Paula y Alfredo (5)

Es aconsejable haber leído los anteriores... Continúa el adiestramiento de Paula.

Paula se incorporó y se dirigió al baño, todavía notaba su coño abierto y húmedo. Se duchó con rapidez para poder preparar la comida de su amo, no quería hacerle esperar. Y una vez lista fue hacia la cocina.

Oyó como Alfredo hablaba por teléfono y decía: "Trae a Sandra, os espero a los dos a las seis en mi casa"

Paula, aún no lo sabía pero Sandra era una de las perras que Alfredo tenía trabajado en uno de sus locales. Mientras preparaba la comida se preguntó quién sería la tal Sandra y con...

La Degradación de una Viuda (03)

Encuentro a mi nieto encerrado en la trastienda de una ferretería con su novia a punto de coger. Y yo nuevamente no puedo intervenir por la intensidad de mi excitación. Pero las cosas darán un giro inesperado.

Capítulo III

¡Ay, no sé ni para qué me subí, estoy mareada!

Tranquila, ya bajamos. – mi amiga Bea venía balanceándose y algo descompuesta.

Bajamos de la rueda y nos fuimos a reunir con el resto, inmediatamente ella se apoyó en Jorge y este la abrazó con el pretexto de sostenerla. La verdad no era más que una excusa, desde hacía días notaba que ambos se habían acercado mucho. Desde siempre fueron amigos, en el primer capítulo dije que él era el mejor amigo de ella desde nuestra...

Domingo de playa

Un càlido domingo en el Caribe, buen momento para llevar a la perra a la playa.

Momo

Por fin la mañana de domingo, el sol ya empezaba a dejar sentir su calor y eso invitaba para ir a la playa, me levanto de la cama y te silbo, vienes a cuatro patas, con tu collar colgando de tu hocico, lo dejas a mis pies y procedes a lamerlos, lames mis pies chupando los dedos y poniendo tu cara de perra buena, después de lamer mis pies te pones bocabajo y levantas la cola ofreciendomela, la raja y el culo ambos cubiertos por tus vellos ya que tienes prohibido depilarte, mueves levantando...

A las ordenes de mi esposo y de quien quiera el

esta historia es completamente real, es una de las cosas que se me ha ordenado hacer. Desde hace mas de un año cuplo las ordenes de tres personas, mi marido, un hombre al que no conozco que me manda por e-mail y una compañera de trabajo. De mi marido me he divorciado, y juan de vez en cuando me manda algo. A la que mas obedezco es a Carmen con la que estoy toda la semana.

Te cuento la experiencia del sábado:

El mismo sábado por la mañana , Jesús me dijo que me depilara completamente, y que me arreglara bien que esta noche había sorpresa.

Sobre las seis de la tarde me monto en el coche y sin darme ninguna explicación condujo hasta la casa de Carmen. Allí me hizo bajar del coche, y me dijo que entrara en la casa, que ya se me explicaría lo que tenía que hacer.

Hice lo que me mandó mi marido. Subí las escaleras y Carmen me hizo pasar dentro.

A modo...

La Degradación de una Viuda (02)

Aquella tarde sorprendí a mi nieto y a su novia dentro de su habitación, cogiendo como conejos. Lo más raro de todo es que no los pude parar.

Capítulo II

Bamboleándonos dentro de la endeble canasta empezamos el recorrido, si es que así se le pudiera llamar. Sentada a mi lado Beatriz se aferraba con fuerza de la baranda, sonreía como una chiquilla, chillaba cuando la canasta se movía demasiado, era una muchachita de 50 años.

Pero a mi poco me importaban los vaivenes de la rueda de Chicago, agradecía el gesto de mis amigos de sacarme de mi encierro, pero lo cierto es que no me sentía bien, todo lo contrario, tan solo quería reg...

Como fuí castigada por correrme sin su permiso

Aca cuento lo que me paso por correrme sin permiso de mi AMA SOFIA.

COMO FUI CASTIGADA POR CORRERME SIN SU PERMISO

Tal y como es costumbre de mi AMA SOFÍA, había planificado un día especial para mi su esclava (esposo) Ashley.-

Llegado el día por ella elegido me levanto a media mañana y me ordeno que me aseara porque íbamos al salón de belleza para que me arreglaran las uñas, tanto de las manos como de los pies. Las uñas de los pies fueron decoradas con unas florecitas entre rojas y fucsia, al ver el trabajo terminado mire mis pies y al contemplarlos ta...

Dos parejas en el bar de un hotel...

Pudieran pasar por dos matrimonios amigos que charlan amigablemente en el bar de un hotel, pero si se pusiera más atención se vería que la tensión flota en el ambiente.

DOS PAREJAS EN EL BAR DE UN HOTEL....

Estábamos en el bar del hotel donde habíamos quedado a través de Internet. El Ama -que tenía unos 35 años y era delgada, con el pelo negro lacio- se dirigió a nosotros y nos dijo:

-Entonces, ¿ha quedado claro y vais a obedecer en todo lo que os diga?

  • Sí- le respondimos al unísono.

-No os creo- nos dijo -tenéis pinta de que os vais a rajar.

Entonces nos comunicó que nos iba a hacer una prueba de nuestra obediencia. Llamó a su perro...

Luis, un hombre sádico (8)

Raquel, al darse placer con la sumisa de su Amo, recibe el castigo que merece. Cada vez es más puta.

Raquel había enojado a su señor al procurarse placer con una sumisa que no era suya. Equivocó los roles autorizados. Precisamente, se decía, tuvo que aparecer la lujuria desbordante en un territorio que no era el suyo. Temía el castigo que como estaba anunciado sería doble: uno, preliminar del otro. Pero se temía que incluso este avance no iba a ser suave.

Esperó unos días. No supo nada de Luis ni de Eva. Quedó un día con Lucía para ir a ver otra de esas películas promocionadas para adolescentes...

La Degradación de una Viuda (01)

Esta es la historia de Berta, una hermosa madura, y de cómo fue que su vida cambió y se convirtió en algo que nunca soñó ser.

La Feria

Presentación

Buenos días, los saludo nuevamente su amiga Garganta de Cuero y les quiero, primero que nada, dar las gracias por todo el apoyo que le han dado a mis relatos. El día de hoy quiero presentarles una nueva serie de mi inspiración, derivada de mi saga "Beatriz" . En esta ocasión les presento la vida de Berta, la mejor amiga de mi personaje protagónico Beatriz, quien narrará su propia historia.

Quiero aclarar que, como en las series anteriores, le...

Poca Cosa

Un pobre muchacho mendigo es humillado por una pandilla de chiquillos atorrantes.

POCA COSA

Quienes transitaban a diario por aquella vereda, a la salida de la estación Belgrano C, estaban acostumbrados a verlo siempre ahí, arrumbado en un rincón, como si de un desperdicio humano se tratase. Recostado contra la pared, abrazando una bolsita de supermercado en la que guardaba sus poquísimas pertenencias, el muchacho --sin más vestimenta que un sucio y apolillado saco de lana azul, y un viejo y deshilachado pantalón de corderoy gris a media pantorrilla-- era uno más entre los...