House. La extraña paciente

Chese se encuentra comprando en el mercado. Una súbita emergencia le obliga a mostrarse como médico y a derivar al paciente al Hospital. Como siempre, nadie dará pie con bola hasta que el episodio llegue a su fin.

He intentado recrear un episodio de House con elementos de todas las temporadas, incluyendo su adicción a la Vicodina y contando aún con la presencia de Lisa Cuddy. Espero que os guste:

HOUSE, LA EXTRAÑA PACIENTE

Una mujer de aspecto rotundo manosea la fruta. Aprieta los tomates mientras grita con voz ronca:

-¡AY QUE RICO, COMO LAS BOLAS DE MI NOVIO FEDERICO!

La clientela se ríe, pero el frutero refunfuña. La mujer sigue con sus exploraciones. Toma un

brote

de cereza...

Con el padre de mi novio Carlos

Sentí una complicidad con él que nunca había sentido con Carlos, quizá el secreto y la traición unen más que nada; dos almas gemelas, dos almas ardientes que no querían verse atrapadas en las convenciones formales: nuera y suegro anhelándose de por vida sin jamás consumar. Yo no quería eso.

DESCUBRIENDO A MIFUTURO SUEGRO

Sonó el interfono. Bajé corriendo las escaleras con mi bolsa de viaje. Carlos esperaba sacudiendo las alfombrillas junto al coche, su más preciada posesión y con la que yo debería competir el resto de mi vida. Él decía que era una herramienta imprescindible -cierto pues era comercial- pero sé que había más amor que convención entre ellos. Nos besamos; yo, apasionadamente, intentando violar su boca con mi lengua.

-¿Qué te pasa? -parecía aturdido

-Te...

Ya no soy tu hijo (4) Mi semen en tu culo

Escupí de nuevo en esa boquita sinvergüenza y descarada que me desafiaba en su trasero y le hundí dos dedos a la vez. Los abrí como una tijera y mamá sollozó, los retorcí y mamá aulló...

Esta es la cuarta y última entrega de YA NO SOY TU HIJO. Las anteriores se publicaron a principios de la semana pasada, pero las que mandé el día 2 de abril no quedaron correlativas en la lista de relatos que se actualiza a diario. Quien las busque encontrará la tercera antes que la segunda. Hago esa pequeña aclaración para evitar confusiones y saltos en la lectura. Espero que os guste.

LA SOMBRA DE LA DUDA

Como en una versión femenina de Dr Jekyll y Mr Hyde, los primeros rayos de sol con...

Ya no soy tu hijo (2) Mi semen en tus labios

Cualquiera podría follarse a su madre. Ninguna madre denunciaría por violación a su hijo, es carne de su carne, sangre de su sangre, y ¿qué no haría ella por él? Puede que un narcótico ayudara, pero yo no quería eso. Yo quería seducir a mamá. Que me deseara...

SECRETO DE CONFESIÓN

La semana siguiente fue extraña para los dos. Me dediqué a estudiar las fotos de mi padre que, junto a su recuerdo, me ayudaron en mi transformación. Observé con detenimiento las fotografías de su boda. Lo cierto es que yo apuntaba maneras y guardaba un parecido notable con él. En las imágenes lucía unas incipientes entradas y un refinado bigote. Si aquello es lo que había seducido a mamá y aún le inspiraba para propinarse esas salvajes pajas, yo se lo ofrecería de nuevo.

...

Ya no soy tu hijo (3) Mi semen en tu coño

El tul del vestido hacía fru-fru entre mis manos. Imaginé a mamá con él. Con él iría vestida cuando me la follase. Salivaba abundantemente. Cerré los ojos. La erección ascendía desafiante mientras la imaginaba ofrecida ante mí respirando arrebatada por el deseo.

