La sumisa que hay en mí

Es sólo una historia, pero creo que sí hay una sumisa en mí.

Comencé como tantas otras tardes de ocio a leer los relatos de esta página hasta que me topé con uno que llamó mi atención a tal punto de dejarme completamente excitada. Así me he atrevido a contarles esta historia.

Aun cuando soy una mujer rolliza, soy bastante atractiva. Terminé hace poco una aburrida relación con mi ex novio. Digo aburrida porque las sesiones de sexo siempre fueron sumamente convencionales, y yo quería algo más.

Y eso fue lo que tuve cuando conocí a Max.

Nos encont...

Ana de vacaciones (8)

La semana de emputecimiento de Ana con Hicham.

Tras hablar con mi madre, me volví a poner el tanga ajustado, el vestidito amarillo y unas plataformas. Fui al ciber con la cámara de fotos. De nuevo estaban Emilio y Miguel, no había nadie más en el ciber.

Vaya, vaya si es nuestra puerca favorita. – dijo Emilio cuando entré.

Hola guapos. – saludé yo. – Traigo más fotos para mi web. ¿Podéis ayudarme a subirlas?

Claro, hemos subido las que te hicimos en el restaurante – dijo Miguel, mientras ponía el cartel de cerrado en la puerta...

Sumisa de corazón (2)

Diana es obediente, aunque a veces, un poco olvidadiza...

SUMISA DE CORAZON (II)

El calor, de nuevo ese calor sofocante. Y solamente eran un poco menos de las nueve de la mañana. Por la ventana entreabierta de la habitación de Diana se filtraba el ruido de algún camión al pasar por la carretera cercana, y la luz del sol iluminaba toda la estancia.

Diana ya estaba despierta desde casi una hora antes. No recordaba sus sueños, aunque el despertar como ella había despertado, boca abajo en su cama, una mano entre sus piernas abiertas y totalmente desnu...

Ana de vacaciones (7)

La hermana de Ana va camino del emputecimiento, y Ana conoce a alguien que le hara sentir sensaciones nuevas. Leer los relatos anteriores para poder comprender este.

Don Higinio me pidió que se la chupara muy suavemente, mientras oíamos como se iban a follar a mi hermana. Yo me saque las tetas por encima del vestido. Estaba muy excitada, las gomas elásticas me apretaba mucho los pezones. Antes de arrodillarme, me había subido el vestido por la cintura, para poder masajearme el clítoris, de vez en cuando me acariciaba los pezones, cada vez que lo hacia me dolía un poco, pero me gustaba.

Intente ser muy delicada con Don Higinio, él no quería correrse, simpleme...

La puta Paula

La historia de como una mujer es convertida en una puta muy cerda, capaz de hacer cualquier cosa. Beber meados, comer mierda, follar con perros.

Esta es la historia de Paula, una mujer de 40 años, a la que conocí a través de una pagina de contactos de Internet.

Ella es una mujer muy culta, empresaria, tiene un cuerpo muy bien cuidado, a base de buena alimentación y de su gimnasio casi diario.

En el momento en que nos conocimos, ella tenia pareja, y vivía con él.

Ella tenia fantasías de ser tratada como una puta, y se sometida. Yo tengo 33 años, y experiencia en la dominación, buena presencia, soy una persona bohemia, muy imag...

Fueron sus ojos (2)

A pesar de mí, volver a ver al enigmático desconocido, para su disfrute.

Llamé a Charo para despedirme, diciendo que en la noche anterior, de pronto me encontré sola y me fui a casa. Me quedé tranquila porque me contó que había hablado con todas nosotras para despedirse y, sin embargo, no encontré ningún indicio de que supiera nada de lo que me ocurrió.

Desde aquella noche, no paré de pensar en la llamada. Sabía que, tarde o temprano, recibiría una de aquel tipo que me había follado salvajemente en su coche... Fui autoconvenciéndome del error que cometí aquel día y d...

Todo queda en familia 4: Placer por partida doble

Pasaron exactamente treinta y siete exasperantes minutos desde que mi hermano se sentó delante de la tele hasta que sonó el timbre. Todo pasaba a velocidad de tortuga, como si el reloj se burlase de mí y el tiempo fuese hacia atrás. Pero por fin, a las once y treinta y tres exactamente, llamaron a la puerta. Me excitaba y me asustaba pensar en quién iba a usarme... Javi se puso en pie con tranquilidad y cogió mi correa. Tiró de ella y me hizo arrastrarme hacia el recibidor.

Todo queda en familia 4: Placer por partida doble

CRIS

Cuando mi padre volvió a verme actuó como si no pasase nada. Yo no quería sacar el tema, me sentía completamente avergonzada, y esperaba que él tampoco lo hiciese. Afortunadamente, aquella noche fuimos la familia normal de siempre.

Pero, si aquello me sorprendió, aún más extraño fue lo de Javi. Durante días enteros se comportó como el hermano de siempre delante de mi padre: me saludaba normal, hacía bromas, ayudaba, se sentaba a ve...

Rocio, la esclava de María

Mi nueva vida comenzó esa noche...

Rocio, La esclava de María.

¡Dios, pero que atractiva estaba esta noche!, eran las tres y media de la mañana y no podía despegar los ojos de Rocio, una tremenda hembra de 37 años estupendamente llevados, uno sesenta de altura y un culo y unas tetas tremendos. Además esta noche llevaba la blusa negra a rayas y el pantalón negro que tanto me apasionan. He de reconocer que he estado enamorado de Rocio durante mucho tiempo, hasta que no tuve más remedio que decírselo y como no, ella me rechazó, c...

Planificar es un placer (entrenando a pilar 4)

Exploro los límites de Pilar.

PLANIFICAR ES UN PLACER (ENTRENANDO A PILAR IV)

Algunas personas me han pedido que continuara este relato ,de cómo entrené a Pilar para ser un perfecto juguete sexual , interrumpido hace bastante tiempo y así lo hago.

Tras aquel orgiástico encuentro con la casera de Pilar y su amante nuestras relaciones sexuales entraron en un autentico frenesí un tanto fetichista pero muy excitante.

Pilar , con la dieta y el gimnasio, perdió unos cuantos kilos y (sin ser ningún bellezón) se tornó una...

Sumisa de corazón

Una tarde calurosa, un contacto olvidado que aparece en la pantalla, y una fantasía, un sentimiento siempre latente...

SUMISA DE CORAZÓN

Una tarde más, Diana miraba su correo electrónico en el ordenador. En realidad, estaba a punto de cerrar su conexión. No había recibido ningún mensaje, y la tarde calurosa, casi 30 grados, invitaba a otra cosa. Si, pensó Diana, mientras con aire distraído se acariciaba el cuello y echaba hacia atrás su melena morena..."iré a la piscina"

Pero, a veces, cuantas veces, un minuto, quizás solo uno segundos, desbaratan cualquier plan, modifican lo previsto...

Porque cuando...