Bianca
Parecía una noche aburrida hasta que conoció en una discoteca a una travestí sudafricana muy bella que haría que su velada fuese totalmente apasionada y excitante.
Aquella era, sin duda, otra noche perdida. Una cena más con mis amigos había acabado demasiado pronto. Remontaba sin prisa las calles del Eixample de Barcelona. Era un paseo agradable en una noche de primavera. Al cruzar la Diagonal, el tumulto de los asiduos a las salas de fiestas de la calle Aribau me desvió por una pequeña calle hacia Tuset. En el camino las luces de neón de una pequeña discoteca me llamaron la atención, decidí tomar una copa y escuchar algo de música antes de continuar...