Ana, la buena esposa (13)

Los enredos de una sensual mujer que comienza a caer en el abismo de su lujuria.

Ana, la buena esposa (13)

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En casa, me puse a pensar en lo que había pasado afuera del condominio. Mi intención había sido conversar con don Esteban y pedirle que cesara su chantaje. Mi idea era llegar a un acuerdo, conseguir las pruebas que me incriminaban y así conseguir que mi esposo jamás se enterara de mis otras infidelidades. Pero al final había terminado fumando marihuana con el viejo. La hierba ha soltado las cadenas de la otra Ana. Los sucesos se descontrolaron. No sé cómo había t...

Ana, la buena esposa (12)

Los enredos de una sensual y lujuriosa esposa para no sucumbir ante su lujuria.

Ana, la buena esposa (12)

1 Martes. Segundo día sin mi esposo

A pesar de estar sola por la ausencia de mi esposo y de la enorme casa vacía duermo profundamente. Mi forma de dormir es apacible, serena, casi sin desordenar la cama. Cerca de la hora de levantarme empiezo a soñar. En el sueño estoy desnuda sobre un enorme piano rojo. En medio del salón donde me encuentro, que está iluminado por velas dispuestas en enormes candelabros, hay una enorme audiencia sentada en sillas oscuras. Las persona...

Ana, la buena esposa (11)

Una hermosa abogada intenta mantenerse fiel pese a su lujuria.

Ana, la buena esposa (11)

Mi semana no ha comenzado nada bien. Mi marido está fuera del país, dejándome sola y con un humor espeso. Me sentía falta de cariño. Necesitaba las caricias de mi esposo, su cercanía, es decir, necesitaba una buena verga. Era lo que se venía a la mente. Aunque era una forma vulgar y simplista de ver mi problema.

Además estaba el asunto de mi jefe. Jorge amenazaba con degradarme. Eso significaba perder parte de mi sueldo y mis privilegios. Pero había una forma de ev...

Ana, la buena esposa (10)

Los enredos de una sensual y lujuriosa abogada para mantener impoluto su matrimonio.

Ana, la buena esposa (10)

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Almorcé en casa y me relajé tanto como podía. Todavía recordaba el aviso de mi jefe: de la disminución de mi salario y de los impedimentos a los que me enfrentaría en el futuro. No podría desarrollarme como yo quería en el bufete. La posible reducción del dinero de mi asignación no me preocupaba tanto. Mi esposo ganaba suficiente para evitar que pasáramos cualquier necesidad. De hecho Tomás era accionista minoritario de su bufete de abogados; si yo quisiera dejar de...

Ana, la buena esposa (9)

Los enredos de una sensual y lujuriosa abogada para honrar los juramentos de su matrimonio.

Ana, la buena esposa (9)

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Elaboré las reglas de mis juegos. Eran reglas simples:

  1. No tocar ni dejarse tocar. El juego debe ser un juego de exhibición y coquetería, nada más.
  2. La travesura debe tener fecha de caducidad. No prolongar un juego por más de un dos meses.
  3. Nunca jugar con fuego. Si mi esposo está cerca o si existe la posibilidad de que Tomás me descubra, debía terminar o abortar cualquier actividad que hiciera peligrar mi matrimonio.

Así de fácil. Nada de complicarse l...

Ana, la buena esposa (8)

Los enredos de una joven y sensual esposa para honrar los juramentos de su matrimonio y convivir con sus oscuros deseos.

Ana, la buena esposa (8)

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¿Por qué una mujer es infiel? ¿Por qué razón es capaz de traicionar el amor y de vivir una doble vida? ¿Por qué ni el amor ni dinero ni el exitoso pueden colmar su ser? ¿Por qué ni el cariño ni un matrimonio parecen bastarle? ¿Por qué alimenta su lujuria? ¿Por qué anhela experimentar ese sucio libertinaje? ¿Por qué anhela noches de alcohol y de drogas? ¿Por qué desea más si ya tiene tanto?

Eran preguntas que yo me hacía y que no podía responder.

Mi matrimon...

Ana, la buena esposa (7)

La lucha de una sensual esposa por mantenerse a salvo de su propia lujuria.

Ana, la buena esposa (7)

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Llegué a la mesa donde almorzaríamos con Aldo Kotto después de pasar al baño de mujeres. No pensaba separarme un minuto de Julieta y María Luisa, así que cuando salimos a la terraza del Country Club al que habíamos ido a comer, Jorge ya estaba sentado a la mesa. También estaba Aldo Kotto, con su cabello gris y bien peinado y tan elegante como el día en que lo había conocido. Lo que no esperaba era la presencia de una guapa morena sentada también en nuestra mesa.

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Ana, la buena esposa (5)

El precario intento de una joven y sensual esposa de mantener intachable su matrimonio. La batalla por conservar su castidad es cruenta y de consecuencias insospechadas para ella.

Ana, la buena esposa (5)

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Esa mañana de lunes, muy temprano, me concentro en esforzarme y sudar mucho en el gimnasio. Una de las instructoras, una muchacha rubia de músculos como correas, sigue mi entrenamiento de cerca; a unos metros la otra profesora atienda a otras dos alumnas. Recién empieza a salir el sol sobre la ciudad y el gimnasio está casi vacío y disfrutamos las instalaciones para nosotras tres.

Voy de máquina en máquina, trabajando mi cuerpo para mantenerme en forma y conserva...

Ana, la buena esposa (6)

La terca lucha de una femme fatale por ser leal a su amado, pero infiel a su instinto.

Ana, la buena esposa (6)

A mi joven y recién conocido vecino, Juan de Dios, lo he atrapado este jueves mirándome desde su bicicleta, al otro lado de la casa. Viste una camiseta celeste Nike y un pantalón corto negro y sin marca. Va con las zapatillas verdes de lona desatadas, con los cordones arrastrándose por el suelo al caminar.

El chico se acerca a saludarme y me ayuda con las dos bolsas del mercado. Según él, nuestro encuentro ha sido una coincidencia pero yo no le creo. No le digo lo que pi...

Ana, la buena esposa (3)

El intento y la lucha de una mujer hermosa de mantener a salvo su matrimonio. Pero el enemigo es su propia lujuria.

Ana, la buena esposa (3)

No hay nada peor que la terapia que no tiene efecto sobre el paciente. Es una pérdida de tiempo y de dinero. Es lo que siento en relación a la terapia de parejas a la que voy con mi esposo. El doctor Cantoná es un profesional muy destacado, recomendado por varias amigas de renombre. Se supone que con la ayuda del terapista mi matrimonio debía salir de la mala situación en que está. Pero no ha sido así: mi esposo sigue desconfiando de mí.

Lo he dado todo en las sesiones s...