Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.
No fui mujer hasta que mi tía y mi padre me despertaron al sexo.
Cuando me miro al espejo instintivamente aparto la mirada, lo que veo no me gusta absolutamente nada y ha sido así desde que recuerdo, desde muy joven mi cuerpo se ha desarrollado de una forma nada normal, crecía sin parar, a los trece años ya medía como ahora a los dieciséis, 1.90 cm, mi cuerpo no estaba proporcionado a mi edad, estaba y estoy extremadamente delgada, mis piernas larguísimas parecen palos, mis rodillas son más gruesas que mis muslos, culo no tengo, las costillas se me marcan bajo la piel, l...