Laura, mi juguete (5)
Tarde en el hotel.
Llegamos al hotel, eran aproximadamente las seis de la tarde, entramos y comprobé que mi Laura estaba muy buena con ese maillot ciclista sin nada debajo, se le marcaba todo absolutamente todo y llamaba quizás más la atención así, que si hubiese ido desnuda, después de la burocracia pertinente a la recepción nos dieron nuestras llaves y nos dirigimos a nuestra suite, al parar el ascensor en la tercera planta mire nuestro número, la trescientos siete, y le dije secamente:
Al suelo, a cuatro patas...