Teresa (4)

Teresa revela su secreta fantasía de ser la puta de un tío y le confiesa a nuestro protagonista que también conoce sus secretos.

Mientras el cornudo elevaba el vuelo nosotros descansamos en su cama fumando un cigarrillo. Se abrazaba a mi relajada con algo de semen en sus labios, lo recogí con un dedo y se lo introduje en la boca. Sonrió mientras chupaba.

Teresa - ¿Y ahora?, ¿follamos todo el finde sin hablar y listo?.

Yo - ¿Por?, ¿si no me interesara tu cerebro me iria de putas?.

Teresa - jajaja, que decepción, a ver si ahora te va a gustar mas mi cerebro que mis tetas.

Yo - Tampoco nos pasemos.

Teresa -...

El interrogatorio

¿Será capaz Jade de doblegar a su mascota o, por el contrario, será él quien se declare vencedor en este duelo de voluntades?

—Para. —Te quedas inmóvil en medio del salón, me excita verte desnudo, a cuatro patas y con la correa colgando por tu espalda. Con prisa voy a buscar la vara, es una lástima no haber podido traer la fusta pues disfruto mucho con ella.

—¿Cuánto del 1 al 10?

—Cinco, Ama. —Las primeras marcas empiezan a aparecer, como siempre lo primero que hago es preocuparme por si te he abierto la piel, tras comprobar que no es así empiezo a tocarte.

—Levántate. —Sin hacerme esperar te yergues hasta ponert...

Por ser una alumna problemática

Me llamo Carolina y vengo a contar algo que me pasó de joven por ser una alumna problemática y conflictiva. Este relato se ha escrito a petición de Carolina.

**ADVERTENCIA:

El siguiente relato se ha escrito a petición de una lectora para dar escenario a sus fantasías y todo lo que se describe en él forma parte de una fantasía donde cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Nada de lo descrito en el relato apoya los actos de sexo violento ni actos donde una de las partes no dé su consentimiento en la vida real. El fin de este relato es plasmar una historia erótica fantástica y no refleja en ningún momento deseos de forzar o humillar a nadie en l...

Y la bibliotecaria encontró el infierno 2.

La bibliotecaria se ve superada por el libro que acaba de leer y sale a buscar ayuda siendo finalmente desvirgada y esta vez no es un sueño.

Y LA BIBLIOTECARIA ENCONTRO EL INFIERNO 2

Habian pasado dos semanas desde que Eugenia habia leido el libro que habia cambiado su vida y aun no se atrevia a salir de casa por miedo a los deseos que ahora tenia.

No queria caer en las manos del primer hombre que viera y convertirse asi en su esclava sexual, asi que esa noche decidiria salir y pedir consejo a la unica persona que creia que podia ayudarla.

Teniendo miedo de cruzarse por las calles con un hombre al azar y aun siendo noche se ace...

El renacimiento de Julia. Capítulo 16.

La finca. Contiene dominación y ponyplay.

La finca

Cuando Juan nos recogió por la mañana estaba aún más serio que de costumbre, pero no le di importancia. El siempre era así, atento y servicial, pero excesivamente serio. Nos llevó a la casa de Waleed y nos dejó en la puerta trasera, como siempre.

Waleed estaba esperándonos y nos condujo hasta el príncipe.

— Hola, mis palomas. Estais bellisimas —nos saludó.

— Gracias Amo — contestamos las dos a la vez.

— Veo que todo ha ido a la perfección entre vosotras. ...

La cita

MisterP conoce a una posible nueva sumisa. Es una conversación. No contiene escenas explícitas.

-   Buenas tardes.

-   Hola.

-   Eres puntual.

-   Gracias.

-   Me gusta la gente que lo es.

-   Entonces, ¿eres el…? Ya sabes. El amante de Susana.

-   …

-   ¿Por qué sonríes?

-   Se me hace raro oír su nombre.

-   ¿Por?

-   Además, no soy su amante. Su Amo. Ella es mi sumisa.

-   Cuando me lo ha dicho pensaba que estaba de coña.

-   ¿Se te hace raro oírlo?

-   Bueno… sí. Pensaba que eras…

-   ¿Sí?

-   Un… prostituto....

Esclava 24/7

Fantasía de esclavitud 24/7. Una esclava se traslada a vivir con su Amo. Quién pudiera vivir así...

Llevo una semana conviviendo con mi Amo JM. Soy su puta sumisa, su esclava, y le pertenezco desde hace un año. He dejado mi trabajo y mi familia para estar con él, mudándome a otra ciudad a 800 km de mi tierra por mi Amo, 22 años mayor que yo.

Llevábamos un año viéndonos uno o dos fines de semana al mes. Cada vez que venía a mi ciudad, lo recogía en la estación de tren, y lo primero que hacía era meterme en los servicios para follarme la boca y correrse en ella. Su semen era el primer trago de un fin...

¡Domada por mi sobrino! Capítulo 03

—Por supuesto estarás en casa desnuda —dice, siguiendo con su ‘normativa’—, y siempre disponible para... Avanza la dominación de tía Isabel, con varios adiestramientos, castigos, humillaciones y usos sexuales por parte de Rafa, su sobrino. **SOLO PARA ADULTOS**

Es sábado por la mañana y me despierta el sol entrando a raudales por la ventana. Retozo y me estiro en la cama llena de un suave bienestar hasta que las imágenes y sensaciones de ayer me vienen a la mente, recordándome el ultraje del que soy víctima. “Me extorsiona mi sobrino, me tortura y abusa de mí…”. No doy crédito a la situación en la que estoy, pero aun así me siento fuerte: de momento voy evitando bien el chantaje, con su amenaza de desastre laboral y social. En realidad pienso que para Rafa esto no...

Vaqueros, tacones y sujetadores a juego

Una mujer de moral traviesa, es la caña, dos mujeres de moral traviesa, una maravilla.

Da igual la razón que trajese a Marta a mi vida, él caso es que apareció como un torbellino, y como probablemente la nombre en algún otro relato, dejaré el hablar de mis historias con ella para ese momento.

En el suceso que cuento, Marta tenía 26 años, 14 menos que yo, de mi misma estatura, de curvas generosas, melena lacia por los hombros, era de esas, de las mías, de vestidos ajustados a juego con su moral traviesa, con su imán sobre los hombres. Ese tipo de mujeres que te muestran que puedes conseg...

EL club XXII

Mery, puerca entangada, y Chus, musa tetona, se enganchan en una pelea de gatas.

Cuando llegué a la estancia, ya se habían enganchado. Mery, entangada como siempre con un bikini color burdeos antológico, agarraba a Chus, en tetas, por los pelos. La madura, por su parte, sujetaba a la universitaria por la cintura, intentando zafarse de ella sin llegar al extremo de golpearla, probablemente por temor a las consecuencias que aquel acto pudiese tener para ella si imponía su mayor fuerza física a la de Mery y luego ella me venía con el cuento.

Nada más entrar en la sala, pegué un grito...