La Orquídea y el Escorpión (3)

Tal como Loana lo ha dispuesto, Luciana deberá pasar el fin de semana en casa de la primera. No sabe por supuesto con qué se va a encontrar ni tampoco que la presuntuosa rubia tiene previsto algo antes de llegar...

El tono de Loana era lo suficientemente imperativo como para que yo no persistiera con la duda… Comencé a soltar muy lentamente los botones de la blusa que llevaba.

“Más rápido – conminó ella -.  No estás haciendo un strip tease, putita”

El tatuador festejó el comentario de Loana con una risita.  Urgida por las órdenes de ella, desprendí casi de un tirón la blusa sin cuidado de que tal vez pudieran saltarse algunos botones.  La premura me había puesto nerviosa; me quité el calzado simplemente pi...

La Orquídea y el Escorpión (2)

Tras haber sido humillada como nunca en su vida, Luciana sigue obsesionada por Loana, la arrogante diosa rubia... Nuevos cambios se acercan en la vida de la primera a la vez que salen a relucir algunas revelaciones acerca de Loana y su personalidad increíblemente dominante y poderosa...

Al llegar a casa al atardecer, pasé casi sin saludar a mis padres con rumbo hacia mi habitación.  Me preguntaron algo acerca de cómo había estado mi día y no sé qué contesté.  Me encerré en mi habitación y me dejé caer en la cama sintiéndome terriblemente baja… y sucia.  Yo, Luciana Verón, estudiante siempre brillante y de personalidad segura y bien formada, había sido degradada al punto de sentirme la peor basura del mundo y todo había sido obra de una muchachita rubia con aires de engreída… Las sensacione...

La orquídea y el escorpión (1)

He notado que en general hay pocos relatos de dominación ENTRE mujeres; éste tiene que ver con una chica a la que la Universidad le va a cambiar la vida en un sentido que no esperaba al encontrarse con otra joven increíblemente petulante y dominante. Espero que les guste...

Ya sé que es un lugar común pero comenzar una carrera universitaria siempre constituye un desafío nuevo y una puerta hacia un futuro que uno puede ver como incierto pero a la vez motivador.  Creo que siempre supe que elegiría psicología, al menos desde que entré a la escuela secundaria.  Es que la mente humana siempre me pareció un laberinto interesante para descifrar y cuando elegí mi carrera, no lo hice (como sí lo hacen muchos) con la esperanza vana de resolver los propios problemas psicológicos.  De hec...

Apuesta Perdida (17)

Continúa la terrible historia de humillación y degradación sufrida por el matrimonio de Aldana y Rodolfo a manos de los pérfidos Virginia y Eduardo y de su invitada y flamante compinche Julieta

Eduardo salió de la piscina y quedó a un costado.  A una orden de Julieta, Aldana también lo hizo y se puso a cuatro patas.  Yo fui convocado para secarlo  a él.  Por lo tanto, tomé presto una toalla y me dirigí a cumplir con la tarea encomendada.   Fui secando prolijamente el cuerpo de Eduardo que lucía en toda su envidiable y magnífica desnudez.  Mientras pasaba la toalla por su imponente pecho, sentí la desagradable pero a la vez excitante sensación de que estaba ante el pecho de un verdadero hombre, lo...

Apuesta Perdida (16)

Aldana enterró aún más su rostro entre las nalgas de Julieta Custer, al punto que sus ojos y nariz se perdieron adentro, mientras la dueña del trasero que era higienizado movía sus caderas en círculos con movimientos sensuales

Cuando sonó el timbre de la puerta de entrada y se me envió a abrirla, apenas las vi entrar miré instintivamente a Aldana para ver si volvía bien, entera, en una pieza… Y sí, no parecía haber nada raro, salvo el hecho de que se la veía cansada y con la dignidad por el piso.  Como si lo de la mañana no hubiera sido suficiente, ahora el barrio la había visto caminar en cuatro patas como a una perra junto a una mujer que la odiaba… y seguramente muchas de las ex compañeras de secundario la habrían visto tambié...

