Como cambió mi vida 1.

Decime Cintia, cómo podés andar de novia con un boludo como Claudio, el hijo de puta le tiraba la lengua sabiendo que lo estaba escuchando.

Cómo cambió mi vida.

Siempre lo supe, nunca fui muy querido por mi padre ni por mi madre y menos por mi hermano, mis padres  toda la vida ponderaron a mi hermano Gustavo por sobre mí, claro él es un muchacho alto, 1,85, con un físico trabajado de gimnasio, pelo largo rubio, ojos claros, con barba de tres días, hoy tiene barba de tres días, mañana tiene barba de tres días y pasado también, cómo carajo hace para tener siempre barba de tres días, acaso le crece únicamente tres días, me fui… es un her...

A nadie le gusta que lo engañen 45 FINAL.

Fin de la historia. AGRADECERÍA COMENTARIOS.

A nadie le gusta que lo engañen 45. FINAL.

*Con éste relato termino de publicar todo lo que tenía escrito, los relatos los he fraccionado al máximo, me hicieron publicar más de doscientos, empecé como todo novato, a lo “chapucero”, todo amontonado, sin diálogos, los comentarios de los lectores me hicieron mejorar pienso, de ahora en más voy a tener que poner toda mi imaginación para crear nuevos relatos, no los esperen muy seguido, tengo algunas ideas pero me falta desarrollarlas, un fuerte abrazo...

A nadie le gusta que lo engañen 44.

Sigue la historia. Creímos que le iba a dar un ataque al corazón a Graciela, pegaba unos gemidos que movía hasta la pintura de la habitación, se la metí por todos lados Marcela la chupó y se hizo chupar por todos lados también, tuvimos que ayudarla a vestirse.

A nadie le gusta que lo engañen 44.

Mierda, había como doscientas personas como público, nos habían dejado reservadas dos sillas en la primera hilera, preparé la máquina de fotos, y empecé a tirar disparos por todos lados, Silvia y Juancito también cayeron en el encuadre…

El locutor anunció el comienzo de la práctica del desfile para la elección de la reina del salmón en unos minutos por favor pedimos silencio en el desfile de las chicas, no hagan como el año pasado y empezar a decir guasad...

A nadie le gusta que lo engañen 43.

Sigue la historia. Yo llevé a Ada al dormitorio, estaba re caliente, parece que Ada también, estuvimos como dos horas cogiendo, 69, vaginal, anal, cubana, acabé dos veces, Ada cuatro, se quedó dormida.

A nadie le gusta que lo engañen 43.

Le hice señas a Marcela para que se arrimara, nos abrazó, bailábamos de a tres, las fui empujando para el dormitorio, le empezamos a sacar la ropa a Susy, Marcela le acariciaba las tetas por sobre la ropa, se las mordía, Susana gemía, Marcela les tomó las manos a Susana y le las puso sobre sus tetas y ahí empezó a desatarse nuestra querida vecina, también le comía las tetas, se sorprendió cuando chupó leche, no le desagradó para nada, la besaba con desesperació...

A nadie le gusta que lo engañen 42.

Sigue la historia. Se acurrucó entre mis brazos, no tardé nada en besarla con pasión, le saqué el corpiño de la biquini, y le chupé las tetas, fui bajando, le corrí el triangulito sobre sus labios y le metí la lengua.

A nadie le gusta que lo engañen 42.

Cuando volví al dormitorio,  Marcela mi esposa, y Silvia la modelo, las dos desnudas haciendo un 69, me desnudé y me puse detrás de mi señora, se la empecé a meter por el culo, cada tanto la sacaba y al quererla meter por adelante me encontraba con la lengua de Silvia, acabé en la cara de Silvia…

Al rato les pedí si no se podían poner de costado que mis piernas no aguantaban más, cuando nos acomodamos pudimos disfrutar los tres, cuando estaba por acabar M...

A nadie le gusta que lo engañen 41.

