Usada

Como el cabrón de mi novio permitió me usaran y me sobaran...

La otra noche salí con mi novio a un pub heavy que hay por el puerto.

Serían las 12 de la noche,yo en el portal le esperaba con mi mini falda vaquera,mi blusa de sociedad alcoholica,mis coletitas y mis botas,iba realmente sexy,como le gusta a mi novio,que fuese probocativa.

En la espera pude obserbar como un grupillo de chicos que estaban bebiendo un poco mas abajo de mi portal,en una escalera,me hacían señas y silbaban diciendome piropos y cosas obcenas.Yo hize caso omiso y seguía mirando...

Como me convertí en una perra esclava (3)

Tercera entrega de mis experiencias REALES en el campo de la sumisión.

( Nota aclaratoria: Aunque este relato bien pudiera leerse de forma independiente , aconsejaria se leyeran los dos relatos precedentes para una mejor comprensión de la relacion existente entre mi Señor y yo , y mis motivaciones a someterme a sus deseos...)

Bueno esta ya es la tercera parte de mis aventuras. Hablando con mi señor, me ha aconsejado que continuara narrando mis experiencias en orden cronológico

Pero a decir la verdad me salte algo muy importante de mi iniciación que creo que o...

Del diario de mi sumisa (4)

Continua el relato de las actividades de perra en celo.

30 de abril.- Es tiempo de seguir trabajando en el adiestramiento de la perra, ella día a día reafirma su condición ella esta convencida de ser una sumisa completamente entregada a su AMO y SEÑOR.

amo, hoy por la mañana sali a conseguir el material requerido, procedí con el procedimiento en la forma indicada, marqué el camino a seguir, colocando el recipiente al final del mismo, posteriormente acomodé la venda sobre mis ojos y comencé a tomar las pelotas con mi hocico, una a una y a cuatro patas...

La putita de Silvia

Un joven de 18 años, luego de una noche de alcohol se convierte en la putita de silvia, un travesti dominante.

Tenía en ese entonces 18 años. Mis padres me compraron un departamento en otra ciudad para que fuera a la universidad. Pero realmente no me gustaba. Amaba vivir solo, pero no me gustaba estudiar. Mis días los pasaba sin hacer nada, me gustaba la libertad de mi departamento, andar desnudo, tener todo el porno posible en la computadora y esas cosas.

Salía a boliches y bares casi todos los días, pero siempre volvía solo. Nunca tenía suerte con las mujeres y siempre terminaba borracho en mi departam...

Laura, mi juguete (6)

Comienza la noche del sabado.

Me desperté aproximadamente sobre las diez de la noche y comprobé que mi "paquete" estaba al lado mío, perfectamente embalado, no era un sueño, era verdad tenía a mi lado un pedazo de mujer a la que le gustaba estar atada y empaquetada casi más que a mi atarla y empaquetarla, me di una ducha y pedí que nos subieran la cena, me acerque a la cama y comencé a despertarla soltándole las correas y dándole con mi pene ya erecto en su cara, ella hacia esfuerzos por absorberlo a través del pañuelo que cubría...

Un regalo de cumpleaños

Que harias si supieras que tu regalo de cumpleaños fuera una chica atada en tu cama.

Un regalo de cumpleaños

Que harias si supieras que tu regalo de cumpleaños fuera una chica atada en tu cama.

Pedro estaba leyendo el diario en su sala de estar esperando que comenzara el partido de la selección. Está un poco preocupado porque su esposa se ha olvidado que es su cumpleaños, y no es para tanto, son solo 5 años de casados.

En eso siente que Verónica, su esposa, le grita desde la habitación, para que vaya para allá, en unos cinco minutos. Asi que espera un ratito m...

La aventura continua

Despues de sus priemras pruebas ella penso rechazar el camino ahora despues de pensarlo decide seguir.

Cuando entré en "todorelatos" y me encontré que habías publicado sin mi consentimiento aquel  inicio de diario que te escribí hace ya más de un mes me sentí engañada y traicionada, me enfurecí contigo e incluso comencé a escribirte un correo en el que te decía de todo. No llegué a enviártelo; consideré que no merecía la pena; Además, si ya había decidido no volver a tener relación contigo no quería variar esa decisión por culpa de mi enfado, lo dejé pasar y juré no volver a ser tan ingenua de confiar...

Las cuatro habitaciones (1)

En la primera habitación, tumbada en la cama estaba una mujer con un escueto tanga y un sujetador que apenas cubría sus generosos pechos. Tenía los ojos cerrados, una sonrisa en la boca y se acariciaba con mucha suavidad, muy lentamente, como una gata perezosa.

Vestida tan solo con mi collar de perra, entré detrás de mi amo en aquella enorme habitación presidida por una gran cama con dosel. Tumbada en ella había una mujer, con un escueto tanga y un sujetador color malva que apenas cubría sus generosos pechos. Con los ojos cerrados y una sonrisa en su carnosa boca, se acariciaba con mucha suavidad, muy lentamente, como una gata perezosa.

Mi amo se detuvo en el centro de la habitación. Yo mantenía la cabeza baja, más por vergüenza que por habérmelo orden...

El principio de un castigo (2)

Seis errores… y yo que venía dispuesta a comerme el mundo… No me atreví a girarme para mirarle, mucho menos después de haberme dicho que ya le había mirado suficiente a lo largo de la noche

Seis errores… y yo que venía dispuesta a comerme el mundo… No me atreví a girarme para mirarle, mucho menos después de haberme dicho que ya le había mirado suficiente a lo largo de la noche… No le tenía miedo, ni mucho menos, después de tantas horas y tantas noches sentada frente al teclado hablando con Él, tenía mi confianza más que ganada, aún así, el hecho de que ésta era la primera vez que lo veía no me hacía estar muy segura de la situación y mucho menos de mí misma

Había imaginado mil vece...

La vecina del 19 H (5)

Mi vecina al contarme los pormenores de la relación con mi esposa no hace más que incentivar mis fantasías sexuales. (fotos)

LA VECINA DEL 19 "H" (Parte 5).

La siguiente parte de esta historia esta referida al grado de sumisión de mi esposa y la dominación ejercida por Mirta, mi vecina y amante. A través de las fotografías que se habían sacado me mostró el grado de placer que alcanzaban cada vez que se encontraban para gozar sexualmente. Se vestían con ropa de cuero, pelucas y antifaces. Cambiaban de roles disfrutando el máximo grado de placer y lujuria que podía experimentar una mujer en celo. Se flagelaban y explora...