Hipnotizando a vero

La semana pasada fue la primera vez que hipnotice a una amiga cariñosa, Verónica, o Vero para los amigos, después de una tarde de sexo apasionado. Todo sucedió sin planificarlo, y eso es lo que lo hizo más excitante.

Esta historia es completamente real. La cuento tal y como ocurrió hace aproximadamente unos cinco años.

La semana pasada fue la primera vez que hipnotice a una amiga cariñosa, Verónica, o Vero para los amigos, después de una tarde de sexo apasionado.

Todo sucedió sin planificarlo, y eso es lo que lo hizo más excitante.

Estábamos desnudos sobre la cama, descansando después de haberla pasado muy bien. Yo dormitaba un poco y ella veía la televisión. Estaba viendo un programa de variedades y...

Crónicas de las zapatillas rojas: la camarera 4.

El condicionamiento de la joven camarera toma una inesperada dirección que la llevará hacia un nuevo comportamiento... para beneplácito de su captor.

CRÓNICAS DE LAS ZAPATILLAS ROJAS: LA CAMARERA 4.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas , Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas y Alias: La invasión de las zapatillas rojas antes de leer esta historia.

Gracias a Vaquita por su inspiración.

Por Sigma

Muñequita posó con las manos en la cintura y una de sus piernas frente a la otra mientras su Amo la...

Crónicas de las zapatillas rojas: la camarera 3.

Su captor comienza a modificar la mente y deseo de Patricia de forma cada vez más profunda para moldearla a su capricho.

CRÓNICAS DE LAS ZAPATILLAS ROJAS: LA CAMARERA 3.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas , Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas y Alias: La invasión de las zapatillas rojas antes de leer esta historia.

Gracias a Vaquita por su inspiración.

Por Sigma

  • Más arriba... levanta más los brazos Paty... ahora extiende bien las piernas... eso es...

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El abismo

El oficial Matías Hernández es enviado a investigar la desaparición de un diseñador de software. Lo que alcanza a descubrir, demasiado tarde, es el poder que puede ser extraído desde el interior de nuestros deseos más oscuros

El oficial Matías Hernández llamó a la puerta del departamento. Afuera se mezclaba el remolino lejano del tráfico con el aire cálido de la tarde, en un murmullo que cubría el silencio absoluto del lugar. Siguió golpeando mientras realizaba un somero estudio de las puertas restantes y del estacionamiento que se encontraba por debajo, que no ofrecía ningún signo de vida.

  • ¡Jaime Rulfus! - gritó el policía a través de la puerta- ¡Policía de Miramar, Sr. Rulfus, si puede oirme abra la puerta!

No hu...

Viaje a Madrid (7ª parte)

Nueva version del capitulo 7, espero que os guste.

Me ha costado algo reescribirlo, voy a añadir otro capítulo. Espero que os guste. Voy a eliminar el antiguo capitulo 7.

-       José, me están llamando, cuando hable con ellos te cuento.

-       De acuerdo.Voy a hablar con unos amigos que me deben favores para preparar algo para mañana. Tienes que convencerlos de que hoy no la follen. Y otra cosa, no les digas que voy para ahí.

-       Vale, te llamo luego.

-       Hasta luego.

-

-…

-        José, ya he hablado con...

Cronicas de las zapatillas rojas: la camarera 2.

La joven se ve atrapada en las maquinaciones de X, que disfruta de su nueva victima gracias a las zapatillas rojas.

CRÓNICAS DE LAS ZAPATILLAS ROJAS: LA CAMARERA 2.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas , Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas y Alias: La invasión de las zapatillas rojas antes de leer esta historia.

Gracias a Vaquita por su inspiración.

Por Sigma

Patricia Evans se había dado una ducha y estaba eligiendo su ropa del enorme vestidor de la hab...

La humillación de Ligia (XII)

Alfredo come con las dos y deja a Ligia un rato a solas con Vivian.

La hora de la siesta

El Amo me obligó mentalmente a levantarme dejando a Vivian en el sofá, con gran dolor por mi parte.

-Suficiente, puta, pon la mesa, que vamos a comer. Un solo servicio.

-Sí Amo.

En mis idas y venidas de la cocina al salón aprovechaba para mirar a Vivian. Seguía inmóvil en posición fetal. El Amo miraba la tele, ignorándola. Yo por mi parte, me sentía en ese estado de flotación que se tiene después de una sesión de sexo sumamente satisfactorio, combinado con la...

Cronicas de las zapatillas rojas: la camarera.

Una joven camarera tiene un encuentro inesperado que cambiará su vida para siempre debido a un extraño poder que empezará a dominar su deseo.

CRONICAS DE LAS ZAPATILLAS ROJAS: LA CAMARERA.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas , Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas y Alias: La invasión de las zapatillas rojas antes de leer esta historia.

Gracias a Vaquita por su inspiración.

Por Sigma

Patricia Evans se movía rápida y alegremente entre las mesas del bar sirviendo las copas, con gran agi...

La humillación de Ligia (XI)

Alfredo trae una antigua conocida de Ligia. Este episodio tiene menos control mental y más sexo lésbico.

Una antigua fantasía

Después del humillante episodio del jardín, parece que María perdió algo de interés en mí, pues me dejó preparando el almuerzo mientras ella veía la televisión en el sofá. De vez en cuando me pedía algún capricho, como una copa de vino o algo para picar, o que le cambiara la cadena, teniendo ella el mando justo al lado.

Mientras estaba en la cocina preparando la comida, escuché que alguien abría la puerta. Debía ser Alfredo, era el único que tenía la llave de la puerta. ...

Alias: la invasión de las zapatillas rojas 5.

Bombón acepta su destino, como esclava sometida a los deseos de su amo y logra obtener una pequeña venganza.

ALIAS:

LA INVASIÓN DE LAS ZAPATILLAS ROJAS 5.

Un consejo: es conveniente, aunque no forzoso leer Cazatesoros: Sydney y las zapatillas rojas y Expedientes X: el regreso de las zapatillas rojas, antes de leer esta historia.

Por Sigma

Bombón despertó al escuchar la suave alarma a lado de su cama, eran las nueve.

  • Oh, que temprano -pensó aun adormilada. Estaba acostada boca abajo, sus muñecas con grilletes f...