Sigue la historia. Que potencia que tienen las chicas, te imaginas una piba de casi 1,80 en el aire pegándole a la pelota.

A nadie le gusta que lo engañen 41.

Una mañana, estando en mi oficina de la fábrica, me llama la encargada del empaque, que la cinta está fallando si podía venir alguien a ver y fui yo a ver, con el traje impecable me tiré debajo del motor, saltaban los engranajes de la corona, se había alejado y no encastraban bien, por eso patinaba, me fui a poner el mameluco y con mi caja de herramientas volví, se paró el empaque, nosotros teníamos previsto una cierta cantidad de paquetes de producción por día...

A nadie le gusta que lo engañen 40.

Sigue la historia. La acosté en mi escritorio, arriba de los papeles, en el futuro tendrán olor a transpiración, para que no digan que la abogada no transpira la camiseta negociando los contratos, le levanté las piernas y la ensarté por el culo.

A nadie le gusta que lo engañen 40.

Gladys la abogada se aproximó, se arrodilló y se la metió en la boca, cuando la tuve como un fierro, la hice arrodillar en el sillón, le levanté la pollera, le corrí la tanga y la ensarté de un golpe…

_Haaa, asiiii guacho, dame fuerte que me hiciste poner como una moto, más más.

Se la metí por todos lados, me hizo firmar el contrato estando los dos en bolas, como siempre tirando para su cliente, lo firmé sin problemas, ellos cumplen con creces…

...

A nadie le gusta que lo engañen 39.

Sigue la historia. Nooo mi amor, yo quiero que me agarres de los tobillos y me la metas con fuerza, que seas vos el que me desvirga, el que rompe mi himen, que vos tomes la decisión de hacerme mujer y pensá que voy a poder darte hijos.

A nadie le gusta que lo engañen 39.

Y Marcela abrió el cajón de la mesa de luz, sacó una cajita, me miró a los ojos y me dijo mientras iba abriendo la dichosa cajita.

_Quiero que seas mi esposo, si me aceptas me harás la mujer más dichosa del mundo…

La miré, miré la cajita, había dos anillos, me dolió el corazón, me puse a llorar como un boludo…

_Siiii siiii mi amor, yo también lo quiero.

Y me besó, me besó como si fuera la última vez, tuvimos sexo sin penetración, yo no...

A nadie le gusta que lo engañen 38.

Sigue la historia. Te puedo pedir algo Cacho. Sí mamá, claro. Échame el último polvo y nunca más. La di vuelta, le levanté el vestido, le corrí la tanga y se la metí de un viaje.

A nadie le gusta que lo engañen 38.

El casamiento de Juana y Romualdo, 26 de noviembre fue una fiesta muy pero muy alegre, la miraba a mi madre y la veía contenta, cada tanto nos cruzábamos las miradas y nos sonreíamos…

Habíamos hablado largo y tendido con mi madre, me aceptó mis celos, reconoció que tendría que haber aceptado mi propuesta de liberarla de la obligación, que la tomó por  sorpresa la primera vez, que está quedándose casi todas las noches Juanmi, que está pensando irse a su ca...

A nadie le gusta que lo engañen 37.

Sigue la historia. Apenas llegué la balcón escuché los gemidos, se estará haciendo una paja o están cogiendo, están cogiendo, mi madre arrodillada al borde de la cama, y Juan Miguel se la metía por el culo, la cara de goce que ponía.

A nadie le gusta que lo engañen 37.

Mi madre invitaba casi todos los días a Juanmi y Teodoro, a almorzar o cenar, me sentía celoso y contento, estaba como Noemí, entonces yo iba casi todos los días a la casa de Marcela, teníamos un poco de sexo antes de almorzar, después siesta en las reposeras de la pileta y a recorrer los lugares de trabajo, Marcela se tomó por costumbre ir a todos lados conmigo, se calzaba el casco, una mochilita, pantalones cortos y abrazada a mi espalda en la moto, por dónde...