Gonzalo, el novio de mi hermana

El que compartimos . . .

Gonzalo, el novio de mi hermana

Si he de hablar de manera absolutamente objetiva, debo decir que mi hermana Natalia tiene lo suyo: alta, cabello largo castaño, buenos pechos, cinturita de avispa y un buen culo; y todo eso, acompañado por una carita de muñeca y unos ojazos celestes preciosos. En resumen, veintiún añitos muuy bien puestos. Si a mí me tirasen las tías, con mis flamantes dieciséis años seguramente Naty habría sido la destinataria de varias pajas, (bueno, al menos es lo que me cuenta...

Jugando con fuego

Hubo un tiempo en el que no tenía ninguna duda de mi heterosexualidad. Hasta que apareció Ariel en mi vida, jugando con fuego...

Jugando con fuego

Esa mañana, el anuncio de la acostumbrada reunión anual de la empresa " para reforzar el espíritu de camaradería que nos ha llevado a concretar los objetivos previstos para el año y bla, bla, bla, bla ", fue el tema de conversación de la mayoría. Una mayoría en la que yo no me incluía porque a mí, francamente, el evento no me movía un pelo. La novedad era que este año, los directivos habían decidido reemplazar la cena en un salón de lujo por un almuerzo al aire libre en el...

Leo y los gendarmes

Leo tiene por delante unas horas aburridas en ómnibus hasta llegar a su casa. Pero dos uniformados se encargarán de hacerle mucho más llevadero el viaje.

Leo y los gendarmes

Faltaban veinte minutos para la partida de mi ómnibus, prevista para las 22:00 hs, y a partir de allí me esperaban tres horas de viaje antes de llegar a casa. Antes de subir al bus decidí pasar por el kiosco en busca de algo para beber durante el viaje, y compré una botellita de gaseosa. Estaba buscando cambio para pagar cuando los vi pasar. Eran dos gendarmes, uno moreno y el otro rubio, que charlando y riéndose animadamente se pararon apenas unos metros detrás de mí...

No te creo nada

No te dejes convencer tan fácilmente. Bueno, quizá sí valga la pena ceder . . .

No te creo nada

No te creo nada! Trabajando, a estas horas? Quién sabe donde has estado! No, no me interesa lo que digas, seguro has armado una buena coartada, y tus amigotes de la oficina van a cubrirte. No, no sonrías con esa cara de angelito, que no vas a convencerme!. Y desvístete rápido, que quiero dormirme. Al menos podrías haberte cambiado en el baño. Ah, no dejes el traje tirado por ahí!. Ni hagas un bollo con la camisa. ¿Qué cosa? No tengo idea donde dejaste el pijama!. No soy tu ma...

En el archivo

“Entonces me tomó la barbilla con una mano, acercó su boca entreabierta, y me besó. No, besó no es la expresión: me devoró la boca” (Ah, la ventaja de acumular los papeles en la baulera del subsuelo!).

En el archivo

Cuando el timbre sonó yo estaba trepado en la escalera corta de madera, tratando de desarmar una de las lámparas de la recepción que vaya a saber por qué putas había dejado de funcionar. Escuché a Julieta, la recepcionista, formulando el " ¿Quién es? " de rigor, la voz del desconocido sonando gangosa por el portero eléctrico, y finalmente el sonido de la chicharra franqueando el acceso. La puerta se abrió, y entonces entró un muchacho alto, de buena complexión, vestido con pan...

Consulta médica

Si en una consulta tu doctor te pide “Por favor, separe las piernas y flexiónelas” ¿Qué puede significar?. Nada. O todo. Depende del examen que te estén haciendo... y de las intenciones del médico.

Consulta médica

En silencio, con dedicada atención, el Dr. David Hansen revisaba los resultados de los análisis de su paciente.

Sentado frente a él, también silencio, Rafael devoraba con la mirada a su doctor mientras estudiaba sus controles médicos. Sus ojos recorrían una y otra vez los mechones rubios que caían sobre la frente, las pestañas largas y arqueadas, la nariz recta, la boca de labios finos, la mandíbula angulosa.

Por fin, el Dr. Hansen alzó la cabeza y miró a Rafael con su...

El fin de la inocencia

En una calurosa tarde de verano, tres niños se asoman al mundo de los adultos.

El fin de la inocencia

Dos de la tarde de un domingo de verano. El sol calienta sin piedad la tierra, resecándola y agrietándola. Las chicharras cantan, y los perros duermen al amparo de cualquier sombra disponible. En las calles, ni un alma: las familias están de sobremesa, o rumbearon por la mañana temprano hacia el club para refrescarse en las piscinas.

Encaramados en la rama de un árbol, tres mocosos que recién despuntan los doce años miran expectantes hacia la planta alta de la casa de...

Compartiendo a Rita

Alberto desea con ardor a su sobrina Rita. Y en una fiesta familiar tendrá la oportunidad de hacerla suya gracias a la “generosidad” del novio de la muchacha, que decide compartirla con él... sin que ella lo sepa.

Compartiendo a Rita

La noche se insinuaba como muy buena, con una temperatura agradable y una suave brisa que esparcía el aroma de los profusos rosales.

La enorme tienda blanca, desplegada como un inmenso pañuelo en el parque, estaba llena de gente. Quedaban pocos espacios en los que no hubiese un grupo charlando animadamente, entre los que desfilaban ejércitos de mozos entrenados que mantenían bien provistas de comida y bebida las mesas distribuidas en toda la estancia.

Es que los Es...

El compañero de cuarto

Ezequiel debe pasar unos días con los operarios de una planta que llevan varias semanas encerrados allí, sin contacto con otras personas, sin muchas diversiones... sin tener sexo...

El compañero de cuarto

" Qué clima de mierda! ".

Mientras trataba de entrar en calor frotándose las manos, Ezequiel contemplaba el paisaje refugiado en un galpón. Detrás de la maraña de caños y equipos que tenía frente a sus ojos se abría un terreno vasto y pedregoso, levemente ondulado, salpicado con algunas matas chatas y ralas. Y soplando incansable, un viento helado barría la superficie haciendo descender aún más la cruel temperatura invernal.

Hacía casi ocho horas que el muc...

Diez minutos

Rafael y su amigo interrumpen sus estudios para saciar sus irrefrenables ganas de tener sexo. Pero los muchachitos tienen apenas diez minutos para hacerlo antes que los descubran.

Diez minutos

Desparramados, ocupando todo el espacio posible, un desordenado conjunto de libros y apuntes cubre la mesa del comedor.

Sentados uno frente al otro, alternando entre la letra regular de las páginas impresas y los garabatos a veces ilegibles de los cuadernos, Rafael y su amigo Gustavo toman notas y hacen resúmenes para el próximo examen de Álgebra. Hace más de dos horas que dieron inicio a la farragosa tarea, y ni siquiera han llegado a cubrir la mitad de los temas que comprend...