Mariana y Carmen

Relato donde se cuentan las vicisitudes entre Señora y criada.

-Y a ver si esta te dura un poco más.

-Como si fuera culpa mía -intentó contestar Mariana a su marido, pero este ya había cerrado la puerta para irse a trabajar.

Mariana suspiró y se dirigió tranquilamente al salón. Sólo llevaba el camisón y un salto de cama, ambos negros, de seda, a juego. Normalmente, tras despedir a su marido, se fumaría tranquilamente el primer cigarrillo del día, y se volvería a la cama, para levantarse dos o tres horas después. Sin embargo, ese día tendría que vestirse para...

Rincón

Una mujer cuenta como el rincón suele ser un buen sitio para reflexionar sobre el mal comportamiento después de recibir una buena azotaina, unas veces surte efecto y otras no.

Llegué a casa sabiendo que me esperaba una noche tranquila, mi chico se iba de cena con los amigos, tenía noche de chicos.

Cenaría sóla, ropa cómoda y maraton de series, el plan me gustaba. Lo oí mientras se afeitaba en el baño, no llevaba nada arriba, llevaba esos pantalones chinos azul marino que le regalé y tanto me gustaban, me acerqué por detrás y lo besé en la nuca, me encantaba su olor recien duchado mezclado con la espuma de afeitar.

-Hola cariño, ¿ya en casa guapa?

-Voy a ponerme...

Eva tomando el sol

Lógicamente me quería llevar hasta su cueva sagrada, pero tuve el temple de alargar su agonía, y de paso nuestro placer, así que mi legua se centró en su ombligo. Jamás sospeché el efecto que surtió aquello, un latigazo de placer recorrió su cuerpo...

Todo empezó cuando aquella serpiente,

nos trajo una manzana y dijo prueba,

yo me llamaba Adán, seguramente

tú, te llamabas Eva.

No vivíamos de squaters en un piso, y mucho menos en Moratalaz,  era un pueblo, a las afueras, y podía asemejarse al Paraíso Terrenal.

Cuando conocí a Eva, fue en el Instituto de Secundaria, pelo largo rizado, ojos negros ligerísimamente achinados, y la cara más fina que el coral, yo tenía sólo uno más, y desde el preciso momento que la conocí caí rend...

¿Me has levantado la voz?

...Entonces abrió más sus piernas, casi de manera obscena, y yo que ya estaba en el suelo, me arrodillé y metí mi cabeza por debajo de su vestido, le hice tal comida de coño que fue la primera vez que se corrió sin que le quitara las bragas.

Julia era mi mujer, pero también era mi Ama.

No teníamos contrato ni nada de eso, ella ni siquiera sabe lo que el BDSM, ni falta que le hace, pero su naturaleza es muy muy dominante, y desde bien pequeña estuvo acostumbrada a mandar, y si no era obedecida, no le dolían prendas para castigar al desobediente, y el castigo era indefectiblemente una buena zurra. Julia no sólo había nacido para mandar, también lo había hecho para azotar.

Todo ello unido a su temperamento volcánico hizo que empezara a...

Extrema y dura

La joven sirvienta estaba arrodillada de espaldas a la pared comiéndose el coño del ama de llaves, que seguía pegada a la pared sin perder detalle de lo que ocurría en la alcoba de las señoras, y guiando la cabeza de su subordinada por encima de su falda...

-Ha sido el hijo de la Chana, ama.

-¿Estás segura Gertrudis?

-Como que hay Dios, ama.

-Se va a enterar el malnacido ese hoy. Joaquín, prepara el coche que vamos a La charca.

-Si doña Victoria.

Joaquín era el único del servicio que no llamaba  la señora por el apelativo de “ama”. El apelativo provenía de su madre, que se instaló en aquel cortijo recién acabada la Guerra Civil, y desde el principio ella mismo se encargó de que todo el servicio, y en realidad todos los jornaleros...

Mi vecina Elisa

... la calé hondo, se la metí hasta las tripas, y empecé con un bombeo frenético que me puso a mil, sobre todo al oir aquellos gemidos en mi oído, junto a sus uñas clavadas en mi espalda, hicieron que regara su cueva con mi espeso y abundante semen, de una forma torrencial.

Mi vecina Elisa es sin duda una de las  personas más importantes de mi vida.

Cuando yo era niño fue como mi segunda madre, ella me cuidaba cuando se ausentaba mi madre, y además de ello en mi feliz infancia me pasé cientos y cientos de horas en su casa jugando con su hijo, que pese a ser un par de años menor que yo, era mi mejor amigo, quizá por la cercanía de nuestras casas, eran mis vecinos de abajo, y siempre fue con los que más relación tuvimos toda mi familia.

Elisa es la "culpable" de mi f...

En la campiña inglesa

... el señor de la casa ardía en deseos de tomarla, de hecho no se podía deshacer de aquella erección que tenía desde que oyó los primeros azotes que le estaba dando su mujer a su hijo...

En los años 50 del siglo XX los años pasaban muy lentos, extremadamente lentos en la campiña inglesa.

Pero en la residencia de Christopher Bellamy se detuvo el tiempo una calurosa noche de junio de 1953, la Señora de la casa, Lady Rose Hamilton murió, fue un infarto fulminante, y todos quedaron muy apenados, sobre todo su esposo Christopher que seguía enamorado hasta las trancas, de su bellísima, carichosa, presumida, engreida y petulante esposa.

Habían pasado cuatro años y medio y aquella casa sola...

Virginia

Un joven cumple con una madura y voluptuosa mujer casada todas sus fantasías y perversiones.

A mediados de los 80 yo era un adolescente con las hormonas revolucionadas, y con una obsesión.

Aquella obsesión era una mujer de treinta y muchos años llamada Virginia,( en aquel momento para mí era una mujer madura, aunque hoy ni mucho menos la veo así) yo vivía en una zona de monte y ella tenía una casa allí, donde pasaba los veranos y otras vacaciones, ella y su familia claro.

Estaba casada, y su marido era un cabrón al que odiaba y envidiaba a partes iguales, era lo que ahora se dice un mac...

La mejor Ama del Mundo.Mi hermana (final)

Fin del encuentro de mi Ama con mi hermana.

Por fin llegó el gran día.

Aquel lluvioso viernes sería cuando se conocerían las dos mujeres que más quería en el mundo, de distinta manera eso sí, mi hermana y mi Ama.

Yo estuve muy nervioso toda la semana, me daba mucha vergüenza contarle a mi hermana que tenía Ama, probablemente ella no entendería nada de aquello, ni sabría nada de BDSM, ni de Femdom, ni de nada parecido, y yo tampoco me atreví a preguntarle a mi Señora como afrontar el tema, y cómo decírselo a mi hermana, temí el enfado de m...

Gambito (de zapatilla) de Dama. Final

Que mejor que el sexo y el placer queden en familia. Podría haber puesto el relato en Dominación, y también el Lésbico, pero lo he puesto aquí.

Después de aquella memorable noche se sexo y azotes, tuve unas semanas tranquilas, asistía a clase sin más novedades y los sábados por la noche acudía solícita a los aposentos de mi quería Señorita Deardorff.

Los castigos se habían prolongado sin fecha final y cada sábado asistía a recibir dolor y placer, y para decir la verdad no hubiera faltado a aquella cita ni por todo el oro del mundo.

El presidente del club de ajedrez no paró de darle vueltas a la cabeza para intentar que yo jugara torneos...