Lamentación de un día
El maestro había quedado con su preciosa alumna para charlar un poco, y quizas, ¿algo más?
Aquel día, estaba yo en mi automóvil esperándola a tres cuadras de su casa, frente a un pequeño centro comercial. Habíamos quedado de encontrarnos a las 9:30 para ir a algún discreto lugar para "platicar".
El día anterior había ella ido a verme a la escuela primaria donde laboro para recoger un trabajo que tenía pendiente de entregarle.
Ella es una chica rubia preciosa 22 años, toma clases en una escuela de educación superior donde yo soy su maestro. Desde el primer día que la vi en el saló...