Gambito (de zapatilla) de Dama (2)

Mi lengua penetró como cuchillo en mantequilla aquel delicioso coño, superé rápidamente la capa del pelo y pronto entré en su hendidura roja y carnal, salada y dulce a la vez, no imagine nunca que una lengua podría explorar tan remotos lugares...

Salí abatida de la habitación de mi querida directora, no sólo por la azotaina recibida, ni siquiera por la promesa de nuevas zurras semanales, sino porque me había prohibido jugar al ajedrez, y además mi querida Señorita Deardorff volvía a no confiar en mí, aquello era sin duda lo peor.

-¿Qué te pasa , blancucha? Hoy era tu última paliza, ¿a qué viene esa cara?

Le expliqué a Jolene todo lo sucedido, y esa noche además de ponerme su milagrosa crema en mi culo, fue un poquito más allá en sus cari...

Gambito (de zapatilla) de Dama

Adaptación libérrima de la famosa serie. El relato no es fácilmente clasificable en las categorías de esta página por lo que la pongo en Dominación. A ver si pronto ponen alguna sección de Spanking o Azotes.

Me llamo Elizabeth Harmond  y cuando entré en aquel colegio para huérfanas siendo una niña, no tenía a nadie en el mundo, estaba sola y me  sentía sola, aunque por alguna razón eso no me importaba demasiado.

Lo primero que me encontré al entrar en aquel edificio fue a una chica mulata, muy guapa por cierto, un par de años mayor que yo, diciendo improperios a otra compañera, inmediatamente salió una de las cuidadoras, la agarró de la oreja y se la llevó a lavarle la boca con jabón.

Inmediatamente...

Mi maravillosa casera

Ella se puso bocabajo dócilmente... Le metí la mano entre sus piernas... Toqué por primera vez aquel mullido, esponjoso y acogedor coño... Sentí como se erguía y empezó a cabalgarme ... La loba se iba a comer al cordero...

Era mi primer año de universidad, finales de septiembre,  y  por unas cosas o por otras aún no tenía alojamiento, así que decidí llamar a un anuncio en el periódico.

La casera cuando me abrió la puerta me miró con cara de pocos amigos.

-Hola vengo por lo del anuncio.

-Sí, pero resulta que el anuncio es sólo para chicas.

-Lo sé señora, pero es que estoy desesperado, las clases empiezan mañana y no tengo todavía donde quedarme, le aseguro que conmigo no tendrá ningún problema.

-B...

La mejor Ama del mundo. Mi hermana

Era viernes noche, y por tanto tocaba azotaina.

Era viernes noche, y por tanto tocaba azotaina.

Todos los viernes por la noche fuera la hora que fuera tenía que presentar a mi Ama las cuentas de la semana, aquella semana no tenía nada apuntado en mi cuaderno de castigos, pero daba igual, Ella no necesitaba motivos para darme una buena zurra,  es decir que unas veces me  azotaba para corregirme, y otras me daba digamos que una azotaina de mantenimiento, que la verdad, nunca viene mal, tanto para el sumiso como para el Ama, así pues le dije.

-E...

Lulú

Una chica enseña a su amiga una sorpresa, pero es ella la que acaba sorprendida.

Lulú.

Carmen y Luisa cursaban 3º de Derecho, y aunque no se conocían mucho sí que habían coincidido en alguna fiesta, donde tonteaban tanto con chicos como chicas, sobre todo Carmen que era muy lanzada, casi tanto como guapa, sin embargo Luisa era mucho más tímida y no dejaba ver tanto sus preferencias.

Un buen día que coincidieron al salir de la facultad y tomando algo en un bar le dijo Carmen a Luisa.

-Porque no vienes esta tarde a mi piso, estaré sola y me encantaría enseñarte algo.

...

Quiquiño

Un chaval gallego disfruta de su hermana y de su madre en un ambiente rural, duro, pero placentero.

En una perdida aldea gallega...

Lara estaba en el salón viendo la tele, pero en realidad lo que ocupaba todos sus pensamientos eran los ruidos que provenían de la habitación de su hermano.

Los sonidos eran inconfundibles, a los chasquidos de los azotes, seguían los gemidos de su querido hermano, su madre le estaba dando otra de sus severas azotainas, siempre era la misma rutina, la madre se sentaba en la cama, se quitaba la zapatilla, y después había que ponerse desnudo de cintura para abajo sob...

Doma y castigo(s) a una esposa

Relación volcánica donde el marido tiene que atar corto a la potrilla de su esposa, a base de disciplina, como no podía ser de otra manera

Mi esposa es un puro torbellino, a ella le gusta estar en los platos y en las tajadas como se suele decir, estar en todas las salsas, y claro eso tiene cosas buenas, pero también algunas malas.

Recuerdo perfectamente el día clave de nuestra feliz relación, aún éramos novios, ese día me puso a mil, me estropeó un acuerdo que tenía cerrado con unos clientes muy importantes, y no contenta con ello se me puso enfrente con los brazos en jarras y gritándome, yo no me lo pensé dos veces la arrastré hasta uno...

La confidente

Un joven, es abusado, azotado y follado por su madura vecina, a la que no se le puede decir nuna que no.

LA  CONFIDENTE._________________________________________

Volví a la que fue mi casa de la infancia 5 años más tarde, ahora tenía 19 y toda mi familia había muerto.

El Régimen le había dado la que fue mi casa a mi tía y a sus hijas. Ella era una viuda de Guerra, y mis padres eran unos proscritos, así que le adjudicaron a ella y a sus hijos la que fue mi casa de toda la vida.

Los recuerdos se agolpaban en mi mente mientras subía a mi casa en el  terce...

Chantal ( revisitada )

Señora y sirvienta se van conociendo poco a poco, a través de castigos, azotainas, filias..

CHANTAL

-Clara Daniela, ven aquí inmediatamente -la voz de doña Ursula sonaba, como siempre, exigente e imperiosa, aun sin llegar a ser estridente.

-Ya llegué... Mande, señora.

Doña Ursula, en el dormitorio, se encontraba sentada en el borde de su cama. Tenía las piernas cruzadas, la derecha sobre la izquierda y llevaba unas zapatillas rojas de fieltro, abiertas por detrás, y con una dura y rígida suela de goma amarilla. Su pierna derecha se balanceaba haciendo que la zapatilla produjera u...

Vecinas

Historia real y muy morbosa de dos amas de casa en los años ochenta en España

Esta historia ocurrió a principios de los años 80 en una ciudad española, concretamente en su extrarradio, en uno de esos bloques de edificios tristes y anodinos.

A aquel bloque de edificios llegó Carmen, una mujer de  35 años, sola, independiente y con las ideas muy claras, algo no muy habitual por desgracia en las mujeres de la época.

Su vecina de rellano era Soledad, una mujer de 28 años, casada, tímida y totalmente dominada por su marido, un sinvergüenza 15 años mayor, que la engatusó con me...