OBSESIÓN. La hora de la verdad (2)
Para llevar a cabo su tarea, Inés deberá solucionar antes un problema: consolidar su situación laboral, y para ello necesitará contar con su jefe.
Los días siguientes a su encuentro con Luzbel, Inés no dejó de reflexionar sobre sí misma, sobre su nueva situación, su nueva vida. Le gustaba este nuevo oficio. Ser vehículo del mal le encantaba, y no solo por sus ventajas de índole físico y mental, sino por su aspecto, digamos, espiritual. Acabar con tanta hipocresía religiosa le parecía paradójicamente una buena obra. Se sentía muy a gusto en el lado tenebroso de la fuerza. Divagaba con la forma de cazar a esa asquerosa beata pero sin resultados concreto...