La verdad sobre R. Crusoe. Madre e hija 2
La lucha interior de la madre y de la hija no acabó esa noche, sino se profundizó al no poder conciliar lo que sentían por Viernes y por Robinson con el parentesco que las unía. Todavía renuente al incesto, la llegada de Moa fue providencial al sentir la madura una brutal atracción por el salvaje.
Durante varios días, tanto Lady Constance como su hija se mantuvieron distantes. Asumiendo la lucha que las palabras de Viernes habían desencadenado en su interior, preferimos dejarlas solas y no tratar de influir en ellas. No en vano, tanto para Grace como para su madre era extremadamente complicado olvidar su parentesco para tratarse de igual a igual. Prueba de ello fue cuando una mañana estaba trabajando en los campos con John y ambas llegaron pidiéndome consejo:
―Robin, hemos estado hablando y qu...