Ana, mi hija (y 5)

¿Cuando, cómo, donde, por qué surge el amor? ¿Que mecanismos provocan una atracción tan poderosa?

Ana, mi hija 5

Desperté sola en la cama. Claudia no estaba a mi lado… Un sentimiento de tristeza me invadió. Las dudas me agobiaban. ¿Realmente me había enamorado de una mujer? ¡Jamás en mi vida lo hubiera imaginado! Pero lo que sentía era tan fuerte, tan intenso… No era solo físico, como con Mauro; era mucho más profundo, más grande. Las lágrimas inundaron mis ojos.

— ¡Buenos días princesa! ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? —Claudia entró en el dormitorio con una bandeja con tostadas, café, leche…...

Ana, mi hija (4)

El amor surge de forma espontanea, imprevisible. No entiende de edad, raza, religión o nivel social. Puede ser arrollador, destructor, si no es correspondido; pero una bendición si es compartido.

Ana, mi hija 4

Apenas había pegado ojo en toda la noche. Jamás en mis treinta y ocho, casi treinta y nueve años, había vivido tan intensamente como en los últimos días.

La ansiedad que me producía la propuesta de Mauro no me dejaba dormir. Además de la incomodidad que suponía estar los tres en una cama de matrimonio normal. Entraba la luz mortecina del amanecer por la ventana cuando me dejé llevar por el sopor y me adormecí.

Un movimiento, una caricia, un beso en mi espalda me despertó. Ya...

Ana, mi hija (3)

El amor es la fuerza más poderosa del universo.

Ana, mi hija 3

Tras la experiencia vivida en la pasada noche, en la que Ana tuvo su primera relación sexual con un hombre, Mauro; nos disponíamos a repetirla en condiciones más normales; si normales pueden ser las relaciones sexuales de un joven con una madre y su hija juntas.

Estábamos desnudos los tres en el dormitorio, un tanto cohibidos por la situación. Ana, roja de vergüenza, se tapaba el coñito con una mano y con la otra intentaba cubrir sus pechos con la cabeza gacha. Mauro se acercó...

Ana, mi hija (2)

Por fin una luz en el fondo del tunel... Una esperanza.

Ana, mi hija 2

Con la ayuda de Ana instalé el reproductor de video. Ambas estábamos nerviosas. Hace tan solo unas horas ni en sueños podíamos imaginar sentarnos juntas a ver videos pornográficos. Y ahora, aquí estábamos, ansiosas por empezar a ver lo que durante años nos habíamos vedado.

Me encerré en la idea de que, si Ana reaccionaba positivamente ante la actividad sexual; yo no dudaría en fomentar esta nueva faceta, si con ello lograba ayudarla.

Hasta ahora ni las pastillas de los psiqu...

Ana, mi hija (1)

Mi hija padecía graves alteraciones psicológicas y no sabía cual era la raiz del problema.

Ana, mi hija (1)

El metro en Madrid a esta hora es asfixiante. La salida de las oficinas, de los comercios… Son las ocho de la tarde… Los asientos están ocupados por personas mayores, excepto dos; se han sentado una pareja de jóvenes mal educados, gastándose bromas pesadas, hablando a gritos y molestando a los pasajeros…

Dos transbordos más y podré salir a respirar el aire de la noche. Un toque en mi nalga me alerta, un hombre de unos cuarenta años me mira desafiante; no tengo ganas de bronc...

Caro y su protector 3

Soporto autenticas atrocidades en mi cuerpo

Caro y su protector 3

La angustia atenazaba mi corazón. Una opresión en el centro del pecho, un incontrolable temblor de la mandíbula inferior… Miedo, terror, ante el inmediato futuro.

Nos han dejado solos en este antro de tortura… Las lágrimas corren por mis mejillas, incontrolables.

— Caro; háblame de ti, de tu niñez, de los momentos que marcaron tu vida, de tus padres…

— ¿Porqué me sacas eso ahora Adri? ¡Vamos a morir y tú te interesas por mi vida pasada!

— Sí cariño… Es una...

Caro y su protector 2

Los cambios se suceden inesperadamente. Peligran nuestras vidas.

Me sentía como una niña traviesa con un juguete nuevo… Bueno, si se le puede llamar juguete a un hombretón como Adri…

El calor del agua burbujeante, el calor de mi cuerpo, mil sensaciones me aguijoneaban, mi rajita enviaba mensajes a mi cerebro, anulándolo, solo pensaba en el placer que me proporcionaba mi protector…

Me senté frente a él, yo sonreía maliciosamente al acariciar sus atributos con mis pies, bajo el agua… Por fin logré arrancar una sonrisa de mi serio acompañante. Y me llevé el prem...

Caro y su protector

Adri lleva dos años como mi protector pero algo cambia entre los dos

Oigo la música de mi móvil… Paso el dedo sobre la pantalla… ¿Quién será a esta hora de la mañana?…

— ¡Hola! ¡Quien es!

— ¿Caro? — Reconozco la voz meliflua…

— Sí, dime Gerardo ¿Qué te duele?…

— ¿Estás aquí en Madrid? — Este tío me saca de quicio…

— Sii… estoy en Madrid, en mi casa, dime que pasa… — Debo resultar agria pero es que no lo soporto. Es un baboso de mierda.

— Bueno… Tengo un asuntillo y he pensado en ti… ¿Quieres viajar?…

— Venga, suéltalo ya… ¿Qué asunti...

SECUESTRADA (y 4)

Una penosa experiencia como consecuencia de mi infidelidad.

SECUESTRADA (y 4)

Una penosa experiencia como consecuencia de mi infidelidad.

Mis hijos han cenado y se han acostado. Me llevo el portátil al dormitorio para seguir indagando sobre las cosas que mi marido me hizo para vengarse de mi infidelidad. Busco algo concreto que no sé si grabaron. Me moriría de vergüenza si Celia lo hubiera visto.

Pero sí. Encuentro el video en el que el llamado Gordo y ante un grupo de gente me somete a la mayor degradación. Y sí. También allí, presente, en...

Secuestrada (3)

Una penosa experiencia como consecuencia de mi infidelidad.

SECUESTRADA (3)

He cumplido los deseos de Pedro, mi marido.  He escrito en el ordenador, en forma de relato, las desgraciadas experiencias vividas por mí a lo largo de los meses que estuve cautiva.

— He terminado de escribir Pedro. Lo he impreso… Toma — le entrego los veinte folios en los que he plasmado el relato.

— Gracias Ani, me lo llevaré y lo leeré en el hotel, en Barcelona, cuando tenga tiempo.

— ¿Me vas a dejar sola otra vez?

— No puedo evitarlo mi vida… es mi traba...