El inicio de mi castidad (4)
Me convierto en su esclavo
Los días más calientes de mi vida seguían pasando. Entre humillaciones y besos, con toda mi atención en complacerla a Ella, pero siempre en castidad.
Mi misión era limpiar, cocinar, encargarme de la casa… y darle placer. Mucho placer.
Su misión era la de mantenerme caliente en todo momento.
Se acercaba a mí cuando me encontraba haciendo las tareas de la casa, con mi delantal, solo con la intención para humillarme. Para mantenerme caliente
- “Qué bien lo haces, cariño. ¡Cómo se nota q...