Corre,corre, caballito

Mateo maltrata a su esposa, hasta que su suegra, Célia, lo programa para complacerla

Corre, Corre, Caballito

1.

Desde hacía varias semanas, Laura se sentia aterrorizada. Su marido, Mateo, con el que se había casado hacía poco más de un año, había cambiado. Lo que hasta pocas semanas antes era un maravilloso idilio, se había convertido en una terrible pesadilla. Ella había soñado desde su adolescéncia en conocer a alguien como Mateo; un hombre atractivo y energico, pero también y sobre todo, un hombre bueno, amable y comprensivo. Y esas cualidades, que aparentemente Mateo pos...

La humillación de Ligia (IX)

Segunda noche con Ligia, y segundo sueño, que continúa la fantasía de microfilia del primer sueño.

Segunda noche

Me obligó mentalmente a recoger la mesa. Yo estaba físicamente destrozada, no sólo por el cansancio extremo que acumulaba, sino por los tremendos azotes que me había dado mi hermana, que me habían dejado sin fuerzas en las piernas. Estar de pie se me hacía un suplicio, no digamos andar cargando con la bandeja de la cena.

-Muy bien, esclava, mañana lo fregarás, ahora andando arriba.

Igual que anoche, tuve que subir las escaleras a cuatro patas, porque mis piernas por sí so...

La humillación de Ligia (VIII)

Este capítulo tiene un poco de spanking. Me gustaría que si os gusta el relato me dejarais algún comentario. Eso motiva mucho para seguir escribiendo ¡Gracias!

Cenando los tres

Preparé la cena lo más deprisa que pude para no dejar a mi hermana sola demasiado tiempo con aquel monstruo (miAmomiAmomiAmo). Cuando volví con la bandeja, mi hermana le estaba masturbando lentamente mientras él cambiaba cadenas en la televisión. Lloraba de impotencia y no pude hacer nada para consolarla. Dejé la bandeja en la mesa.

-Ligia, trae tu portátil y conecta mi cámara.

-Sí amo.

Obedecí.

Siéntate a mi lado en el sofá.

-Sí amo.

-Mientras...

Alias: La invasión de las zapatillas rojas 3.

Gracias a las manipulaciones de su captor el comportamiento y deseo sexual de la operativo son modificados, quizás de forma irreversible.

ALIAS:

LA INVASIÓN DE LAS ZAPATILLAS ROJAS 3.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas y Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas, antes de leer esta historia.

Por Sigma

Sydney Bristow despertó con una sonrisa de satisfacción, había tenido sueños tremendamente placenteros, estaba segura, aunque no podía recordarlos, de inmediato recordó donde estaba,...

La humillación de Ligia (VII)

Alfredo sigue con el castigo de Ligia por los abusos cometidos en el pasado. Para ello usa ahora a la hermana de su ex-jefa.

De vuelta a casa

Cuando por fin la reunión terminó, mi jefe se me acercó para reprenderme por mi comportamiento, lo que me indignó sobremanera, ya que le había dicho que estaba enferma y no parecía importarle lo más mínimo. Igual he hecho yo con mis subordinados, pensé con un sentimiento de culpa.

El resto de la jornada la pasé intentando recuperar el trabajo atrasado. Hoy no podía quedarme más tiempo porque había quedado con mi hermana después del trabajo en mi casa.

En cuanto se hizo...

Alias: La invasión de las zapatillas rojas 2.

Sydney intenta escapar pero su captor toma medidas para controlarla y quizás encuentre un punto vulnerable en la voluntad de la operativo.

ALIAS:

LA INVASIÓN DE LAS ZAPATILLAS ROJAS 2.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas y Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas, antes de leer esta historia.

Por Sigma

Como en días anteriores Sydney despertó sintiéndose maravillosamente relajada, pero al ver donde estaba volvió a tensarse.

Lo único que llevaba puesto era un corto camisón de s...

La humillación de Ligia (VI)

Por si a alguien le intersa, el sueño que tiene Ligia es otra de mis fantasías (microfilia, fantasías con personas reducidas de tamaño, no enanos).

El primer sueño

Estoy desnuda y acurrucada en una basta cama hecha con un trozo enorme de algodón. Me encuentro en una jaula para hámsters y mi amo me observa desde fuera, con una sonrisa de regocijo. Debo medir unos 12 centímetros. Soy su pequeña mascota.

De repente me abre la jaula con una de sus enormes manos y me hace señas para que salga. Obedezco lo más deprisa que puedo, aterrorizada de contrariarle en lo más mínimo. Mis diminutos pies se posan en la mesa donde está la jaula, y él me...

La humillación de Ligia (V)

Después de pasar toda la noche sin dormir, Ligia se dispone a despertar a su amo con una mamada.

Despertando al Amo Me deslicé con cuidado de no despertarle buscando su pene. Como estaba acostado de lado, sólo podía alcanzar con dificultad el glande con la punta de mi lengua. Empecé a lamerlo, primero despacio y poco a poco más vigorosamente, haciéndolo rebotar de un lado a otro. Noté que se estaba empalmando, lo cual era un alivio porque así me costaba menos trabajo llegar. Cuando estuvo lo bastante crecida, me metí la punta en la boca y la mantuve dentro con la fuerza de la succión mientras con la le...

La humillación de Ligia (IV)

Esta parte no tiene sexo, sólo una pequeña sesión de castigo para Ligia

Primera noche

Alfredo se metió en mi cama, de tamaño matrimonio, y se acomodó en el centro. A mí me tenía atrapada mentalmente de pie, mirando.

-Dime, esclava, ¿te gustaría dormir en la cama?

-Sí amo.

-¿Cómo te sientes?

-Me siento muy cansada, amo. Estoy completamente agotada. Por favor, te lo suplico amo, déjame meterme en la cama contigo.

-Jeje, veo que vas aprendiendo a ser una putita mimosa. Yo también estoy cansado, y ya es hora, dijo bostezando

Su rostro c...

Alias: La invasión de las zapatillas rojas

Una experta operativo de la CIA es capturada y debe luchar contra el dominio de un sensual artefacto mágico.

ALIAS:

LA INVASIÓN DE LAS ZAPATILLAS ROJAS.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas y Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas, antes de leer esta historia.

Por Sigma

Sydney Bristow se preparaba para abandonar la embajada de Malasia tras su exitosa infiltración apoyada por su equipo de campo. Había obtenido de las computadoras del despacho la inform...