De profesor a perro (5)
¡A mi no me veas!, al aceptar el trato sabias que tarde o temprano ibas a obedecer tambien a mis amigas
DE PROFESOR A PERRO 5
Solo faltaba un día para que acabara el terrible tormento del profesor y el bien lo sabía, Rubí no se apareció durante el día y fue hasta la tarde en que el profesor acudió a su llamado, tocó la puerta de su cuarto y oyó a esta contestar: ¡pasa perro!; el profesor entró a 4 patas y quedó una vez mas boquiabierto ante Rubí que tenia una blusa roja de mangas largas, pantalones cortos de mezclilla azules y unas preciosas zapatillas negras de finos y altos tacones.
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