com/relato/101635/

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Click. Se oyó el pestillo de la puerta, que nos habíamos olvidado de cerrar. Ainhoa y yo volvimos las caras hacia la puerta, con el corazón en un puño… apoyada en la puerta, que acababa de cerrar, estaba Carmen.

Ni disimulo...