En el cine con Jenny

De como fue mi primera vez con una transexual.

En el cine con Jenny

Empezare diciendo que nunca pensé en hacer esto pero surgió y la verdad es que me gusto hasta el punto de tener pensado repetir.

Una noche que no me podía dormir puse una de esas cadenas de televisión locales donde ponen mensajes para quedar, tras ver algunos me decidí a poner uno buscando un transexual que fuera muy femenino y de mi zona, nada más salir el anuncio me llama uno diciéndome bastante tonterías y decido cortarlo, la siguiente llamada era una voz muy femenin...

Por querer experimentar un embarazo (3)

Agaché la cabeza: tenía los pezones paradísimos. Y no sólo eso: bajo la playera, parecía haber un aumento. Mis tetas eran más tetas, por decirlo así, e incluso, su pliegue inferior había atrapado un poco de tela...

Santiago volvió a la carga:

–¿Por qué tan callada? ¿Estás bien?

¿Bien? ¿Cómo estaba yo realmente? "Con cuerpo de chica, vistiendo el uniforme de mi hermana (que me luce entalladísimo), frente a un chavo guapísimo... Y sin saber qué hacer", pensé.

Me entraron deseos de extender la mano, acompañándola de un "me llamo Stephanie Guzmán, soy alumna de nuevo ingreso y no tengo novio". Sí, quizá fingir un poco, en tanto terminaba de convertirme en mujer. Pero me detuve. En primer lugar, no p...

Las cinco amigas (19)

Me llevé las manos a la cabeza. Pensé que si me apretaba las sienes, la pulsión bajaría lo suficiente como para lograr enfocar mis pensamientos. Y entonces noté algo raro. Un tacto metálico y frío en mi rostro. No lo comprendía.

***Decimonovena parte*****

Cuando desperté el día siguiente, había algo raro. En primer lugar, el sol entraba a raudales por las ventana. Tenía que ser más de media mañana.

En segundo lugar, me dolía la cabeza. Me dolía tantísimo que llegué a tener miedo. Pensé que ese uno por ciento de posibilidades de que "algo fuera mal" del que me había prevenido el doctor se estaba cumpliendo.

También me sentía muy cansada. Tan cansada que pensar en levantarme resultaba casi una utop...

Las cinco amigas (18)

El comienzo de mi segunda semana presenció mi segunda revisión médica. El mismo doctorzuelo repulsivo entró en mi habitación por la mañana, escoltado por sus dos enfermeras delgadas rubias y de ojos azules, la de labios gruesos y la de pechos enormes. Era tan temprano que aún estaba en el largo proceso de peinar mi melena rizada recién lavada cuando llegaron. Ni siquiera estaba maquillada. Me sentó muy mal que llegasen de esa manera y sin avisar.

***Decimoctava parte*****

El comienzo de mi segunda semana presenció mi segunda revisión médica. El mismo doctorzuelo repulsivo entró en mi habitación por la mañana, escoltado por sus dos enfermeras delgadas rubias y de ojos azules, la de labios gruesos y la de pechos enormes. Era tan temprano que aún estaba en el largo proceso de peinar mi melena rizada recién lavada cuando llegaron. Ni siquiera estaba maquillada. Me sentó muy mal que llegasen de esa manera y sin avisar.

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Por querer experimentar un embarazo (2)

Él no sólo estaba seguro de que hablaba con una mujer, sino de que había una vagina entre mis piernas...

Pasé dos meses sin mayor novedad. Y sin que detectara yo sensación alguna. Obvio: seguía tomando mi cápsula diaria de eleuxín, y aplicándome semanalmente el lunelle.

Por esos días, mi hermana y yo nos graduamos: Andrea, de la secundaria; yo, de la primaria. Nuevamente me frustré: mientras ella tuvo un baile elegantísimo y un vestido hermoso, yo me limité al horrendo uniforme gris y a un acto en el patio de la escuela.

Recuerdo mucho todo lo que atravesaba mi mente, en el salón de fiestas, c...

