La fábrica (24)

Continúa la historia de Soledad, ahora en manos de Evelyn y su amiga Rocío. Espero que le guste, ya que borré, volví a escribir y corregí mil veces: nunca quedaba conforme. Y, una vez más, pido disculpas porque algunos problemas personales me hacen demorar en la entrega de los capítulos

El dolor me hizo retorcerme y enroscar una pierna sobre la otra mientras mi rostro se contraía en un rictus indefinible y mi sexo, por contraste, se iba humedeciendo; en parte, a eso último apuntaba al cruzar mis piernas: no quería por nada y por nada que Rocío o Evelyn advirtiesen mi excitación. De ser así se reirían a carcajadas haciendo mi humillación infinitamente mayor.

“Duele. ¿Verdad, linda?” – preguntó burlonamente Rocío junto a mi oreja; como pude y mientras jadeaba quejosamente, asentí con l...

La fábrica (23)

El inoportuno embarazo de Soledad se convierte en la principal herramienta de poder para Evelyn, en tanto que Rocío, la entrañable amiga de la secretaria, asume un inusitado protagonismo que sorprende a nuestra protagonista...

Evelyn tomó un bolígrafo de encima del escritorio y se quedó jugueteando con él entre sus dientes; me miraba de un modo que era escrutador y también calculador: ya no había en su rostro ninguna sonrisa sino que, por el contrario, parecía estarse tomando muy en serio lo que fuese que su enferma mente estuviera tramando.  Yo, que seguía arrodillada, comencé a temblar de la cabeza a los pies, como si súbitamente cobrara conciencia de los posibles alcances del “pacto” celebrado: no había modo alguno de prever c...

La fábrica (22)

Nueva entrega de la historia de Soledad, que trae algunas novedades importantes, sobre todo en lo referente a los conflictos internos dentro de la fábrica. Pido disculpas por el retraso en la entrega del capítulo, pero exámenes y problemas de salud familiares no me dejan el tiempo que quisiera

Esa noche era, en teoría, la última que yo pasaba en casa de Luis; sin embargo, los últimos acontecimientos de la fábrica en relación con la llegada de la nueva empleada me hicieron rever mi postura.  Los celos y la paranoia hicieron presa de mí al punto de la angustia, pues yo suponía que, en caso de marcharme, estaría allí dejando otra plaza libre para ser ocupada por esa chica.  Viéndolo hoy, la mía estaba lejos de ser una estrategia acertada ya que corría riesgo de atosigar con mi presencia, pero en eso...

La fábrica (21)

Instalada temporalmente en casa de Luis y entregada a los juegos placenteros con Tatiana, Soledad termina por volver a la fábrica en donde se encontrará con nuevas sorpresas

El resto del domingo discurrió sin mayor novedad y, de hecho, lo pasé la mayor parte del tiempo durmiendo.  Tatiana, un amor, me llevó a la cama lo que no supe si era una merienda, una cena o bien el desayuno del lunes pues yo ya había perdido noción del tiempo.  Mis padres volvieron a llamarme un par de veces porque, claro, los rumores seguían circulando y vaya a saber qué era lo que les había llegado y de qué forma.  Le pedí a Luis, por lo tanto, que me llevara a verlos así se tranquilizaban; previo a ell...

La fábrica (20)

Los episodios posteriores al casamiento también deparan nuevas sorpresas a Soledad; y lo que se suponía que debería haber sido una noche de bodas termina llena de circunstancias insospechadas

“Es… ¡ese sereno de mierda! – rugió Daniel con el rostro desencajado para, automáticamente, girarse hacia mí -.  ¡El degenerado que te miraba a la salida de la fábrica!  ¡Yo sabía que algo había!”

Yo no conseguía aún salir de mi sorpresa.  Se terminaba de confirmar que, en efecto, era Milo el sujeto a quien yo había visto escondido tras un árbol.  Y seguramente, además, habría estado espiando no durante uno sino durante varios días; mi cabeza le dio rápidamente vueltas al asunto y no fue difícil llega...

La fábrica (19)

Tanto durante la fiesta de boda de Soledad como después de la misma, las sorpresas continúan

Y entonces, por primera vez, Luis me cogió.  Lo hizo sin el menor cuidado de que fuera a entrar alguien ya que estábamos junto a los lavatorios y no en un privado.  Lo primero que hizo fue tomarme por las caderas y quitarme mis bragas, ésas mismas que yo reservaba para que me las quitara Daniel después de la fiesta.  Palpó mi carne y recorrió luego con detenimiento cada centímetro cuadrado de la tela de mi vestido blanco, el cual, según propias palabras, era uno de sus fetiches preferidos.  Luego pareció to...

La fábrica (18)

La muy especial despedida de soltera de Soledad llega a su fin pero ahora se acerca el día del casamiento, el cual, por cierto, no estará tampoco exento de sorpresas

Lo que siguió se me hizo eterno.  Ya no soportaba más los consoladores que tenía insertos tanto en mi boca como en mi cola.  Claramente pude ver cómo, a través de las claraboyas se empezaban a filtrar haces de luz, con lo cual caí en la cuenta de que ya estaba amaneciendo.  El terror, una vez más, se apoderó de mí al pensar en que yo seguía allí; comencé a dar como obvio que el resto de las chicas no se habrían acordado de mí ni de limpiar la fábrica como habían convenido en hacer después.  Se habían olvida...

La fábrica (17)

Continúa la perversa despedida que le han preparado a Soledad en la fábrica, con algunas consecuencias que, tal vez, no estaban en los cálculos

En eso,  mi rostro quedó súbitamente liberado y el aire volvió a entrar en mis pulmones: súbitamente cobré conciencia del largo rato que llevaba sin hacerlo.  Lo curioso del caso fue que, más allá del evidente alivio por volver a respirar, también en parte lo lamenté: sé que suena raro, pero, de pronto, había pasado a extrañar esa sensación de ahogo, de asfixia… Levanté la mirada y vi al joven, quien se había puesto en pie, aunque seguía mirándome desde lo alto; yo lo veía enorme, inmenso, musculoso, casi u...

La fábrica (16)

Continúa la alocada despedida de soltera que le han preparado a Soledad en la fábrica...

La sorpresa casi me hizo caer de espaldas; ni siquiera había pensado en él ni se me había ocurrido que pudiese estar en la fábrica cumpliendo con su horario de trabajo.  En un impulso mecánico me pasé la mano por la boca y escupí al darme cuenta de que había tenido su verga dentro de ella.  Las chicas, en tanto, no hacían más que aplaudir y corear una y otra vez el nombre de Milo.  Una vez más, busqué con la vista a Flori pero seguía sin estar allí; no había regresado o bien se había marchado…

Evelyn...

La fábrica (15)

Continúa el episodio de trío en la oficina de Luis entre éste, Tatiana y Soledad. Llega la tan mentada despedida de soltera organizada por Evelyn

Tatiana miró a Luis y su rostro pareció encenderse; se la veía alegre ante la ocurrencia de su novio.

“¡Cruz!” – se apuró a decir, acompañando su exclamación con un saltito que era propio de una chiquilina entusiasmada.

Luis me miró.

“Va con cara entonces, Soledad”

Flexioné ligeramente una rodilla y, sin querer hacerlo, apoyé una pierna sobre la otra.  La situación era altamente erotizante y el corazón me saltaba dentro del pecho.  Sin embargo, fue en ese momento cuando pensé que, de...