Con mucho vicio dentro de mí (Parte 06).

Sexta parte de esta historia que confío sea del agrado de mis lectores. Espero vuestros comentarios.

Aún estaba evacuando cuándo pasó por detrás de nuestra posición una pareja muy embelesada. La joven, que caminaba lentamente con las tetas al aire, se iba “morreando” con su acompañante que no la dejaba de tocar el culo a través de su corto vestido. Me imaginé que allí iba a ver tema y del bueno por lo que hice un gesto a Damián y a Fernando y en cuanto oculté mis atributos sexuales en el calzoncillo y el pantalón, les seguimos. Unos metros más adelante la pareja se detuvo y el varón, que más tarde nos ente...

Con mucho vicio dentro de mí (Parte 05).

Quinta parte de esta historia que confío sea del agrado de mis lectores. Espero vuestros comentarios.

Pero, después de un verano en el que me prodigué en pajearme en solitario para poder aliviarme los “calentones” que me producía tanta niña mona ligerita de ropa con la que me cruzaba en la calle y en las piscinas, al comenzar el siguiente curso me encontré con la sorpresa de que aquellas cuatro golfas habían dejado el colegio para que Brenda, Noelia y Rita pudieran cursar unos estudios más específicos mientras la cautivadora Nicole había regresado a su país de origen. Como me pasaba el día empalmado y sumam...

Verano en la casa rural (2 de 2)

Filial. Los acontecimientos se precipitan hacia su final. Los principios y creencias de Francisco se derrumban por completo, mientras que su prima, obteniendo lo que quiere, se muestra triunfante ¿o no es así?

VERANO EN LA CASA RURAL (parte 2 de 2):

Domingo, 15 de Agosto. Tarde. Diario de Francisco

No he sido capaz. No me he confesado. Soy un imbécil, me ha faltado valor para confesarle mis pecados a un cura que no conozco. Sólo confío en el padre Rafael. He asistido a misa con mamá y papá, pero no he entrado al confesionario.

Me estaría bien empleado. Si esta noche me muero, voy derechito al infierno por estar en pecado mortal.

Qué asco me doy.

Domingo, 15 de Agosto. Noche....

Una pequeña debilidad (5)

Fué entonces cuando al viejo casi se le para el corazón, al ver a la Señora Rivera enfundada en uno de los trajes que usaba para ir a la oficina, se veía impresionante, con una blusa blanca que no podía contener sus hermosos y grandes senos y una minifalda de sastre que mostraba ...

Fué entonces cuando al viejo casi se le para el corazón, al ver a la Señora Rivera enfundada en uno de los trajes que usaba para ir a la oficina, se veía impresionante, con una blusa blanca que no podía contener sus hermosos y grandes senos y una minifalda de sastre que mostraba en toda su magnitud aquel par de hermosas nalgas, que eran resaltadas aún más por los zapatos de tacón que usaba...

  • ¿Qué diablos quiere señor Muñoz!! - pregunto la ejecutiva, bastante molesta y con un gesto amenazador prosig...

Una pequeña debilidad (4)

¿Te acuerdas de mi hermosa? - Susurró con una voz ronca desde atrás de la ejecutiva, prometeme que no gritarás y no te pasará nada hermosura, no quiero hacerte daño. Y luego de que la ejecutiva asintiera con la cabeza levemente la fuerza del viejo fue disminuyendo hasta quitarle las manos de la boca

La intensa luz de luna que ingresaba por las amplias ventanas de la habitación mostraban con mucha claridad la figura muy bien formada de la ejecutiva que retozaba sobre las cómodas sedas de su amplio lecho, los movimientos de algunos sueños raros habían desordenado las blancas sábanas y se mostraban perfectamente sus voluptuosas formas enfundadas en aquella ropa interior de encaje tan sexy con la que tanto fantaseaban los hombres deseosos de poseerla.

Algunas gotas de sudor bajaban desde su fina fren...

Haberlas, las hay (Parte 7).

Séptima y última parte de esta historia que ha sido más breve pero no, por ello, menos interesante que las que hasta ahora han podido leer mis lectores. Espero vuestros comentarios.

Andrea y sus amigas consiguieron convertir el grupo en “vip” cuándo integraron en él a modelos, a conocidas periodistas de la prensa del “hígado” y a las novias y amigas de tres ó cuatro deportistas de élite. Era una autentica delicia ver a aquellas exuberantes damas en bolas y disfrutando mientras las iban metiendo todo tipo de “juguetes”, sobre todo bolas chinas, consoladores de rosca y vibradores a pilas para, cuándo se encontraban de lo más entregadas, ir rematándolas y vaciándolas por delante y por det...

Con mucho vicio dentro de mí (Parte 04).

Cuarta parte de esta historia que espero sea del agrado de mis lectores. Espero vuestros comentarios.

Sabía que Brenda era muy estricta y que no la gustaba andarse por las ramas por lo que, desde el día siguiente, al llegar la hora del recreo no me quedó más remedio que irme acostumbrando a acompañarlas a un cuarto de baño femenino que, emplazado en un ala del colegio, estaba quedando en desuso por su tenue iluminación aunque lo mantenían limpio. Allí me hacían quitarme el pantalón y el calzoncillo para que las enseñara el ciruelo y los huevos que, una a una, me sobaban mientras me obligaban a retener la sa...

Hija de Artemis (2)

La venganza de la diosa cazadora a comenzado... tras derramar su leche los hombres de kalokaido caerán uno a uno hasta llegar a los 25...

Así me gusta querida Andromaca, después de tanto tiempo al fin tu venganza, mi venganza será servida…

  • ¿Qué venganza?- Morgan se incorporó de golpe en la cama, la cabeza le daba vueltas y aún sonaba esa voz escalofriante en su cabeza… había sido una pesadilla y para colmo no se acordaba ni de cuando había regresado a casa. Tan solo podía recordar… ¡o dios! ¡Le tocó la polla a un morenazo en la discoteca! Invadida por un placer exquisito al recordar el tacto de aquel pene erecto comenzó a dar vuelta...

Hija de Artemis (3)

Después de una pornográfica escena en la trastienda del pub del puerto Morgan se da cuenta que no solo se a tirado a un fornido hombre, sinó que además ese hombre puede ser "EL HOMBRE" pero esa misma noche algo extraño comenzará a suceder...

Después de que Morgan se vistiera torpemente entre dos coches aparcados en la parte trasera del pub, el fornido camarero salió por la puerta.

- Casi nos pillan preciosa- rió mientras se subía la bragueta y se acercaba a ella.

- Se me ha puesto el corazón a mil…- dijo Morgan entre risillas.

El camarero la agarró por la cintura y se dispusieron a caminar por el puerto sin un rumbo fijo.

- ¿Cómo te llamas? Suena raro preguntártelo ahora, después de la escena que hemos protagonizado en l...

Haberlas, las hay (Parte 6).

Sexta parte y penúltima de esta historia que es más breve pero no, por ello, menos interesante que las que hasta ahora han podido leer mis lectores. Espero vuestros comentarios.

Pero, un año después de nuestro viaje de fin de estudios, Andrea comenzó a demostrar interés por ciertas féminas que llegó a reconocer que la gustaban y motivaban tanto como los hombres por lo que, sin dejar de atenderme en mis necesidades sexuales y después de sufrir varios “patinazos” con algunas supuestas bolleras que resultaron ser heteros, decidió empezar a aprovechar su bisexualidad manteniendo contactos regulares de tipo lesbico con algunas de sus amigas y de sus compañeras.

Unos meses más tard...