En las playas de Menorca (1)

Un hombre con viaje pagado a Menorca busca encontrar una chica que le acompañe, una chica exhibicionista y morbosa. Esta es la historia de ese viaje

En las playas de Menorca (I)

El problema era evidente: en mi poder tenía los billetes para un viaje de cierto lujo a la isla de Menorca. Para dos personas. Y me había quedado súbitamente sin pareja, por razones que no vienen al caso. La ruptura me fastidió, pero nunca he sido muy sentimental ni melodramático. Por eso, mientras olvidaba lo de mi ex, me preocupaba cómo resolver la cuestión de los billetes. Ya no era posible la devolución, así que no quedó otra que buscar rápido acompañante para el v...

La mujer de la ventana

La pequeña ventana me permitía ver la silueta de sus senos y la parte superior de su cuerpo. Lo que se me permitía apreciar era muy atractivo y deseaba ver más.

Un dia a finales de julio, cuando estaba de vacaciones de la universidad, me encontraba solo en el apartamento, puesto que mis padres aun no llegaban de un viaje a los Estados Unidos.

Era uno de esos dias en que no hayas que hacer y no hay planes de salida. En la noche traté de pasar el tiempo leyendo una novela de Agatha Christie, El Misterio de las Esfera, pero justo cuando encuentran muerto a Gerald Wade, escuché voces de personas en el pasillo del piso, lo que me asustó un poco. Me asomé y solo me...

Cómo seducir a una top model en 5 pasos (03).

Esto es una serie, de capítulos sucesivos, aunque estén publicados en categorías distintas.

Placeres para el ojo.

Nota de la autora: si desean comentar, opinar, o simplemente charlar sobre el relato, pueden hacerlo enjanis.estigma@hotmail.es

Pasaba de las tres semanas, la estancia de Cristo en Nueva York, y, a cada día que contaba, se sentía mejor en aquel Nuevo Mundo. Como buen gitano, ya se había recorrido todo el barrio, analizando sus pros y contras, así como un par de rutas de escape, prácticamente como deformación de su educación. Mantenía clasificados, en su cabeza, p...

Anita al natural IV

Jorge sigue disfrutando de sus vacaciones en un pueblecito de Castellón y viviendo excitantes experiencias con sus amigos y la desinhibida Anita.

Ya era viernes. Llevaba allí casi una semana y en esos días había disfrutado más que en varios veranos juntos. Pasado el apuro inicial, empezaba a tener confianza con los chicos y chicas del pueblo y cada vez estaba más a gusto. Me habían recibido como si me conociesen de toda la vida. Sino, no se entendería como desde el primer día Anita me había permitido verla desnuda sin ningún reparo. Sin embargo, aún me imponía demasiado su desnudez. Yo trataba de comportarme con naturalidad delante de ella, pero no p...

Mirando a loli (3): desde bien cerca

Esto de intercambiarnos cuatro parejas de amigos es un invento cojonudo. Hoy me lo paso de puta madre viendo desde primerísima fila como le meten un buen rabo en su coño, mientras está bien espatarradita en el borde de una cama.

Loli está terminando de arreglarse. Es sábado y nos vamos a juntar los amigos para pasar una buena noche de sexo. Sale del dormitorio y dice:

-      ¿Te gusta lo que me he puesto? ¿Crees que así le gustaré a los amigos?

La miro y la veo con un vestido negro, cortito, con casi todos los muslos al aire y bastante transparente. Y para lucir las transparencias  debajo sólo lleva un tanga negro pequeñito. ¡Qué buena está! ¡Qué poderío de tetas! ¡Cómo las luce! ¡Cómo se le ven los pezones!  ¡Qué bien...

La dulce espera

Son las doce de la noche no acaba de llegar, asomo a la ventana cada diez minutos la calle está desierta, pasa un señor con un perro, detrás otro que saca la llave del bolso abre su coche y se va. Las doce y cuarto y nada, no llama no sé donde estará, llamo a su móvil y está apagado o fuera de cobertura.

Son las doce de la noche no acaba de llegar, asomo a la ventana cada diez minutos la

calle está desierta, pasa un señor con un perro, detrás otro que saca la llave del bolso

abre su coche y se va.

Las doce y cuarto y nada, no llama no sé donde estará, llamo a su móvil y está apagado

o fuera de cobertura.

Estoy pegada a la ventana y solo veo la calle ahora desierta, detrás de la cortina del

salón, escruto la calle, no viene, deseo tanto su compañía, a lo lejos una pareja v...

Un jueves nada aburrido

Un jueves de esos que crees que no vas a hacer nada especial y terminas sorprendiendote...

Era una tarde de jueves, mi día libre.Mi chica y yo habíamos salido a tomar algo por los bares para despejarnos un poco la cabeza, lo cierto es que estaban todos vacíos o medio vacíos, habíamos estado cenando, y en otros tres bares cuando entramos a uno en el que no habíamos estado nunca, ya íbamos bastante bebidos y no nos importo el ambiente que pudiéramos encontrar dentro.

El bar era oscuro, tipo taberna irlandesa con sus reservados, separados por paredes de madera de unos dos metros mas o menos,de...

Mirando a loli (2) frente a mi

Las cuatro parejas de amigos habituales (Mari y Alfredo, Luisi y Toño, Cristina y Ramón y nosotros Loli y Jandro) volvemos a juntarnos un fin de semana más para intercambiarnos. Está bien meterla en otro coño, pero lo que más me gusta es ver a Loli en acción. Hoy lo paso estupendamente viéndola bien abierta de piernas frente a mí con un gran rabo entrando y saliendo de su coño.

MIRANDO A LOLI (2). FRENTE A MÍ.

Mari y yo vamos a joder. Estoy sentado en una silla y ella está sentada encima de mí dándome la cara. Justo enfrente hay una cama. Llega Loli morreándose con Alfredo. Ya han dejado la ropa por ahí; llegan totalmente desnudos.  Alfredo tiene la polla tiesa, empinada,  hermosa, enorme. La polla de Alfredo es una polla que hace relamerse a las mujeres cuando la ven y que las hace suspirar cuando se la mete. (¡Ah! y esto lo sé porque Loli me ha contado los comentarios...

¿Una natilla para merendar?

Nunca una merienda fue tan provechosa...

Relato 4º ¿Una natilla para merendar?

Julia se sentó en el escalón de la puerta que daba al patio interior de la tienda.

Tenía quince minutos para merendar.

Destapó la natilla y se relamió a la vista de la galleta con canela, mmmmmm...

Metió la cuchara y mientras la dirigía a la boca cerró los ojos. Saboreo despacio. La olió.

Y otra vez la vio.

No podía quitarse la imagen de la...

La siesta de verano

Helena despierta de su siesta con un admirador misterioso.

Helena se encontraba todavía en un dulce estado de semivigilia cuando comenzó a reencontrarse de nuevo con la asfixiante tarde del verano. Lo único que la mantenía en un estado de desasosiego era el conocimiento de que no existía la más mínima prisa por desperezarse. Poco a poco se estiró, en un claro intento de animar al resto de su cuerpo a encarar en resto del día con entusiasmo mientras su compañero de siesta, un libro que descansaba en sus piernas desnudas, se deslizaba lentamente hasta caer al suelo. ...