Grushenka, Cap. X

Grushenka busca trabajo

CAPÍTULO DIEZ

Grushenka se estiró en la cama de cuatro postes de Marta. Marta le había dado un beso de despedida y había salido para ir a trabajar, avisándole que estuviera al mediodía en el establecimiento de Madame Laura. Grushenka durmió y soñó despierta. Se levantó perezosamente y se puso el vestido de campesina, dejando su elegante vestido de viaje en el armario de Marta. Puso todo su dinero excepto un rublo en la repisa de la chimenea, dijo unas palabras de despedida a su amiga ausente y dejó la...

Por culpa del basket

Mi amor platónico de la facultad me atrapa

Mi nombre es Marcos y ese día era uno de los más felices de los últimos años, el más feliz sin duda desde que los juegos de infancia con los amigos de toda la vida dieron paso a otras aficiones. Para mi la literatura y el baloncesto. Desde siempre me gustó mucho leer, así que en bachillerato comencé a escribir, trabajos de calidad dudable pero que me demostraron que imaginación sí tenía. Así que me matriculé en un Grado de literatura creativa y con los compañeros de la facultad me inscribí en el campeonato...

Grushenka, Cap. VII

Cambio de amo y de costumbres

CAPÍTULO SIETE

Leo Kyrilovich Sokolov, el sobrino, abandonó el palacio ebrio de felicidad. Él, el mísero teniente sin importancia, endeudado, sometido a la disciplina de su regimiento, escaso de todo lo que hace la vida maravillosa para un hombre joven, se había vuelto rico de repente. Sí, era independiente, el dueño de cien mil, tal vez un millón, de almas. ¿Cómo sabría cuántas? Desde luego su poder era solo temporal, solo durante el tiempo que su Tío Alexey estuviera en Europa Occidental. Pero, ¿qui...

Grushenka, Cap. VIII

Grushenka se fuga, y se enamora.

CAPÍTULO OCHO

Los cálidos días del verano se habían ido. Las hojas de los grandes robles y arces cambiaban del verde oscuro al amarillo, sobre el césped de la casa de campo de Sokolov. Se aproximaba el otoño y con él toda la familia volvería  a Moscú.

En ese momento hacía su aparición, cada año, Madame Sofía Shukov. Llegaba en su propio pequeño coche con dos caballos, seguida por un gran carruaje de alquiler, tirado por cuatro caballos sin nadie en su interior. Este carruaje se iba a llenar. Mad...

La nena: la dama prostituta mi historia con Sandra

Una dama, profesionista y ama de casa, recibe la visita de IVAN, un hombre con quien, se somete vestida y comportada como prostituta al antojo de su comprador.

LA NENA: LA DAMA PROSTITUTA: MI HISTORIA CON SANDRA ROSALIA

Relato dedicado a Iván DF:

Para mí, fue fácil identificarte en la zona; en esa pasarela de mujeres ofreciendo sus caricias por dinero. Tus piernas bien torneadas, rodeadas de una minifalda amplia, tacones de aguja y medias cubanas (con línea detrás), las cuales, según vi, después en privado, que estaban sujetas por un liguero negro de encaje, resaltando este liguero, bajo una pantaleta color rosa. Tu cabello bien arreglado, y empleando...

Y sin buscarlo lo encontró

Mientras trabajaba Emily conoce a Darío una persona en la que nunca se fijaría pero el trabajo que tiene Darío hace que por fin Emily encuentre lo que durante diez años había estado buscando.

Y SIN BUSCARLO LO ENCONTRO.

-Hola Señor Dario. Bienvenido a la sucursal de nuestro banco. ¿Que se le ofrece?.

-Buenos dias Señorita Emily. Venia a solicitar un prestamo para una empresa

que estoy montando.

-Y de cuanto seria el importe del prestamo.

-Cien mil euros.

-Esa es una cantidad muy alta. ¿Esta usted seguro?.

-Si. Es lo minimo que me hace falta y aun asi iria muy justo.

-Para que seria el prestamo.

-Basicamente casi todo se iria en la compra de u...

Grushenka, Cap. V

Se nos presenta parte de la historia del ama Nelidova y su decisión de ser suplantada por Grushenka en la cama de su esposo.

CAPÍTULO CINCO

Cuando Nelidova se fue a la cama por primera vez con Alexey Sokolov comprendió de golpe el coste que le iba a suponer su matrimonio. Había sabido que Su Alteza, el Exgobernador, su engrandecido Príncipe-marido, era rico, y que ella tendría posición social y poder. Pero allí, tumbado junto a ella como un orangután, estaba el feo cuerpo del hombre que era ahora, por derecho y por ley, su amo, mental y físicamente.

Era calvo, pero tenía montones de pelo lanudo alrededor de la parte i...

Grushenka, Cap. VI

El Príncipe descubre el engaño y todo se va al garete.

CAPÍTULO SEIS

Cuando el Príncipe Sokolov estaba en una de sus posesiones la Princesa normalmente conseguía tener a Gustavus con ellos como huésped de la casa. El Príncipe normalmente estaba edificando y construyendo y Gustavus se había convertido en su arquitecto. Por ello no había razón para malinterpretar su presencia. La Princesa iba a la habitación de su amante tan pronto Grushenka estaba con su marido. Se tomaban grandes precauciones para prevenir que se descubriera por miedo a que se destruyera...

Dominada por la amante de mi esposo

Un día llego a casa para encontrarme con mi esposo cociendo con su amante, pero ella tiene una propuesta interesante para mí.

Todo empezó un día que volví del trabajo temprano. Mi esposo Diego y yo llevábamos 7 años de casados, sin hijos y comenzábamos a tener una crisis en donde no teníamos sexo, discutíamos constantemente y las palabras divorcio comenzaban a ponerse sobre la mesa. Pero yo no quería divorciarme, quería luchar por mi matrimonio a cuesta de lo que fuera y vaya que si terminé luchando.

Yo era una mujer delgada de rubio cabello y ojos color miel, Diego tenia cabello castaño y barba del mismo color con unos perf...

La Toalla y las Esposas

Una delincuente es arrestada. La situación le resulta muy humillante. Tal vez hay algo que pueda hacer… arriesgado, indecente, ilegal… pero puede funcionar.

El furgón:

¡¡¡Calor!!! ¡¡¡Hace calor!!! No hay aire acondicionado ni nada que se le parezca… El furgón es ruidoso, la suspensión tiembla… Las pequeñas celdas son inhumanas, cajas metálicas de menos de un metro cuadrado. Sólo hay una tenue luz redonda en el techo. Voy sentada en un banco metálico duro como una piedra. No puedo parar de moverme en el cubículo. Me retuerzo una y otra vez, me siento cada vez más incómoda. Siento el sudor empapando mi piel… siento los grilletes de acero apretados en m...