Los gemidos de las lesbianas 4 ¿celos?
Al despertar, ninguno quiere moverse; hasta que las inevitables ganas de mear tras una resaca aparecen, pero nunca unas ganas de mear; dieron tanto juego.
Capítulo 4: ¿celos?
Al día siguiente despierto y ella esta abrazada a mi, yo estoy desnudo; ella sólo lleva el tanga mojado y noto sus pechos en mi espalda, además de su femenino olor que ciertamente me gusta y me atrae por igual. Su respiración es relajada, no me atrevo a moverme; por no despertarla, ya que me acabo de dar cuenta de que siento algo por ella y me quedaría toda la vida aquí en este mismo instante.
Mi ereccion matutina esta en su máxima plenitud, fantaseo durante segundos, minutos...