Encanto bestial 2

Sueños húmedos

Desperté con el sol de un nuevo dia y mis piernas humedas, no comprendi bien que pasaba, ese vendedor me tenía tan loca que hasta había soñado con el.

Me incorpore en la cama mirando el techo de mi habitación cerré mis párpados y recordé mi sueño.

Estaba vestida con un corto vestido violeta sin ropa interior por lo que mis muslos se podían apreciar al ritmo de mi caminar, llegue Al lugar de Mis deseos , ese pequeño mercado y decidida fui al mostrador a su encuentro.

Lo agarre de sus mejill...

Sácatela

Si ella te pide que lo hagas: hazlo.

C

uando entramos al salón Isa ya dormía en el sofá, así que bajamos la música para no despertarla y nos sentamos en el suelo junto al equipo de música. Echó los brazos atrás y se apoyó sobre las manos. Cerró los ojos y movía la cabeza. Yo escuchaba la canción y la miraba. Me sentí afortunado de ser quien era y tener lo que tenía. Elia salió de su ensimismamiento.

—Ufff... Esta canción es genial, hasta me excita.

—Pues soy la única opción que tienes, así que tú sabrás si cambias la canción...

El baño mi refujio

Sola en el baño 2

Hola

Este es el tercer relato, que más bien creo debería decir el tercer capítulo de mi vida sexual, ya que como mencioné en el primero lo que escribo son cosas reales que viví, así que a éste capítulo lo llamaré tres de tres

Cuándo iba en primaria nos cambiamos de casa a un fraccionamiento nuevo al norte de la ciudad, el fraccionamiento era pequeño apenas 20 casas en una privada con reja para entrar por lo que mis papás no tenían problema en dejarnos libres hasta muy tarde, ellos con los vecino...

Lina maría

Una muñequita colombiana me envía una foto y provoca que vuele mi imaginación.

Era la una de la madrugada, hora española. Sentado en el sillón de la sala de estar de mi casa miraba la foto que me había mandado Lina María, una jovencita colombiana de dieciséis años. La verdad es que aquella muñequita era una preciosidad. Sus ojos, más que ojos, luceros, eran oscuros, su piel morena, y su cuerpo, su cuerpo era escandalosamente sensual.

Tenía una media melena de cabello negro, y en sus carnosos labios, se dibujaba una erótica sonrisa.

Vestía con una camiseta negra y una minif...

La iniciación de Sara (CAPÍTULO 2)

Tras haberse quedado a las puertas del orgasmo en su primera masturbación, Sara necesita compartir su primera experiencia sexual con Laura. Su amiga, sin embargo, está dispuesta a echarle una mano para ayudarle a alcanzar el placer definitivo...

__¡Bueno, pero que pronto has llegado! __saludó Laura nada más abrir la puerta. Sara esbozó una sonrisa, al tiempo que se recolocaba la mochila a su espalda. Había quedado con su amiga para estudiar aquella tarde, aunque solo se trataba de una excusa para el tema que realmente quería tratar.

__¿Tus padres ya se han marchado? __preguntó Sara con fingida indiferencia. Laura se apartó del umbral de la puerta y su amiga entró en en el domicilio.

__Hace un rato. Tienen mucho trabajo en la o...

La iniciación de Sara (CAPITULO 1)

Sara es una chica tímida e introvertida que todavía no ha disfrutado de su primer orgasmo, ya que ni siquiera ha llegado a masturbarse por primera vez. Pero, gracias a las charlas de sus amigas y a la atracción que siente por su amigo Ricardo, finalmente se decide a dar el gran paso.

__Sara. ¡Sara! Eo, ¿estás ahí?

Sara dio un respingo en el sitio y se giró hacia su amiga Laura, que la estaba llamando con insistencia. Estaban en su casa, junto con unas cuantas amigas más, haciendo una de sus famosas fiestas de pijama.

__Perdona, tenía la cabeza en otro sitio __se disculpó. Laura esbozó una pícara sonrisa.

__Seguro que estabas pensando en tu querido Ricardo otra vez, con esa camiseta ceñida y mojada, esta mañana, en clase de gimnasia __se burló. Sara bajó la ca...

Marta (16: Culo sí, coño no)

Que no me entere yo que este culito pasa hambre...

Llevo tantas horas jugando con mi culito que ya no se cierra del todo cuando saco un juguete para meter otro. Está toda la casa llena de objetos "fálicos" que han atravesado durante el día de hoy mi ano. Desde pequeños mangos de cepillo hasta gruesos botes de productos del baño y de la cocina. Creo que ninguno es nuevo en esto, pero sí lo es que hayan participado tantos en la misma sesión.

Aguantar sin ni siquiera rozarme el clítoris está siendo un verdadero suplicio, pero hoy es el día de "solo culo,...

Los gemidos de las lesbianas 5 ¿nuevas amistades?

Ambos intentamos rehacer nuestra vida separados, pero uno o una no pueden huir de lo que del destino nos tiene preparados; y menos estando tan cerca el uno del otro.

Capítulo 5. ¿Nuevas amistades?

Van pasando las semanas, van pasando los fines de semana; pero nunca me la encuentro, no la escucho y cuando quiero masturbarme uso su tanga que guardo metido en una bolsa para que no pierda su olor.

A veces escucho a su perro lo que me confirma que no se ha marchado, pero no la suelo ver; incluso parece que cuando antes me buscaba, ahora me esta evitando...quiero creer que esto es una coincidencia, no quiero pensar que lo hace a propósito; simplemente nuestros hor...

Los gemidos de las lesbianas 6 Enviciada a mi

Ella reconoce después de todo que tiene algún tipo de dependencia de mi persona y yo le hago mi propia terapia de choque.

Capítulo 6. Enviciada a mi

Ella se despertó de un salto, metió las manos entre sus piernas; las saco llenas de restos de semen, fluidos y sangre.

  • ¡despierta! ¿que hicimos anoche?

Al ver su cara, y luego enseñarme su mano; supe con claridad que estaba enojada, intente explicarle lo que paso con toda claridad y sobre todo dejar claro que no fue culpa mía.

  • vete de mi casa. - dijo cabizbaja sin mirarme.

  • pero...

  • ¡que te vayas de mi casa! - grito y me dio una cachetada....

Los gemidos de las lesbianas 3 Una oportunidad

Capitulo 3: Una oportunidad extraña.A veces la vida nos mete en situaciones que no esperamos, en las que no sabemos como actuar; ni que esperar o decir, pero que no dudamos en intentarlo igualmente.

Capítulo 3: Una oportunidad extraña

Después de lo que paso con las chicas en el ascensor, no he vuelto a ver a ninguna de las dos; ni he escuchado llanto, ni he escuchado gemidos. Pero he escuchado al perro por lo que se que no se fue, al menos no la que me gusta a mi; para variar sigo mi triste vida, llego de trabajar estresado y cansado.

Ni siquiera me anima pensar que mañana libro, estoy llegando a la puerta mirando cosas en internet; porque en el móvil apenas me habla nadie, cuando me topo c...