Primer encuentro con M

Me encontré con M, mi nueva sumisa, en una cockteleria cerca de mi casa. Le dije que se vistiese con una falda, sin medias, el resto lo dejé a su elección. Apareció y esta es la historia de todo cuanto sucedió.

Conocí a M de la misma manera que en los últimos años estoy conociendo a la mayoría de las sumisas que he tenido en propiedad. Internet tiene tanto de positivo como de negativo, aunque hay personas que se empeñan en quedarse solo con los problemas que la red nos regala. ¿Acaso alguien puede pensar que esas personas que mienten o engañan en la red no lo harían en la vida "real"? Internet no es diferente al bar de la esquina o al parque dos calles mas arriba. La gente es la misma, el medio no. Conocí a M en e...

La violación

¿Una violación no es realmente una violación si es consentida?

Nunca supe su nombre, ella no quiso decírmelo. Podría haberme mentido pero prefirió no decirlo. Lo acepto, es más, lo valoro como un billete de cien euros encontrado en la calle ( y no pretendo analogías, a ella no la encontré en la calle). Han de saber ustedes que en el mundo hay dos tipos de personas, las honestas y las que pretenden ser honestas. Ella era honesta, sincera y directa (quizás en exceso). La encontré en esa red virtual con millones de unos y ceros que están circulando por internet a modo de...

La exploradora

Dora era tan joven… nunca supe su edad debidamente, quizás fuese demasiado joven pero cuando tropiezas con una mujer tan atractiva como ella, cualquier razonamiento se pierde en una bruma de deseo.

Dora era tan joven… nunca supe su edad debidamente, quizás fuese demasiado joven pero cuando tropiezas con una mujer tan atractiva como ella, cualquier razonamiento se pierde en una bruma de deseo. ¿Cómo la encontré? Fue en Facebook aunque podría haber sido en cualquier otro lado. Vi una foto suya, no soy capaz de recordar dónde, supongo que sucedió curioseando o en las fotos de alguien que conozco. ¿Pero sabéis que? Prefiero no saberlo. Cuando algo resulta extraordinario nunca busquéis una razón o una caus...

Vacio. No Sacrificio. Jamás. Aun no. No importa

Durante toda su vida Lorena creía que sabía lo que quería pero en el fondo, en su discurrir tortuoso, como el de un meandro a punto de quedarse sin caudal,

Durante toda su vida Lorena creía que sabía lo que quería pero en el fondo, en su discurrir tortuoso, como el de un meandro a punto de quedarse sin caudal, Lorena ha estado buscando para ser capaz de decidir si eso es lo que quería o no. Nuestra determinación se basa en lo que creemos que somos, pero siempre, escondido tras una esquina, hay alguien dispuesto a sorprendernos y abrirnos lentamente la puerta de algo que desconocíamos. A Lorena siempre le gustó la idea de estar atada a una cama, inmovilizada, s...

La colegiala virtual

Mi pequeña lolita comenzó a desabotonarse el jersey, lentamente, después lo dejó caer. Su cuerpo era fantástico, generoso y hermoso.

La colegiala virtual

Nadie es capaz de resistirse a un reto, ya sea por orgullo, quizás por curiosidad o por un motivo tan simple y primitivo como que nos duele decir "no"… la mayoría cerramos con fuerza los ojos y nos dejamos llevar por la corriente. Cuando nos hemos lamentado diez veces seguidas necesitamos arriesgarnos. No porque eso nos asegure que venceremos sino para no lamentarnos por algo que ha dejado de suceder. En el regusto del riesgo esta el sabor que más se aproxima al sabor de...

Masajista de mi hijo David

Desvié la vista y pude ver que la erección continuaba, aun más que antes, la toalla estaba levantada y podía ver su vello púbico, moreno y poblado, incluso la base de su pene. Cerré los ojos y volví a besarle en la frente.

Masajista de mi hijo David

Todo sucedió a finales de 1998, fue en Febrero cuando comencé a hacer cursos para dar masajes, mis dos hijos eran ya mayores y me daba la impresión que ya nadie me necesitaba en casa, ni mi marido. La verdad es que me sentía mayor, me sentía cansada. Quizás por eso, y porque me encantaban los masajes y las terapias naturales, me decidí por aprender un mundo que hasta entonces me había sido negado, no hablo del mundo de los masajes tan solo sino de un mundo al marge...

Lo que sucede cuando sucede

Los azotes caían por todas partes de mi cuerpo, las puntas del látigo, con pequeños nudos en su extremo, estremecían todo mi cuerpo, sobretodo cuando caían en parte sensibles, me retorcía de dolor, de placer, de orgullo.

LO QUE SUCEDE CUANDO SUCEDE

No tengo la mas mínima idea de porque me sucede cuanto me sucede, sin pretender entenderlo lo asumo y cuando me deslizo por la pendiente que lleva hasta la razón, es cuando me encuentro perdida. Sin rumbo. Planteándome porque hago lo que hago, o peor aun, porque dejo de hacer cuanto me apetece hacer. No voy a decir como me llamo, tampoco de donde soy, aun menos confesaré si estoy casada o tengo hijos, cual es mi trabajo o que música me gusta escuchar. Porque todo eso...

Viernes de dudas y deseos

¿Por qué diablos me resisto? No tiene sentido, he venido hasta aquí y ahora me resisto a correrme. Sigo sintiéndome culpable.

Viernes de dudas y deseos

Mi nombre es María, mi edad treintaipocos años, mi vida ahora mismo se resume en demasiadas preguntas en la cabeza y escaso tiempo para todo, incluso para lo más breve e importante, o sea, tiempo para mi. No creo que sea ni el momento ni el lugar para explicar aquí mi vida, este relato no es sobre mi vida sino sobre un viernes de dudas. Constantemente dudamos sobre lo que es incorrecto, sobre lo que esta mal, dudando realmente sobre nuestro propio egoísmo. Somos animale...

Ella no me creía capaz

Mi mano se deslizó por el interior de su braguita, con sumo cuidado aunque sin poder evitar enredarme por unos breves instantes en su vello púbico hasta que uno de mis dedos alcanzó la humedad de su sexo. Estaba completamente mojado.

Ella no me creía capaz

Le había dicho que iría a buscarla, ella no me creía capaz de hacerlo, no creía que era una proposición real, o quizás si lo creyese pero se negaba una realidad que la asustaba. Lo que realmente sucedió es que ella estaba convencida de que yo era capaz pero que ella nunca sería capaz, por demasiados motivos, no podía, no quería, ni debía. Le apetecía, si. Pero no quería. Sucede a diario, nos apetecería comer el pastel de chocolate pero el espejo nos dice que nos sobran uno...

Urgencias

Una primera oleada de semen rebotó contra su paladar mientras ella hundía mi pene todo lo posible en su boca y la segunda oleada entraba directa a su garganta. Hacia tanto que deseaba eso y había esperado tanto que creo que tuve la corrida mas abundante de mi vida.

URGENCIAS

Ella tenía mi teléfono. Lógico. Yo mismo lo había apuntado una servilleta el lunes anterior mientras la ponía sobreaviso de que en caso de urgencia me llamase o me enviase un mensaje. A cualquier hora, cualquier día, algo que parece normal, sobretodo si eres doctor o parecido. Pero ni yo era doctor ni ella era paciente mía. Se llamaba Alba, una compañera de trabajo, la mujer que acudía a mis sueños noche tras noche. La mujer que soñaba fuese mía solo para poder ser suyo. Nos conocíamos...