UN VESTIDO PARA MAMÁ

Abrí la caja y retiré el papel. Era un vestido precioso, de satén color azul turquesa con un gran escote redondo que dejaría sus hombros al descubierto. Un amplio fleco de tul remataba el acabado y cubriría a duras penas la carne de sus muslos. Unos zapatos de tacón del mismo color reposaban en una esquina de la caja. El tul hacía fru-fru entre mis manos. Imaginé a mamá con él. Con él iría vestida cuando me la follase. Salivaba abundantemente. Cerré los ojos. La erección ascen...

Ya no soy tu hijo (1) Mi semen en tus tetas

Dicen que si se extendiera el tejido de los pulmones al completo cubriría un campo de fútbol; del mismo modo, el rosado coño de mamá daba para media cancha de tenis.

Apreté mi glande y deslice los jugos mango abajo. Cuando topé con la carnosa turgencia de los huevos, reinicié la operación: así una y otra vez. Mi verga respondía bien, como siempre, dura cual pedernal y lubricada con mi abundante flujo. Estrujarme los huevos mientras me la cascaba suponía un placer extra, pero con la otra mano sosteniendo el billete no podía aplicarme en ello.

Era un billete en cuyo dorso aparecía la imagen impresa de una mujer ajena a mis maniobras. Probablemente quien diseñó el or...

Soy una mujer nueva gracias a ti.

Parodia, exageración, quizás sí..., pero el mensaje es muy serio: No cambiéis por nadie, porque nadie lo vale. Si os ponéis silicona en el culo que sea para sentaros más cómodas, no para que os miren más.

SOY UNA MUJER NUEVA GRACIAS A TI

Que sea yo misma, ¿lo dices en serio?,

para ti es fácil con la planta que tienes.

Lo mío, otra cosa: maldición del infierno,

mutación sin cordura y sin otro criterio.

Tiraron mi molde a la alcantarilla,

desecharon las ratas por verlo simplón

y una ciega con él se hizo un raspón.

¿Edredón de retales?, ¿alelos cosidos?,

¿código genético?: De risa me muero.

Hablar de cabello era un eufemismo,

la dermis...

Nunca crezcas

Hay personas especiales. A veces es evidente, lo saben, lo explotan y nos conmueven sólo con su presencia. Otras lo son de manera sutil, tienen el don sin saberlo, son capaces de convertir sus defectos en encantos. Esas son las peores, nos atrapan como arañas, nos arrastran hacia ellas incluso antes de nacer. Así era mi sobrina Sara.

Odio las bodas. Odio las comuniones, puro simulacro de boda. ¿No se hacen simulacros de seísmos o incendios? El mensaje es muy claro: prepararos, mentecatas; bajo ese vestido blanco albergáis el futuro cobijo de una dócil verga domada. Su dueño quizás será el angelito que está junto a vosotras en posición orativa, pulcro, engominado y a punto de soltar un gallo púber y traidor. Sólo sois un desafortunado proyecto, la maqueta de vuestro destino cabrón.

Pero yo regento una zapatería y, en el fondo, a mí...

Amor de Carnaval

Durante la noche de Carnaval, un hombre enloquecido revive a su amor ausente

Amor de Carnaval

Escucho tu eco en el metro, en la calle,

espío y rastreo tu presencia engañosa,

peluda amada así halla el murciélago

entre congéneres en su cueva rocosa.

El portal no cierro por si llegas tarde,

mantengo en el horno la cena caliente,

riego esas flores que tanto adorabas,

separo los labios y trago aguardiente.

Preservo silente tu huella en la cama,

levanto la sábana con tu rastro de olor,

un valle fértil con aroma a lavand...

No quiero arrastrarte a mi infierno

Para cuando el tiempo mate el amor carnal y la vida misma.

No quiero arrastrarte a mi infierno

Cuando mis dedos sean temblor sosteniendo una cuchara,

y mis piernas, la tangente de la silla que desplazas;

cuando mis lágrimas cristalicen en rosarios de legañas,

y la piel trace un esbozo de sus valles y montañas,

cuando el cabello sea erial arrasado por la escarcha,

¿me seguirás amando?

Cuando el reloj no paute horas sino píldoras de caja,

cuando el insomnio me prenda y no el sueño que repara,

y la mano encuent...