Colette

Una escena art nouveau, delicada, decandente y musical, de sexo andrógino y elegante.

Colette dormitaba lánguidamente recostada sobre la chaise longue de su dormitorio, dejando morir la tarde, apurando a lentos sorbos su copa de agua fresca con absenta verde perfumada, sin escuchar las gymnossiennes y gymnopédies que André desgranaba incansablemente en el piano del salón, que llegaban amortiguadas hasta su alcoba, como la luz, que atravesaba sin rasgar los altos visillos blancos del ventanal, tamizada para evitar que el sol de primavera mancillara la elegante palidez de su piel de porcelana....

Intimacy 03: viene a verme

Una visita nocturna tras una tarde de deseo frustrado.

Llego tarde. Me he sentido idiota. No ha hecho nada por mí. Solo tocarme por que le gusta, hacer que se tocara. A mi también me gusta. Noto que me mojo y quiero correrme también, pero no parece darse cuenta. Es como si bastara...

Entro en casa en silencio. Cruzo el pasillo a oscuras y cierro con cuidado la puerta de mi cuarto. Hago pis mientras me desnudo deprisa. Tengo las bragas mojadas y me duelen los pezones.

Me pongo el camisón. Me acuesto. Tengo prisa. No me tapo. Meto la mano entre las pi...

Intimacy 02: alcohol

Mamá bebe.

Otra vez dormida en el sofá, borracha, como desmayada, con la bata entreabierta y ese pecho asomando -el pezón oscuro, de color de café, pequeñito, como un botón, sobre la piel tan blanca-. Y esta erección absurda

viéndola...

No se despierta. Sacudo su hombro con cuidado, no quiero sobresaltarla, pero no se despierta. Me inclino sobre ella, deslizo un brazo por debajo de sus axilas, otro bajo las piernas, a la altura de las rodillas, y la levanto para acostarla. A veces piens...

Intimacy 01: Verano

Vacaciones en casa de tía Marga y tío Carlos.

Tras la comida, echado en una tumbona de teca a la sombra, junto a la piscina del jardín, observo con los ojos apenas entreabiertos cómo tía Marga se dispone a tomar el sol. Se ha quitado el sostén del bikini. Tengo que tumbarme boca abajo para ocultar la erección que me provoca la visión de sus senos magníficos. Todavía estoy impresionado por su parecido con mamá.

  • No nos llevamos ni un año -me ha dicho mientras comíamos-. Tu mamá tiene cuarenta y yo treinta y nueve.

Me duermo pensando que a m...

Doña Luisa 05:

Seguimos profundizando en la relación entre nuestras protagonistas mientras comprendemos cómo llegó Sandra hasta aquí.

Volví a quedarme dormida. Supongo que las emociones de los últimos días habían hecho mella en mi. Al despertar, debía ser mediodía. El cielo se había nublado. El fuego estaba encendido en la chimenea, y Sandra, sentada en la alfombra, jugueteaba con Plas. Parecían haberse hecho muy amigos. Lo llamaba y acudía, y parecía alegrarse de verla. Lamía su cara y sus manos moviendo la cola con entusiasmo. Era la viva imagen de la felicidad. Permanecí inmóvil y en silencio, observándoles. Sandra estaba preciosa. Una...

Doña Luisa 04: venganza

Demos a nuestro cuentecillo una nueva vuelta de tuerca.

Aquellos días, desde que descubrí el placer que Plas podía darme, hasta que Jaime me violó, de alguna manera me cambiaron. No es fácil definirlo, podría decirse que descubrí que la vida me había negado un placer que, recién descubierto, necesitaba. Cada nuevo día descubría algo nuevo, no solo real y tangible, si no que, buscando por Internet, un mundo de placer... ¿perverso? Se abría ante mis ojos. No podía detenerme.

El sexo, para mí, había sido un acto rutinario. Placentero, no diré que no, pero inc...

Doña Luisa 03: black mail

Otra vuelta de tuerca a la historia de nuestra dulce viuda amorosa y Plas.

Titubeo antes de tirar del picaporte. Estuvo a punto de echarse atrás. Doña Luisa siempre le había impuesto respeto. Pero había caminado hasta el chalé desde la parada del autobús fantaseando, recordando las horas muertas que había pasado agazapado tras el parterre del jardín, observándola cuando, tras caer la noche, se recogía en casa con su perro. En el momento en que, por fin, se encontró ante la puerta, dudó. Entonces recordó su rostro al recibir al perro, la crispación de su gesto, el modo en que movía...

Doña Luisa 02: romance

Asistimos a la consolidación de una relación extraña entre doña Luisa y Plas.

Sorprendentemente, cuando despertó no sentía culpa ni vergüenza. Comprendía, claro está, que aquello no sería algo de lo que charlar en el supermercado, pero no encontró en su interior ni el más mínimo sentimiento negativo.

En realidad fue él quien la despertó colmándola de atenciones. Lamía su cara moviendo la cola alegremente. Le causó ternura aquella complicidad que percibía, y acarició su cabezota. De alguna manera, se sentía renovada y limpia, y agradecía al animal aquel afecto tierno y aquella p...

Doña Luisa 01: de repente

Doña Luisa, viuda y solitaria, establece el primer contacto con Plas, su danés.

Como cada día, después de su clase, acompañó hasta la puerta del jardín a Jaime, su alumno, y, tras despedirle, doña Luisa cerró con llave la cancilla y permitió que Plas, el enorme danés de color ceniza, entrara en la casa siguiendo sus pasos con la cabeza alzada y aquel andar parsimonioso y elegante que le permitían sus patas larguísimas.

Tras enviudar, apenas necesitó ensayar durante unos meses para recuperar la destreza de concertista de piano, perdida tras años de abandono de la práctica después...

Honor 01: venganza

Un cuentecillo de ambiente oriental. Dominación, abuso, filial... No siempre es fácil clasificar un relato.

La señora Takahashi dio un rápido vistazo al kimono al pasar frente al espejo, alisó el obi con un rápido movimiento de su mano, y se detuvo frente a la puerta del apartamento para tomar aire y tratar de disimular su nerviosismo. Cuando, por fin, decidió abrirla, el señor Hatoyama permaneció ante ella observándola quizás con demasiada atención: la espalda levemente inclinada en una reverencia; la cabeza humillada, evitando mirarle a la cara; los pies juntos, y las manos recogidas bajo el pecho. Hizo para sí...