Apuesta Perdida (15)

Julieta ha llegado a la casa y da rienda suelta a todo el odio y resentimiento que durante tantos años ha tenido contra Aldana, quien ahora le es entregada mansa y rendida de manos de Virginia...

Julieta se mantuvo mirándola un largo rato.  No podía salir de su asombro.  Sin desviar la vista de Aldana preguntó:

“¿Qué hace aquí? – la pregunta iba, obviamente, dirigida a Virginia - ¿Por qué está así?”

“Bueno, Juli… Yo te dije que tenía una sorpresa” – respondió la aludida en tono jovial.

“Está bien… - concedió Julieta, aunque daba toda la impresión de seguir confundida -, pero… explicate mejor, por favor”

“Deudas de juego – sintetizó Virginia lo más escuetamente posible -.  La...

Apuesta Perdida (14)

Un paseo por el barrio se transforma en un nuevo infierno de humillación para Aldana y Rodolfo; en tanto, Julieta la antigua y resentida compañera de colegio, llega por fin a la casa...

Dormí, obviamente, mal…  con el sueño muy cortado.  Las experiencias del día anterior habían sido tan traumáticas que era difícil de creer que no fueran a verse reflejadas en sobresaltos y pesadillas.  Cada vez que desperté, me encontré solo y amordazado, tirado sobre el piso del quincho; en alguna oportunidad hasta me desperté transpirando y convencido de que escuchaba los gritos de mi esposa… pero no.  Había tanta calma como era habitual en las noches de aquel barrio (aun cuando fuera sábado) y no había n...

Apuesta Perdida (13)

Obedientemente, nos fuimos quitando las prendas una por una. Eduardo jugó a tararear una melodía que recordaba a la música propia de un strip – tease, o bien chiflaba de tanto en tanto. Quedamos totalmente desnudos, amontonadas nuestras ropas sobre un borde de la piscina.

Desvié mi vista hacia Aldana y pude ver cómo sus ojos se inyectaban en terror.

“Julieta Custer…  mirá vos – insistió Virginia -.  Se reconoce perfectamente por la foto aún, después de tantos años.  Le voy a enviar una solicitud de amistad y un mensaje ya mismo”

Su vista seguía fija en la notebook y sus dedos, una vez más, volvieron a deslizarse rápidamente sobre las teclas.

“S… Señora…” – intervino tímidamente Aldana.

Virginia levantó ligeramente su cabeza y enarcó las cejas, aunque...

Apuesta Perdida (12)

Las invitadas de Virginia continúan con su orgía de denigración y humillación en contra de Aldana y Rodolfo, pero ahora con un invitado...

Con abatimiento demoledor, me dirigí a cuatro patas hacia la casa y, una vez en ella, a la puerta de calle.  El timbre ya sonaba hacía rato o sea que, considerado el poco tiempo transcurrido desde que su madre lo llamara, el estúpido impaciente había venido corriendo.  Me puse en pie para girar el pomo de la puerta y, al otro lado del umbral, me encontré con ese pajero idiota que vivía mirando a mi esposa desde el balcón.  No era que fuese retardado mental en el sentido clínico del término, pero la estupide...

Apuesta Perdida (11)

Como si fueran niñas desesperadas por recibir un regalo, varias se fueron pasando el arnés sucesivamente. No sé cuántas veces la cogieron; algunas lo hacían con auténtica pasión y tratando de disfrutar el momento; otras parecían querer sólo divertirse o bien utilizaban a Aldana como si fuera un agujero y punto

Aferrando a Aldana por las caderas, Cecilia comenzó a penetrarla.  El miembro que el arnés llevaba acoplado era bastante grande y, por lo tanto, provocaba violentos sacudones en mi esposa.  Cecilia comenzó con movimientos rítmicos cuya frecuencia fue acelerando e incluso acompañando, cada tanto, con algún chirlo contra alguna de las nalgas de mi mujer.  Cuando advirtió que su presa ya no podía aguantar la excitación y los jadeos revelaban una fatal mezcla entre sufrimiento y disfrute, la tomó por los cabell...