Las cinco amigas (17)

—Observa que tripita tienes —me contestó—. Completamente plana. Cuando te sientas se pliegua hacia dentro en vez de hacia afuera. Y eso se mantendrá así gracias a llevar un exhaustivo control de tu alimentación. Si te abandonaras a la gula, podrías acabar gorda y fofa. Eso es algo que no puede pasar.

***Decimoséptima parte*****

No tardé mucho en volver a encontrarme con la misteriosa rubia con carita de muñeca de porcelana.

Por la mañana, ya recuperaba de mi deseo sexual insatisfecho y tras la lenta rutina de embellecimiento, fui a desayunar bastante pronto. Isabel me dió quince minutos para hacerlo antes de sus clases. Yo se lo agradecí, ya que seguía perpetuamente hambrienta.

—Observa que tripita tienes —me contestó—. Completamente plana. Cuando te sientas se p...

Por querer experimentar un embarazo (1)

Pensé que había, para mí, una manera de experimentarme como mamá: ¡si tomaba yo los anticonceptivos químicos y hormonales, mi cuerpo creería que estaba embarazado!

Desde que tengo uso de razón, me sentía distinto.

Sensible, muy inteligente e ingenuo, jamás me atrajeron los juegos violentos o el fútbol. Prefería, de verdad, refugiarme en mis hermanas y en sus amiguitas, y compartir con ellas: disfrutaba tomar sus muñecas y unirme a sus fantasías. Y envidiaba la belleza de su apariencia: ¿por qué ellas podían lucir sus piernas, usar ropas en tonos variados, llevar el cabello largo y ser delicadas? Me magnetizaban sus faldas, sus shortcitos y sus ombligueras;...

Las cinco amigas (16)

Me penetró. De golpe, sin preparación ni cuidado. La sensación fue agradable. Yo no la esperaba de otra manera. Con mis nalgas firmemente apoyadas en su pelvis y deseando que me bombeara, llevé mi mano a mi polla. Quería masturbarme. Quería sentir placer. Deseaba derramar mi semen por el suelo mientras Alberto llenaba mi culo del suyo

***Decimosexta parte*****

Hacía bien en temer los sueños que pudiera tener. Pero mis ideas ni siquiera se habían acercado a lo que iba a pasar por mi mente dormida. No los protagonizaron ni la nueva chica rubia, ni Dalia... ni siquiera yo misma. Volví a estar mi yo masculino, aunque de una forma difusa... como si estuviera dentro de una carcasa, como de una armadura cuyo yelmo sólo dejaba mis ojos fuera.

Los sueños también eran profundamente sexuales, como todos los que rec...

Las cinco amigas (15)

Cuando bajamos las escaleras, yo era una chica nueva. Estaba cansada y sudada y seguro que mi maquillaje necesitaba un retoque bastante importante, pero me sentía contenta. Ni siquiera la incomodidad de mis tendones de aquiles y su forzado ángulo, ni la perpetua desnudez que sentía con las piernas al aire y el sexo sólo cubierto por mi blusa oscurecían mi ánimo.

***Decimoquinta parte*****

Cuando bajamos las escaleras, yo era una chica nueva. Estaba cansada y sudada y seguro que mi maquillaje necesitaba un retoque bastante importante, pero me sentía contenta. Ni siquiera la incomodidad de mis tendones de aquiles y su forzado ángulo, ni la perpetua desnudez que sentía con las piernas al aire y el sexo sólo cubierto por mi blusa oscurecían mi ánimo.

—Ya era hora de que las señoritas se dignaran a aparecer —graznó Mercedes, que estaba...

La Dama en la bodega

Un poco de S&M (light), un poco de lesbian, un poco de shemales... ¡disfrútenlo!

"¡¡¡Aaaaaaaaaarrrrhhhhh!!!" el orgasmo salió desde lo más profundo de su alma y corazón, haciéndola arrojar chorros y chorros de un oloroso líquido de su dilatada vagina, empapando en el proceso la gran verga que la penetraba desde atrás y la cual, sin haberse corrido aún, permanecía tan dura como una piedra, sin embargo, en cuanto ella terminó, el casi monstruoso pene se retiró de su caliente túnel, el cual aún goteaba por la tremenda venida que acababa de arrojar.

"¡Oye Ivonne, vaya que le gus...