Groom Lake

Meteros debajo de la manta y encender una linterna para leer este cuento de terror... y algo más.

Cuando  pasó la furgoneta la primera vez ninguno le prestó atención. La segunda vez frenó y paso a nuestra altura casi arrastrándose, pero hasta que Ron no bajo la ventanilla de la vieja furgoneta Ford  y gritó ¡NOS VAMOS AL LAGO! no se dieron cuenta de que era él.

-¿Esto es todo lo que has podido conseguir? –preguntó Candy nada  convencida.

-Cuando quieres alquilar un coche con diecinueve años tienes dos opciones, o lo gastas todo en el coche o dejas un par de pavos para la bebida. –respondió R...

La Revisión

Sus labios eran tibios, suaves y sabían a barra de cacao. Natacha respondió con timidez pero no me rechazó así que aparté la mesita de un empujón y la abracé mientras continuaba besándola con suavidad, sin precipitación, saboreándola a ella, saboreando el momento.

Odio los médicos y todo bicho viviente que lleve bata blanca, hasta al tipo de la carnicería le tengo ojeriza. Así que os podéis imaginar el ánimo con el que entré en la clínica para hacerme la revisión anual de la empresa.

Sólo hay una cosa que odio más que los médicos y es esperar sentado en una incómoda silla ojeando aburrrrridisimos folletos sobre seguridad en el trabajo,  así que a pesar de estar citado a primera hora ya llevaba diez minutos aguardando cuando una tipa gorda y rubicunda me abrió l...

Romeo y Julieta

Una bestial historia de amor.

Julieta tiene unos   grandes y expresivos ojos  de color chocolate, solo hace falta mirarlos con un poco de detenimiento para ver su disgusto por permanecer atada. Pero no sólo en ellos reside su belleza A Romeo le gustan sus orejas largas y sus labios finos y extraordinariamente móviles y sus dientes grandes y blancos, que muestra sin reparo cuando sonríe aunque en este momento no parezca estar de buen humor.

Y eso es algo que Romeo no entiende y tampoco le interesa. El olor de Julieta es tan inconfu...

Hermana... mía.

Mientras el agua caliente resbalaba por su cuerpo llevándose con ella las esencias de la noche anterior Mía intentaba quitarse de la mente las imágenes de la pesadilla pero en vez de eso una sombra de duda comenzaba a crecer en su interior.

El trabajo que habían hecho con Maya había sido perfecto, apenas se notaban las terribles heridas que había sufrido en el accidente. Lamentablemente nada podría devolverla a la vida. Ahora estaba disfrutando de la gloria de Dios. En ese momento, deseaba estar con ella más que cualquier otra cosa en el mundo, pero tanto ella como su hermana gemela tendrían que esperar para volver a estar juntas.

Siempre habían hecho una pareja chocante, parecían las dos caras de una estatua de Juno, ella siempre conten...

El Míster

Te preguntas por esta racha de éxitos que parece no tener fin y te contaré que todo empezó aquel día hace cinco años gracias a aquel viejo cuervo gritón:

Te preguntas por esta racha de éxitos que parece no tener fin y te contaré que todo empezó aquel  día hace cinco años  gracias a aquel viejo cuervo gritón.

Nadie que no haya estado  ahí abajo recibiendo una soberana paliza lo entendería. Al final del primer tiempo nos ganaban por tres  a cero, no nos habíamos acercado al área contraria ni una sola vez y si no llega a ser por el portero que paro varios goles cantados, hubiese sido la debacle.

Cuando entramos en el vestuario  cabizbajos y arrastra...

Verano del 44

Sus labios se separan el tiempo justo para mirarse a los ojos. La mirada de ella es dulce y apaciguadora, la de él es oscura y melancólica.

El bombardeo duraba ya cuarenta y cinco minutos. Los obuses caían cada vez más cerca rociándolos con tierra y metralla.

-Baja la cabeza idiota. –le dijo al chico a la vez que empujaba su casco hasta el fondo del pozo de tirador. –Y sigue practicando con el cañón de la MG, dentro de un rato nuestra  vida dependerá de lo rápido que lo hagas.

-A sus órdenes  Feldwebel  March  -respondió el chico cogiendo el arma y el cañón de repuesto con sus manos temblorosas.

-No, así no. Con los guantes ig...

Enemigo público V

Nunca en su vida Cat se había puesto a fumar antes de desayunar pero se despertó tan ansiosa que su primer movimiento al sonar el despertador fue acercar la mano al paquete de tabaco...

Nunca en su vida Cat se había puesto a fumar antes de desayunar pero se despertó tan ansiosa que su primer movimiento al sonar el despertador fue acercar la mano al paquete de tabaco. Sólo después de dar dos intensas caladas se serenó lo suficiente para darse cuenta que el despertador seguía aullando. Lo apagó y se dirigió al baño para darse una ducha.

La determinación de los primeros días se había ido esfumando y las noches se llenaban  de pesadillas violentas y lujuriosas.

Al  final, el día qu...

Desafío Extremo

Debe ser mi pasado como deportista, pero cuando veo un desafío soy como Jesús Calleja, no cejo hasta que lo conquisto y la primera vez que la vi, acompañada de su vigilante madre, sabía que era gordo como los catorce ochomiles...

Debe ser mi pasado como deportista, pero cuando veo un desafío soy como Jesús Calleja, no cejo hasta que lo conquisto y la primera vez que la vi, acompañada de su vigilante madre, sabía que era gordo como los catorce ochomiles.

Cuando me crucé con ella por primera vez, el pañuelo blanco severamente ajustado al delicado óvalo de su  cabeza no impedía que un pequeño mechón negro y brillante como el ala de un cuervo escapase por el borde superior. Aprovechando mis gafas de espejo, disminuí un poco el rit...

Enemigo publico IV

No hay nada mejor para reunir una multitud en la cárcel que la sangre y el sexo.

Después de la reunión con Ingrid, Mario tenía dos objetivos en mente, seguir con su campaña de hombre violento y peligroso y aliviar su tensión sexual creciente sin recurrir a sodomizar ningún puto.

La mañana siguiente,  cuando paseaba en el patio, se presentó la oportunidad.  Edu el majadero  estaba  sentado en un  banco haciendo pesas.

Edu era un viejo conocido, había hecho algunos trabajitos con el hacía años pero le daba tanto a los porros y a los esteroides que se terminó convirtiendo en un...

El edredón

Yo que ustedes no intentaría hacer esto en casa je je.

Desde mi juventud conservo un trauma. Todos los sábados por la mañana, a las diez en punto era despertado para ayudar a limpiar la casa. Era una chorrada, cuarenta minutos a lo sumo pero tenía que hacerse en ese justo momento y a menudo con una resaca espantosa. Cada vez que me levantaba con la boca pastosa y un montón de enanitos bailando la conga en el interior de mi cráneo me juraba a mí mismo que cuando fuese un ente independiente limpiaría cuando me diese la gana. Y así fue, durante un breve espacio de...