Mi secretaria, cara de niña y cuerpo de mujer 4
La madre de María me manipula y consigue que acepte a su hija. Me presto a participar en un ritual, sin saber hasta qué grado esa mujercita se entregaría a mí.RELATO REVISADO Y VUELTO A SUBIR.
Nada más probar los platos que habían preparado, comprendí que además de estar buenas y ser muy putas, esas dos mujeres me iban a conquistar por el estómago.
―¡Coño! ¡Está cojonudo!― exclamé impresionado.
Azucena que había llevado el peso de la cocina, sonrió al escuchar mi exabrupto y mirando a su hija, la ordenó que sirviera el vino. La joven obedeció al instante y descorchó un reserva, para acto seguido airearlo en un decantador de cristal que tenían preparado. Tras unos minutos en lo que se...