Los pies de Daniel

Él Buscaba a mi hermano. Traía puesto su uniforme de la escuela: camisa blanca desaliñada, pantalones negros, zapatos negros de cuero y su suéter en la cintura. Era un niño rubito de sonrisa amigable.

Él Buscaba a mi hermano. Traía puesto su uniforme de la escuela: camisa blanca desaliñada, pantalones negros, zapatos negros de cuero y su suéter en la cintura. Era un niño rubito de sonrisa amigable.

—¿Está Miguel?—Preguntó.

—¿Quién lo busca?—dije.

—Voy en su salón. Me dijo que podía venir—respondió el chico.

Si iba en la mismo salón que mi hermano, eso quería decir que también tenía once años.

—No lo ha traído el autobús aun. ¿Y tu por qué no estas ahí?

—Tuve que ir...

Sex Shop

Mi hijo me ha acompañado a un Sex Shop para comprar un juguete. El dependiente fue muy amable y atento.

Antes que mi hijo sacara de dentro de mi lo puta que soy, tenía una vida sexual con mi marido de lo más normal, un par de polvos a la semana mas o menos y nada más. Pero desde aquel primer día en que me cogió por primera vez, mi vida sexual ha dado un giro total.

Ahora mantengo una relación con mi marido y mi hijo totalmente normal, unas veces me follan entre los dos, otras veces, mientras mi marido está sentado tranquilamente en el salón de casa, justo a su lado mi hijo está sentado en el silló...

El regalo

una chica de la red cumple cada una de las fantasias de este hombre.

Fue como un regalo del cielo.

Conocer a esta chica y cometer todas mis fantasías sexuales era algo que no estaba en mis planes.

Todos los hombres pensamos en hacer cosas con nuestras mujeres que ni por asomo les proponemos. Pero ella no era así, un día la conocí, entablamos amistad, me gustaba hablar mucho con ella, siempre, de temas sexuales, nos reíamos mucho y lo que empezó como una simple amistad, un día llegó a algo más que no sabría describir exactamente bien. Simplemente, me dejó ca...

Aniagua

Alex recuerda como un encuentro de la niñez marcará el resto de su vida fetiche.

ANIAGUA

Los matanceros, así se les conoce a los habitantes de la Matanza de Acentejo estábamos de fiesta, siempre era un acontecimiento esperado, todas las casas del pueblo se engalanaban con guirnaldas de flores, las esterlicias estaban en su esplendor se cruzaban en guirnaldas de hojas de parra doradas por el otoño. Mi abuela Dihya me había contado muchas veces la historia de nuestro pueblo: ….." Siempre has de saber que nosotros los aborígenes nunca nos rendimos , los castellanos quisiero...

Un encuentro con Mariel

Despues de años disfrutamos el uno del otro por primera vez. Tan bonita como siempre, de la cabeza... a los pies.

Fuí a hacer un trámite en una oficina pública, y la mujer que me atendió no supo darme una respuesta, así que preguntó a una de las chicas de la sección si podía ayudarme. Miré hacia allí y ví que era Mariel.

Ella había estudiado conmigo en la Universidad y hacía muchos años que no la veía. Sabía sí, que estaba separada y sola.

Mientras le respondía la inquietud a la empleada que me había atendido, miró hacia donde estaba yo, me reconoció, sonrió, y esa esplendorosa sonrisa inundó el lugar....

Juegos que terminan bien...

Como terminó mi cama luego del relato de Sandrita. Una fiestita de sexo mechado con cosquillas, juegos, sabores, humedades y piecitos deliciosos.

El descenlace del relato de Sandrita.

Después de la aventura de Sandrita con la verga monstruo, cuando terminó el relato, nos pusimos a jugar a las cosquillas en la cama. Marilú, solo con la blusa y sin bombachita me empujaba con los pies para hacerme caer, pero yo le agarré los deliciosos piecitos para hacerle cosquillas, hasta que me pidió por favor que parara.

No le hice caso y seguí, mientras que Gina acudía en su defensa y me pegaba talonazos en la espalda, con esos pies que tanto me g...

Pies bonitos. Verga inmensa

Sandrita pajeó a un cliente con los pies... pero que pedazo!

Sandrita entró en mi departamento apurada y llamándome. Mi bunker ya convertido en el centro de operaciones de la Banda, como nos habíamos bautizado las once chicas y yo, con Gina a la cabeza, que eran mis amigas y proveedoras de sus pies para mi vida fetichista. Todas, trabajadoras de la noche, con autonomía, cada cual con sus clientes, pero unidas y separando las cosas, el trabajo, la amistad y el placer.

Yo estaba en el dormitorio, acostado sobre el vientre, y gozando de comerme los deditos d...

Vibrador para sexo con los pies

Una publicidad nos dio una idea para que Regina me pajeara con los pies, sin cansarse.

Estaba una tarde, sin nada que hacer, aburrido en casa de Gina, que había ido a hacer un domicilio, junto a Regina, una de las socias principales de mi amiga, con la que se cubrían en la atención de los clientes más firmes y prestigiosos de cada una.

Regina es una pelirroja, alta, muy delgada,  con un culito redondito y firme, hermosas tetas, muy duras, grandes y tentadoras. Las piernas perfectas, largas e interminables y con las que enloquece a sus clientes, ya que además tiene una gran flexibi...

Mi novia quiere un masaje en los pies...

Si lo hago bien tendré mi recompensa.

Somos una pareja joven del sur de Europa con una gran complicidad, sinceridad y confianza, que descubrió que, aunque nuestra vida sexual es muy satisfactoria, follar con otras personas complementa nuestra dieta sexual, como las vitaminas.

Él (descrito por ella): Es un chico de 175 cm y 25 años, es delgado de ojos morenos y unos hoyuelos que me hacen derretir. Una mirada sincera y un culo firme de ciclista que nunca puedo evitar tocarlo.

Ella (descrita por él): Es una chica de piel morena, c...

En el metro

Lo sensual que puede resultar disfrutar del metro...

Me gustaría compartir una experiencia que he vivido viniendo a casa desde el trabajo. Suelo aprovechar los trayectos en transporte público para leer, aunque reconozco que también utilizo el espacio como un observatorio humano, donde la sensualidad alcanza cotas altísimas, a mi parecer.

Había encontrado esta mañana un libro interesante que me había propuesto comenzar a leer sin dilación así que, lo abrí nada más sentarme en un asiento del andén esperando el metro.

Era tarde, pasadas las nuev...