Ana, la buena esposa (4)

La lucha de una mujer hermosa por mantener a salvo su matrimonio. Pero el enemigo es una fuerza implacable: su propia lujuria.

Ana, la buena esposa (4)

Después de lo sucedido con don Esteban, el portero de la urbanización, yo estaba segura que había descubierto algo, pero no estaba muy segura qué. Necesitaba idear un plan, una forma discreta de liberar a la hembra en celo que me carcomía desde adentro. Ya no podía dejar que se acumularan todas esas sensaciones en mi cuerpo. Debía liberar esa mala energía. Pero ¿Cómo?

Lo que había pasado hace un momento con el portero y la forma en que reaccionó mi cuerpo me dio una prim...

Ana, la buena esposa (2)

El intento y la lucha de una mujer hermosa de mantener a salvo su matrimonio. Pero el enemigo es su propia lujuria, una adversaria implacable.

Ana, la buena esposa

Cuando entré al mundo laboral y empecé a ejercer como abogada en un pequeño estudio de la ciudad jamás pensé hacer las cosas que hoy me ocupan. Mi ambición siempre fue destacar con esfuerzo y dedicación, y de esa forma hacerme un nombre. Era un asunto difícil para cualquier persona, pero en especial para una mujer joven y demasiado hermosa y sensual como yo. Había cosas que estaban en mi contra, pero yo quería superar con mis medios las suposiciones. Nunca pensé que hubiera atajos...

Ana, la buena esposa

El intento y la lucha de una mujer hermosa de mantener a salvo su matrimonio. Pero el enemigo es su propia lujuria y es implacable.

Ana, la buena esposa

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Me presenté al gimnasio temprano. La luz recién empezaba a iluminar el cielo y por la hora y el frío me sentía incómoda. Tal vez era la calza ajustada, las zapatillas o el sostén deportivo, o la chaqueta de pluma que se ajustaba mi torso. La que usaba ese día no era ropa que usara con frecuencia. Lo mío eran los vestidos de moda y el correcto maquillaje. Salir de casa casi como me había despertado me hacía sentir vulnerable. Sin duda hubiera deseado seguir en la cama con m...

La Buena Esposa

Una erótica y conflictiva reconciliación.

La buena esposa

La crema, blanca y espesa, era desparramada por el plano abdomen. Los dedos de mi mujer iban untando la substancia trabajosamente sobre la estrecha cintura, bajando por las caderas y continuando por las largas y sensuales piernas. Desde la cama, podía ver como los grandes y firmes senos se balanceaban, como sabrosas frutas de un árbol sagrado. Me imaginé probando esos pezones rozados, me imaginé con mis manos en aquellos senos. Ana tomó la toalla y la presionó contra su cabello trigueñ...

Los cuentos eróticos de Asmodeo

¿Quien sabe lo que pasa cuando un demonio anda suelto en la tierra?

Los cuentos eróticos de Asmodeo

Quizás no me reconozcas, pero yo te conozco a ti. Si, a ti. No te extrañes de este asunto. El hecho que yo te conozca a ti significa que tú también me conoces a mí. Desde que el hombre se dio nombre, soy yo quien ha acompañado su viaje. Porque la travesía de la humanidad es el viaje de la carne y es en esta materia, el vehículo de la mente, en que yo me hago poderoso.

Debes saber que he caminado con vosotros desde los eras sombrías y he tratado con vuestros reyes...

La becaria (1)

Una estudiante universitaria ve como su vida sexual avanza cuando hace una pasantía en un estudio de abogados. Introducción a la historia.

La becaria

Primera parte: Lo que faltaba.

Mi nombre es Julieta Casta. Voy en mi tercer año de publicidad en una universidad de la capital. Soy estudiosa, responsable y terca. En fin, una buena chica que no suele hacer locuras. Todos dicen que soy guapa. Soy  alta y atlética y con unas bonitas piernas. Con el tiempo he notado que lo que más atrae a los hombres de mi cuerpo es mi firme y carnoso trasero. Incluso tuve un par de novios obsesionados con mi culo, y quizás por eso los dejé. A pesar de...

La espera (el vuelo retrasado)

Una hermosa mujer debe esperar a su esposo en el aeropuerto. Sin embargo, el vuelo sufre un retraso imprevisto. Entonces la joven y sensual esposa tendrá que ocupar su tiempo en otra cosa. Por suerte un turista está atento para le brindarle su ayuda.

La espera (Vuelo retrasado)

Susana Braman caminaba por los amplios pasillos del aeropuerto. La bella mujer destacaba entre el gentío. Maquillada y bien descansada, su belleza natural exhibida con cuidado. Los ojos claros, los pómulos definidos, el largo cuello y los labios pintados de rojo atraían las miradas. Pero lo que destacaba era su cuerpo. Ella era consciente de las miradas sobre su cuerpo, era consciente de los piropos a su paso, uno más que galante que otro. Sin embargo, Susana continuó con l...

La auditoría

Vicente, un hombre casado y serio, es enviado a auditar una firma de abogados. Ahí encuentra a una sensual mujer que remecerá su vida y su matrimonio. Versión final.

La auditoría

Aquella mañana me sentía como si me hubieran clavado una aguja en mi cráneo. Mi mujer y yo habíamos salido de fiesta y habíamos terminados haciendo el amor en un motel de mala muerte (como en los viejos tiempo). Fue un estupendo fin de semana. Pero ahora, al despertar, el dolor de cabeza me mataba.

— ¿Dónde dejaste los painkiller, big love? —me preguntó Ariana.

Mi mujer es traductora y profesora de inglés; adoraba meter alguna palabra anglosajona en medio de sus frases diarias...

La auditoria, parte 2

En esta segunda parte, Ana se deja llevar por su oscura lujuria.

La auditoria, parte 2

(La primera parte puede ser encontrada en esta misma web: https://www.todorelatos.com/relato/138888/)

Vicente

Aquella mañana me sentía como si me hubieran clavado una aguja en mi cráneo. El dolor de cabeza golpeaba como un martillo contra la sien derecha. No quería pensar en abrir los ojos. El fin de semana mi esposa y yo habíamos enviado a nuestros hijos con los padres de Ariana. Mi mujer y yo aprovechamos esa breve libertad para retomar la adormecida pasión. Y...

La auditoría

Una auditoría desatará acontecimientos incontrolables para Ana, una hermosa y sensual abogada. Ella será manipulada y también manipulará sin piedad con el objetivo de mantener su trabajo y su estatus social. Todo a espaldas de su marido y su entorno familiar.

La auditoria

Jorge

Mientras observaba la ciudad por el cristal del ascensor, sentí un escalofrío subir por la espalda. Le eche la culpa a la ventilación del aparato, pero el motivo era otro. Era lunes, y los lunes siempre habían traído mala suerte en mi vida. El elevador se detuvo en el sexto piso y las puertas se abrieron. Isabel Kuss, la nueva jefa del departamento de personal, apareció frente a mí. La mujer entró con parsimonia. Llevaba el cabello, plateado y liso, recogido tras las...