El juego (II)
Continuan con el juego... sobrinos y más miembros de la familia.
Aquella noche ya en el dormitorio, Miguel estaba ávido para que le contara con todo detalle como había trascendido en la ducha con Javier, así que comencé a contárselo. A pesar de que ya en la ducha una vez que me había quedado a solas, me había tenido que masturbar, sin darme cuenta, mientras le relataba a Miguel lo sucedido, estaba nuevamente acariciándome el clítoris, con suavidad, con dulzura; no era una fricción buscando el climax, más bien era un masaje como buscando una relajación.
Natura...