De loca a loca, me las tiro porque me tocan
Un universitario al entrar a vivir en una pensión descubre que ahí viven la dueña y su hija. La primera es una viuda muy religiosa mientras que la segunda es una rubia preciosa. Lo que no sabe es que ambas creen que su llegada a la casa es un regalo de Dios para sustituir al muerto en sus camas
Capítulo 1.
Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados cuando me mudé a Madrid a estudiar la carrera. Acostumbrado a la rutina de un pueblo de montaña, me costó asimilar el ritmo de esa gran ciudad pero sobre todo cuando el destino quiso que cayera en esa pensión regentada por una cuarentona y una hija de mi edad.
Como cualquiera en su lugar, al saber que me pasaría cinco años estudiando fuera de casa, mi madre se ocupó de seleccionar personalmente donde iba a vivir. Aunque os parezca increí...