Trío en una noche especial III

Ana se estaba metiendo dos dedos a una velocidad considerable. En mi estado de éxtasis, provocado por la verga de Rogelio, sólo había una cosa en la que podía fijar mi atención: los pechos de Ana, que brillaban por el sudor. Además, para variar, ella no dejaba de mirarme mientras se tocaba...

Ana dejaba caer su baba a lo largo de la polla, y de vez en cuando la recogía con la lengua de abajo arriba, acabando el capullo dentro de su boca y tragando lo que había atrapado su lengua.

Sabía que yo aparecería en cualquier momento y mantenía su culo erguido en dirección a la puerta del baño, con el hilo del tanga abriéndole levemente el coño. Yo ya había apagado la luz y abrí la puerta, mirándolos. Esperaba el momento de entrar. Por un lado me jodía bastante que se entrometiese la cerda, pero p...

Camila cierra un contrato I

Camila ayuda a su jefe con un cliente tozudo. Aunque tenga que hacer un trío de dos.

Camila estaba en su despacho, absorta en sus cuentas, y pensando que ya era la hora de salir. En ese momento recibió una llamada directa de su jefe para que fuese a su despacho. Mientras iba a su encuentro se lo cruzó en el pasillo, parecía preocupado.

— Tengo a Guzmán, el mexicano. Estamos negociando los contratos anuales, ya sabes lo pesada que puede llegar a ponerse la negociación.

— ¡Uf! El año pasado estuviste tres días…

— El caso es que estamos atascados… y he pensado que podrías ech...

Camila cierra un contrato II

Camila ayuda a su jefe con un cliente tozudo. Aunque tenga que hacer un trío de dos.

— Creo que he escuchado algo. No quiero que Juan nos pille así.

Guzmán, irritado y confuso, se vistió. Cuando iba a salir al baño para asearse, Juan entró por la puerta. Camila, agarrando el brazo de Guzmán, se le acercó y le dijo al oído:

— No te pajees que quiero tu semen en mi boca —Guzmán salió más animado.

Camila convenció a Juan de la necesidad de cambiar el punto más conflictivo del contrato, manteniendo el resto tal y como estaba. Eso se podía considerar un empate técnico, pero amb...

Camila y sus sobrinos en la playa II

Camila tenía por entonces a dos sobrinos en su casa de verano. Había conseguido seducir a Panchito, ahora tenía que sondear a Sarita.

Cuando Sarita volvió de la playa se metió en la ducha. Mientras se enjabonaba vio un objeto extraño al lado del gel. Era un consolador. La zorra de su tía se había pajeado ahí y se había dejado olvidado el vibrador. Sarita hizo como si no lo viese, pero acabó cogiéndolo. Lo agarró con respeto, lo olió, vió que estaba limpio. Tenía la forma de una polla, la punta era igual, se la metió en la boca, pero se la sacó enseguida, a saber dónde había estado antes. Se puso a curiosear, viendo cómo se accionaban los...

Camila y sus sobrinos en la playa I

Camila tenía por entonces a dos sobrinos en su casa de verano. Esa situación le incomodaba porque tuvo que ralentizar su actividad favorita por un tiempo, al menos en su casa...

Camila tenía por entonces a dos sobrinos en su casa de verano. Esa situación le incomodaba porque tuvo que ralentizar su actividad favorita por un tiempo, al menos en su casa. Se trataban de Panchito y Sarita, hijos de una prima suya y que apenas los había visto desde que eran chicos. Ahora eran universitarios y se habían tomado la estancia en la costa como unas vacaciones totales para ellos. Así que ellos hacían su vida por un lado y Camila por otro, aunque con cierta armonía cuando estaban en la casa e in...

Camila en el cine

Pedro invita a Camila al cine, pero no tienen ninguna intención de ver alguna película.

Cuando Camila y Pedro entraron en el cine, la película estaba ya empezada y la sala estaba prácticamente vacía, con dos hombres dispersos por la misma. Tras mirar dónde ubicarse, finalmente se sentaron en medio de la sala.

Apenas se acomodaron, un hombre algo mayor que estaba sentado unas butacas más adelante se percató de la presencia de la pareja. Pedro pasó el brazo sobre el hombro de Camila, y ésta posó su cabeza junto a la de él mientras dejaba su mano en la rodilla de Pedro. El hombre de delante...

Camila

Camila realiza una felación a Carlos, tomándose su tiempo, deleitándose en el momento.

Se sentó sobre él, a la altura de sus genitales, y empezó a acariciar el pene con su sexo. Con suaves movimientos pélvicos el clítorix recibía su masaje a través de la tela de su culote y, si hacía falta, se ayudaba acercando con las manos un falo cada vez más erguido. Cuando agarraba de esa forma el pene, lo hacía intentado que todos sus dedos rodeasen el miembro ya duro, aumentando la frecuencia de su contorneo y abriendo ligeramente la boca mientras miraba a Carlos a los ojos. "Me está poniendo a cien la...