Jane Morris
Así que ya saben hasta dónde una madre está dispuesta a llegar por su hijo...
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Justo al siguiente día llegué radiante a la oficina, ¡había dormido como un tronco, la primera vez que dormía así en meses! Creo que hasta mis compañeros lo notaron.
A mi lado estaba Frank, su mujer le había dejado hacía unos meses, aunque aparentemente no le había afectado. Frank siempre tenía buen humor y era muy servicial conmigo, prestándose a ayudarme en todo momento. Me caía bien, así que aquel día decidí que ya era hora de pagarle tantos favores.
— Frank, necesito ayuda en el...