Llevando a la perra
Una sesión de humillación y exhibición.
Entramos por separado al café son las tres de la tarde y está prácticamente lleno, con una mirada te indico donde debes de sentarte tú y yo me siento a observar lo que sucederá, la primera muestra de desconcierto es la cara del mesero que se acerco a tomarte la orden, te mira perplejo pero anota tu petición regresa y te pone enfrente un plato para sopa y en el vacía el café y le agrega la leche, le pones azúcar y entonces abres tus patas a modo que tu raja quede expuesta y bajas la cara a lamer , tu c...