Una historia mucho más vulgar todavia (1)

Un tipo bastante vicioso disfruta de dos maduritas tan viciosas como él.

Luisa y yo seguimos juntos un par de días más. Congeniamos muy bien. Antes de separarnos intercambiamos teléfonos y correos electrónicos para no perder el contacto. Dos meses más tarde tuvimos la oportunidad de encontrarnos de nuevo y no la desaprovechamos.

Quedamos en una conocida sala de fiestas y allí descubrí que ella no estaba sola. Iba acompañada de una rubia bastante mona, madurita como ella, menos opulenta, pero con dos tetitas muy tiesas y muy bien puestas. Rebeca se llamaba. En seguida nos hic...

Una historia aún más vulgar

Tras la pequeña orgía para tres, Alfredo y Luisa se dan un pequeño homenaje en la ducha del hotel. (Breve continuación de "Una historia vulgar", aunque se puede leer independientemente de ésta.)

El ruido de la ducha me despertó y noté algo de resaca, la boca pastosa y el cuerpo todo pegajoso. El bajón mañanero me atenazaba la cabeza y no tenía ganas ni de respirar. Me giré sobre la cama y vi que el equipaje de Jaime ya no estaba. Recordé que su avión salía temprano. Me levanté con la cabeza pesada y entré en el baño. Allí dentro estaba Luisa, duchándose. Apenas la conocía y no sabía como reaccionaría a esa mañana post-orgía, así que no le dije nada. A través de la mampara podía vislumbrar su cuerpo...

.Muñecas. (tornillo)

".Muñecas." es un viejo proyecto de relatos pensados originalmente para ser guionizados en un cómic. Son historias independientes entre sí pero que comparten un mismo universo ficticio, aunque este universo no siempre es exactamente el mismo en todas las historias.

—Ábrela más. —ordena el hombre barbudo.

El gordo duda un momento:

—¿Seguro?

—Sí, hombre. Sepáralas.

El tipo gordo vuelve a estirarle las piernas a la chica con evidente esfuerzo. La pobre intenta resistirse como puede pero el gordo la tiene agarrada por los tobillos con tanta fuerza que  está cortando la circulación de los pequeños pies. Ella se queja en silencio apretando los dientes.

—Así, buena chica —el barbudo le pasa una mano llena de roña por la cara a la muchacha, secán...

Una historia vulgar

Dos amigos conocen a una madurita cachonda en el bar de un hotel y disfrutan de sus orificios con mucho gusto.

Conocimos a Luisa en el bar del Hotel. Mi amigo Jaime y yo llevábamos toda la noche dando tumbos por la ciudad, buscando un par de chicas que quisieran un poco de marcha, pero como siempre, acabábamos tan bebidos que las tías nos rehuían en cuanto les echábamos el aliento encima.

Al menos conseguimos robar algún que otro beso y magrear alguna teta o un culo aquí o allá, pero nada más. Así que nos fuimos al hotel donde nos alojábamos y decidimos tomar la última copa en la minidisco que allí tenían. Apena...

Reversibleman

Un caso médico espeluznante e inexplicable que necesita ser investigado a fondo por una doctora en medicina competente y tenaz.

—Buenos días

—Buenos días. ¿Qué le ocurre?

—Pues verá usted, doctora, lo cierto es que el asunto es algo complicado de explicar.

—No se preocupe caballero, estoy acostumbrada a todo tipo de cosas. Dígame que le pasa, puede usar un lenguaje coloquial si lo desea. Utilice sus propias palabras.

—Pues resulta que tengo un problema con el culo.

—¿Con el culo? ¿Y qué le pasa a su culo, pues? ¿Le molesta cuando va al baño?

—No… bueno, sí, eso también, pero no es eso el problema.

—Ya veo...

Lujuria en la cocina

Le mete las manos dentro de la blusa y se la abre con un tirón, rasgando la tela y arrancándole varios botones que caen rodando sobre el suelo de la cocina. Le agarra el sujetador con ambas manos y se lo parte de un tirón. Los pechos de Ramona vibran en el aire, los pezones altivos...

Lujuria en la cocina

Ramona escucha el sonido de la puerta principal abrirse. Oye el sonido del llavero estrellarse contra el mueble del recibidor y el golpe sordo de la bolsa de deporte de Pedro. Al poco escucha sus pasos a través del pasillo dirigiéndose a la cocina, donde Ramona le está terminando de preparar la cena.

Se gira para darle la bienvenida y le sorprende el efusivo abrazo de Pedro. No, no es efusivo. Es algo más. Apenas abre los labios para preguntarle cómo le ha ido el día cuand...

Sofía crece (1). El hombre del parque.

La joven e inexperta Sofia está acomplejada con su físico. Un encuentro fortuito mientras espía a un hombre mayor que ella la ayudará a superar sus complejos.

Sofía crece (1).

El hombre del parque.

La pequeña Sofia esta preocupada. Hasta hace muy poco tiempo nunca le había dado importancia a la forma de su sexo, pero desde que conoció a Jaime y comenzaron sus primeros escarceos amorosos, las caricias y los tocamientos propios de adolescentes, su mente no para de darle vueltas a un asunto, algo que nunca le dio la más mínima importancia: la forma, tamaño y apariencia de su almejita.

Ella ve imágenes y escenas de mujeres desnudas practicando se...

Explorador

Me gusta explorar tu coño. Me gusta pasearme por la entrada vital que arde entre tus piernas, descubrir nuevas grietas, fallas y pliegues.

Explorador.

Tu cuerpo descansa sobre las sábanas húmedas y cargadas de olores recientes mientras la noche se cuela por la rendija de la ventana. Tus muslos se agitan levemente cuando me apoyo en el colchón, admirando la suave curva de tu vulva y la breve capa de vello que corona el monte de Venus. Uno de mis dedos se posa sobre tu pierna y lo deslizo despacio a lo largo de tu muslo, suave, largo, largo, largo y tibio.

Adivino una sonrisa en tus labios cuando la yema de mi dedo tropieza con el pl...

Envidia.

Siento envidia del suelo que pisas, espectador mudo de la belleza que palpita entre tus piernas; de tu cama, recolector de jugos y olores; de los muebles de tu cuarto, voyeurs petrificados que jamás sabrán la suerte que tienen de convivir con un cuerpo cálido y vibrante lleno de pasión.

Envidia.

Siento el peso de mi pene tirando hacía abajo, noto como se hincha de forma inmisericorde, pausada pero inexorablemente, convirtiendo la curva subyugada y deprimida de mi virilidad en un arco altivo y expectante, ajeno a los sentimientos de nostalgia y añoranza que pueblan mi mente. Los recuerdos de tus palabras, nuestras fantasías y mis deseos se mezclan con la sensación de pérdida que siempre me embarga a la mañana siguiente. La prueba de nuestra locura aún brilla en la oscuridad de mi cuar...

Preparación anal.

Sandra quiere darle sexo anal a su chico y dispone a limpiarse, tanto por fuera como por dentro...

Sandra acciona el disparador de la cisterna y el WC se descarga. Se limpia el trasero mecánicamente y termina por desprenderse de su ropa interior para entrar a la ducha.

Abre el grifo y deja que el agua tibia se deslice por su piel. Agarra un bote de jabón y se embadurna los dedos con un buen chorro que esparce por la raja del culo, dejando que el agua se mezcle con el jabón para crear una capa aceitosa de burbujas que se deslizan entre sus nalgas. Sandra separa las piernas y comienza a frotarse el c...