La fiesta 3

Fer se pregunta si existe algún límite.

3

He decido manejar la situación y empleo un tono entre mezclando autoridad y dulzura. Las tres deambulan desnudas por la casa como yo les he ordenado y ahora la situación les acontece de lo más usual del mundo. Observo como se estudian entre ellas con disimulo, como Vero lanza a Mónica espontaneas miradas furtivas y como ésta gira la vista al sentirse descubierta. Hemos cenado opíparamente y los cuatro nos hemos sentado frente al televisor en dos mullidos sofás sin importarnos en absoluto el programa...

La fiesta (2)

— ¿Creías en serio que estábamos drogadas? Menudo ingenuo. Vero viene hacía mí y me abraza. —Eres muy tonto, Fernando… muy, muy, muy tonto.

Hemos ocupado los mismos sitios que cuando empezamos nuestra fiesta, yo sentado junto a Anabel y Vero y Mónica en el sofá enfrentado, sólo que en esta ocasión, ambas se abrazan y no les preocupa lo más mínimo entreabrir sus rodillas para mostrarnos sus zonas más íntimas. Por su parte Anabel ha pasado su brazo sobre mi hombro y apoya en él su rostro. Verónica habla con determinada soltura.

—Ahora soy yo la que propone un nuevo juego.

Todos asentimos sin disimular cierto entusiasmo. Mónica ha serv...

La fiesta

Bastan sólo unas gotas, o eso me han asegurado, para que las tres estén a mi merced, y lo más divertido es que mañana no recordarán absolutamente nada de lo que ocurra esta noche.

Bastan sólo unas gotas, o eso me han asegurado, para que las tres estén a mi merced, y lo más divertido es que mañana no recordarán absolutamente nada de lo que ocurra esta noche. Con la excusa de que el vino se oxigene Anabel me pide que abra sendas botellas de Rioja y lo hago. Me tiembla el pulso pero consigo introducir en una de ellas lo que considero una dosis suficiente.

Cuando llaman a la puerta saltó literalmente a recibirlas. Vero y Mónica están exultantes. Visten traje chaquetas, que presupon...

Corrupción inducida (3)

Pedro visita nuevamente a Sanders. Le espera una sorpresa muy gratificante.

Cuando Pedro entró en la consulta deSanders, Katia le saludó con su habitual desidia y éste se limitó a ignorarla.

—Hola Mauricio.

El médico se hallaba tras su despacho ojeando unos papeles con unas pequeñas gafas apoyadas sobre su tabique nasal, ni siquiera apartó la vista del legajo.

—Hola muchacho, trajiste lo que te pedí.

—Por supuesto, aquí está.

Situó un pendrive frente a él y sólo entonces lo observó satisfecho.

—Voy a explicarte algo: Las personas con las que...

Corrupción inducida (2)

Preparando el terreno. Pedro se preguntó porqué no se le había ocurrido nunca espiar también a sus progenitores. Se fragua la venganza.

Aquella misma tarde Pedro adquirió dos micro cámaras más y las instaló en el dormitorio de sus padres y en el baño anexo. Había adquirido una gran maestría en su instalación y experimentaba constantemente para obtener el mejor ángulo de visión aún con la dificultad que entrañaba el hecho de que debía mantenerlas ocultas. Ahora contaba con seis cámaras distribuidas por todas las estancias. Se trataba de pequeños ingenios coreanos dotados con activación automática mediante sensor de movimientos, grabadora de...

Corrupción inducida

Pedro era un muchacho cargado de frustraciones que lo convertían en un ser introvertido y huraño.

Pedro era un muchacho cargado de frustraciones que lo convertían en un ser introvertido y huraño. Fue precisamente su carácter el que llevó a sus padres a poner en manos de un refutado psicólogo a su hijo el mismo día que cumplió los dieciocho. Era el mayor de dos hermanas gemelas, Laura y Marta, sólo un año menores que el. Lo cierto es que ambas habían salido a madre que dejó su profesión de modelo muy joven para casarse y dedicarse a su hogar. Las tres lucían melena lacia y cobriza y además de una figura...

SECUESTRADOS Primera Parte

Este SÍ es mi último relato, el morbo de escribir sobre estadios imposibles me hace recaer. Tendrá 2 partes y acabará, como todas mis historias, con el ruego velado del autor a no ser juzgado por describir escenarios en los que nadie querría participar, por no ser tachado de infanticida o de inmoral, pero en fin… ahí está y es vuestro.

La familia Sánchez-García vivía en una urbanización ubicada en las afueras de la ciudad de Magaluz, un lugar tranquilo y agradable. Las pocas viviendas que conformaban el barrio residencial eran casas unifamiliares que, aunque no podían considerarse de alto standing , contaban con jardín y algunas de ellas, con piscina.

Nunca pusieron rejas en las ventanas porque el encanto de las vistas abiertas al jardín, según Maria, rompía la armonía del paisaje, a lo que sí había accedido ella, tras numerosa...

Prisionera en Marruecos (PARTE 4ª)

Tal Vez sería interesante leer los anteriores capítulos si se pretende seguir la trama, no obstante, no es estrictamente necesario. “Mabel percibió las palabras de Magi en la lejanía sumida en sensaciones encontradas de desenfrenado placer”.

Mabel se recostó sobre la cama y extendió los brazos sobre su cabeza, Anna se sentó sobre su vientre y acarició sus costados recorriendo su cuerpo hasta enlazar sus manos con las de ella mientras inclinaba su torso sobre el suyo, las palabras pronunciadas por la niña mientras besaba su lóbulo con inusitada ternura resonaban en su oido; el dejé infantil y cadencioso de su voz la cautivaba.

—Quiero que te dejés llevar, Mavi…, que me dejes amarte, quiero que imagines que no soy yo, Tia Mabel…

Repud...

PRISIONERA EN MARRUECOS Parte III

Tras la cena, Magi ordenó a todos que pasaran a una gran sala donde se habían dispuesto varias cámaras y focos alrededor de una gran cama con dosel (...) Magi conducía de la mano a una Mabel asustada y ausente.

Nadie puso impedimento alguno cuándo abandonaron la prisión, con sendas mochilas. Un vehículo las esperaba en la puerta y ambas accedieron a él. Tras recorrer un centenar de kilómetros el vehículo estacionón en un barrio marginal, frente a un bloque destartalado, Mabel se dijo que podría contener cien viviendas como mínimo. Durante el viaje trató de hacerse una composición de lugar, el chofer era un hombre obeso de expresión adusta y muy parco en palabras, no le cupo duda de que había sido contratado por Ma...

Prisionera en Marruecos 2ª Parte

Mabel tardaría aún varias semanas en averiguar que ella era el objeto de un experimento psicológico, una cobaya humana en manos de la industría farmaceutica y de gentes sin escrúpulos como la propia Magi.

La besó fugazmente y giró su torso para ocultar su cara con la almohada.

— ¿Cómo sé que cumplirás tu palabra?

Tengo un celular, permitiré que hables con tu familia una vez a la semana, pero podrás confirmar que están bien, nada de encargos ni mensajitos, ¿de acuerdo?

Asintió con la cabeza y Magi tiró de la sábana destapando a Mabel.

—Voltéate.

Obedeció e intentó vanamente cubrir sus pechos y su sexo con los brazos.

—Extiende los brazos sobre tú cabeza, Mabel.

Estiró...